La inmortal voz de Menchu Álvarez del Valle protagonista en el homenaje organizado por sus amigas en Ribadesella

El homenaje-encuentro que las integrantes de la tertulia femenina El Garabato le han rendido este mediodía a la que fue su compañera de conversación y risas, la locutora radiofónica Menchu Alvarez del Valle, ha servido para descubrir una faceta inédita y desconocida para la inmensa mayoría de los que la han conocido.



Gracias al director-gerente del Teatro Prendes de Candás, Alain Fernández, los que hoy se han pasado por el paraje de Moru han conocido la pasión de Menchu por la cultura tradicional asturiana. Una querencia que la llevó, hace medio siglo, a grabar discos de poesía en llingua asturiana. Y para muestra la ‘Añada pa que suañe María’ de José León Delestal, por ella interpretada, una muestra de que la de Menchu es “la voz inmortal de la cultura asturiana”, afirmó Alain Fernández.

En este homenaje-encuentro conducido por Patricia Toyos, tertuliana de El Garabato y amiga íntima de Menchu, no faltó de nada. La escenografía estuvo presidida por el semblante y la sonrisa de la homenajeada y por una imagen de la Virgen de Covadonga que la acompañó en sus programas de radio hasta el día de su jubilación y que, en su día, donó a la Asociación Cultural Iglesia de Moru.

El acto estuvo salpicado por el sonido de la gaita que hizo sonar el parragués Sergio Luaces. El riosellano coro La Fuentina interpretó una pieza titulada ‘Rosina’ y para concluir el acto, entonó el Himno de Asturias para que lo cantarán todos los presentes. La soprano Dorothy Gillet puso voz al ‘Ave María’ y el Hijo Predilecto de Ribadesella, Emilio Serrano, se encargó de glosar la vida de su amiga. A las autoridades locales, ausentes en el acto, les pidió un “recuerdo permanente” para ella en Ribadesella.

En el homenaje también se pudo escuchar el ‘Padre Nuestro Marinero’ en voz de Menchu y una poesía leída por Rita María Alvarez, una de sus últimas compañeras de micrófono en Radio Nacional. Su hermana Marisol envió una carta-semblanza que leyó Patricia Toyos y todas las compañeras de tertulia le dirigieron unas palabras de emoción y sentimiento escritas por Estela Rosete.

Fue un acto cargado de momentos inolvidables solo rotos por el sublime silencio del paraje de Moru, donde su voz ha quedado grabada para siempre.

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