Pepa Fernández (RNE): «Siempre tienes que tener retos e ilusión y mantenerlos»

Pepa Fernández

Sonia Torre escribe en laregion.es que María José Fernández Vallés (Cervera, Lleida, 4 de marzo de 1965), más conocida como Pepa Fernández, es una periodista, locutora de radio y directora del programa «No es un día cualquiera» de Radio Nacional de España que afila su inconformismo con La Región
Pepa Fernández necesita pocas presentaciones. Su voz lleva décadas acompañando a sus “escuchantes” a través de su programa “No es un día cualquiera”, en Radio Nacional. Resulta difícil resumir una trayectoria profesional tan prolífica, reconocida con numerosos premios, entre ellos dos Ondas. Nacida en Cervera, Lleida, mantiene fuertes las raíces paternas que la sujetan a Ourense. Añora los batidos de turrón de La Ibense (“eran lo mejor del mundo”) y reconoce sentir pena al ver cómo cambian los escenarios de su infancia: “Pero bueno, las ciudades evolucionan, se hacen mayores y necesitan otras cosas. Así que una parte de tu nostalgia te la tienes que guardar, porque comprendes que las cosas no pueden ser eternas”.

  • Acaba de celebrar el programa 2000+1 de “No es un día cualquiera” ¿Ha sido una odisea llegar aquí?
  • Sí, sin duda. Todo lo que resiste en el tiempo y se mantiene en el tiempo significa eso, resistencia, y la resistencia siempre es dura y una odisea. No ha sido fácil, pero al final siempre tienes un premio, que es el cariño de la gente que te sigue.
  • Usted ha dicho que la radio, buscar setas y montar en globo la hace feliz. ¿Es necesario a veces perder la tierra bajo los pies para poder seguir?
  • Sí, a veces es muy bueno y necesario ver las cosas en perspectiva. Tengo eso que llaman el síndrome del ascensor, que tienes las buenas respuestas cuando estás en él y piensas “tenía que haber dicho esto”. Tengo la sensación de que todos necesitaríamos alejarnos un poco más de la realidad, verla desde fuera, desde lejos, reflexionarla y después actuar.
  • El poder de la palabra, ¿es un poder en riesgo de extinción?
  • Tengo la sensación de que ya no se confía en el poder de la palabra, porque muchas están vacías de contenido. Hemos manoseado y hemos manipulado tanto palabras grandes como patria o libertad que la gente ya no sabe de qué estamos hablando. La libertad entendida por Milei, por ejemplo, no es la libertad que yo entiendo. Cada uno tiene ahora su propia idea. Así las palabras se vacían de contenido y dejamos de entendernos. Con una misma palabra ya no entendemos lo mismo.
  • ¿Cuál es ahora el mayor enemigo del periodismo?
  • El populismo. Creo que está haciendo mucho daño a los medios, porque no le interesa tener críticos, gente que comprueba y demuestra que dicen cosas que no son verdad y hacen cosas que no deben hacer.
    Tengo la sensación de que ya no se confía en el poder de la palabra, porque muchas están vacías de contenido
  • Usted viaja con su programa. Ha dicho que para “deslocalizar”. ¿Qué importancia tiene la prensa local?
  • Muchísima, porque es la que te cuenta las cosas que suceden en tu ámbito; eso es lo que nos gusta a todos. Necesitamos saber qué está sucediendo en Palestina, en Ucrania, pero lo que nos atañe más de cerca siempre ha sido nuestro máximo interés. Hay mucha gente que necesita saber qué pasa en su comunidad, en su pueblo, en su ciudad y ese es el papel de la prensa local, por la que yo siempre rompo muchas lanzas. Creo que hace un papel muy necesario, imprescindible, que no puede hacer nadie más. Así que ojalá, ojalá, los medios locales consigan mantener su cuota de mercado, que es lo que les interesa y nos interesa a nosotros como ciudadanos.
  • Los podcasts, ¿reviven la radio o ponen en riesgo su esencia?
  • Iñaki Gabilondo lo dice siempre, esto ya estaba inventado, es la radio grabada. Es lo mismo que escuchar un disco o ir a un concierto. ¿Por qué la gente paga dinerales para ir a escuchar a Taylor Swift, por ejemplo? Porque el directo te aporta un plus de naturalidad y de imperfección que yo creo que tiene mucho valor. Un podcast es como un disco bien grabado, no hay errores porque puedes corregir las cosas. Tienes podcast de todo, pero creo que vamos a morir de éxito. La radio te ofrece el directo, la naturalidad y la espontaneidad que no te puede ofrecer un podcast. Soy pesimista para todo en la vida, excepto para el futuro de la radio. Seguirá viviendo, con más o menos fortuna, porque sigue habiendo gente sola y la radio es como estar escuchando a un grupo de amigos.
  • Usted apuesta en sus programas por la calma, por la conversación. ¿Hay demasiado ruido en tertulias y en los medios?
  • Sí, porque nos gusta, en general, la confrontación, embarrar. Estas cosas parece que den audiencia. Cuando escuchas una tertulia, generalmente ya sabes la opinión de cada uno de los tertulianos. Siempre se identifican con una misma tendencia, cosa que no entiendo. Un periodista no puede estar adscrito o defender siempre a un mismo bando. Pero a la ciudadanía en general parece que le gusta ratificar sus propias opiniones y dar caña al otro. La gente busca la confrontación, pero no admite que le hagan pensar o cambiar de opinión. Es una tendencia muy humana, pero creo nos hace estar equivocados; deberíamos tener más capacidad crítica y de reflexión.
  • ¿Cuál es hoy en día un acto de rebeldía?
  • Votar es un acto de rebeldía. Mucha gente cree que no votando se hace rebelde, y no. Hay que hablar en las urnas. No sirve soltar grandes discursos y después añadir “y yo además no voto”. Ese no es el acto de rebeldía, lo es votar. Y hacerlo en conciencia, habiendo reflexionado y sabiendo por qué votas a una determinada opción.
  • ¿Hay que salir siempre de la zona de confort?
  • Si tu zona de confort sigue siendo confortable para las personas que la comparten contigo, es ideal, porque todos necesitamos zona de confort. Otra cosa es que te apoltrones y dejes de hacer las cosas con el mismo interés y con la misma ilusión con las que las hacías al principio, eso no me parece bueno, porque siempre tienes que tener retos e ilusión. Pero cuando lo que a otros les puede parecer una zona de confort sigue siendo una zona estimulante para muchas personas y para ti, no me parece malo. A mí la expresión zona de confort me parece bastante desafortunada.
  • Ourense para usted, ¿tan lejos o tan cerca?
  • Siempre cerca, porque aunque esté lejos físicamente, sigo muy al corriente de la actualidad ourensana y me siento parte de ella. Ourense al final es la ciudad de los momentos felices de la infancia y eso no lo cambia nada ni nadie. Mis lazos de afecto con Ourense son eternos, para siempre.
  • ¿Alguna espina clavada con Ourense?
  • Sí, alguna espina clavada con Ourense tengo. Siempre hay una espina clavada, pero procuro ver la parte positiva y pensar que todo va a mejorar.



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