Xantal Llavina (Catalunya Ràdio) publica el libro «Som digitals»

Xantal Llavina

Gemma Busquets Ros le ha entrevistado para El Punt Avui:
En el prólogo de «Som digitals» (Editorial Profit), escribe Alex Marquina, director de Promoción y Estrategia de Marca de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, que no es un libro de tecnología: «Descubriremos cómo la tecnología ha modificado nuestra manera de vivir, ha dado la vuelta la estructura social y hará que nunca más nada sea igual que antes».



-¿ La crisis de la Covidien-19 nos ha hecho cuenta de que somos digitales?

  • Nos hemos digitalizado por fuerza. Estos días no podemos tener contacto humano, en el trabajo, con la familia, y, por tanto, todos nos hemos digitalizado, que es un hecho sociológico importante. Vivimos esta revolución digital, pero la hemos hecho evidente en estos ámbitos, el de las relaciones personales y profesionales. Gracias a la tecnología nos podemos ver con la familia. Y en cuanto al teletrabajo, un dato: 2.000 reuniones diarias se hacen telemáticamente en la Generalitat. Sin la tecnología, con esta pandemia, estaríamos incomunicados.
  • ¿Qué hay de negativo de vivir la pandemia de manera digital?
  • No veo ninguna. Lo que sí percibo es que la revolución digital, que incorpora la robótica entre otras cosas, en el país va con retraso. China lo ha hecho mucho mejor que nosotros. Tecnológicamente, son mucho más potentes. En China tenían robots enfermeros. Aquí no hay ningún hospital con un robot que pueda hacer tareas para preservar algunos enfermeros. También, gracias a la aplicación que ha puesto en marcha Salud del gobierno catalán, saben cómo nos encontramos los catalanes. Y con impresoras 3D se han podido imprimir respiradores. La tecnología nos ayuda totalmente en esta pandemia, pero lo que se ha visto es que los gobiernos tienen poco implantada la revolución. Uno de estos casos es la robótica.

-¿Y la saturación de información?

  • Sí que nos llegan muchos mensajes por diferentes redes, pero estos días también debemos saber apagar la radio y la tele. Psicológicamente puede afectar tanta saturación de información, puede provocar angustia y ansiedad. Lo que recomiendan es también saber parar. No es asumible digerir toda esta información.
  • Dos mil reuniones diarias que hasta hace un mes se hacían presencialmente. ¿Habrá un no retorno a rutinas que pensábamos indispensables?
  • Creo que sí, pero sobre todo que el teletrabajo no significa perder puestos de trabajo. Los empresarios y los jefes verán que se puede ahorrar por este lado. Sí que la tecnología nos permite ganar tiempo y conciliar, lo que muchos padres y madres reclaman. Sí se pueden hacer reuniones a distancia con muchas personas y tomar decisiones. No valen la pena reuniones eternas de una hora. Pero, con el incremento del teletrabajo, hay grandes bancos que lo han implementado en el 80% de la plantilla. Se debe reforzar también la ciberseguridad. Hay muchas profesiones que se han adaptado. Por ejemplo, abogados, psicólogos y también entrenadores personales están haciendo consultas y clases por Skype. Permitirá tener la vertiente analógica, presencial, y la digital.

-¿Vivimos demasiado pegados al móvil? Se lo pregunta aen el primer capítulo del libro. Hemos convertido una herramienta de utilidad en una herramienta de entretenimiento.

  • Sí, porque nos ha cambiado la manera que tenemos de vivir y de cómo nos relacionamos y de cómo trabajamos. Hay estudios que señalan que cogemos el móvil de media entre 100 y 150 veces al día. Para hacer muchas cosas: informarnos, comprar o consultar los movimientos del banco. Es positivo por esta parte, pero también es un gran espacio de ocio digital y virtual. Por ejemplo, datos que damos en el libro: cada día se ven en el mundo en YouTube mil millones de horas de vídeo. Y Spotify tiene más de 200 millones de usuarios, y Netflix más de 150 millones. Esto significa muchos contenidos audiovisuales. También está el crecimiento de los videojuegos. En Catalunya, tenemos 130 empresas que están haciendo videojuegos. Y estos días de confinamiento hay un auge exponencial de los deportes en línea. Mueven mil millones de dólares al año. Las beneficiadas de este coronavirus son las empresas tecnológicas.
  • En cambio, hay un impacto económico letal para otros. ¿Habrá trabajos que desaparecerán?
  • Pienso que habrá trabajos que se deberán readaptar. Hay que serán muy necesarios, como los especialistas en big data, que recopilan todos los datos y ayudan a tomar decisiones; también el desarrollador de software, creativos para alimentar el monstruo de internet que devora contenidos y se tienen que ir generando, especialistas en marketing digital, ingenieros ambientales para luchar contra el cambio climático, genetistas, especialistas en comercio electrónico … Habrá adquirir nuevas competencias y no dejar de aprender.
  • Dedica un apartado a la enseñanza. Estos días hay formación en línea. ¿Es este, el futuro?
    -El Covid -19 ha activado la revolución digital. En el caso de la enseñanza, hay clases por Skype con profesores, en muchos institutos se está trabajando en línea y los maestros ven la importancia del móvil, el ordenador y la tableta. Sin embargo, es luchar para que lo tengan todos los alumnos, eliminar la brecha digital. Nos tenemos que plantear cómo se debe hacer el aprendizaje digital de nuestros hijos. Ya se están haciendo clases de robótica, pero pensando también en las niñas. Hay que motivar a las niñas en el mundo de la tecnología. Es importante hacer este trabajo desde las aulas, también de abordar conceptos como la nanotecnología o la inteligencia artificial.
  • La revolución digital ha empoderado a las mujeres
  • La tecnología ha ayudado a visibilizar y a empoderar a las mujeres. También gracias a la etiqueta #MeToo en las redes sociales, con la que las mujeres pudieron denunciar acosos sexuales padecidos en primera persona. Y esto llevó a un movimiento en la sociedad tomar conciencia. También hay mucho talento femenino que no está visibilizado a las empresas ni a los consejos de administración. Y en las tecnológicas también está pasando; sólo hay un 10% de estudiantes mujeres en las TIC. En el mundo virtual la desigualdad no existe y en el mundo real sí.
  • En 2011 escribió un libro sobre Facebook. No hace tantos años, pero parece Jurásico. Los adolescentes, nativos digitales, marcan la pauta. Están en Instagram y en Tik Tok. ¿Qué redes quedarán y otras serán modas?
  • Los jóvenes están en estas redes para entretenerse y por eso muchos medios se han vertido, para que los jóvenes dicen que es la vía por donde se informan. Es cierto que las redes van cambiando y ahora el público se decanta por imágenes y vídeos. Seguramente nacerán nuevas. El tráfico de internet ha aumentado mucho con la Covid-19 y sobre todo en las redes sociales. Según los últimos datos de la Generalitat, el tráfico de internet ha crecido un 137% y el del móvil crece un 50% en voz y un 25% en datos.
  • También estos días de confinamiento se ha alertado del exceso de entretenimiento y del derecho de aburrirse.
  • Somos digitales pero no dejamos de ser humanos. Podemos estar conectados a las redes sociales pero también tener tiempo para las relaciones personales. Es importante ser digitales para que el mundo avanza, pero debemos conservar la esencia de las personas. La tecnología no debe olvidar la ética y la humanidad.
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