Nicola Pedrazzoli y ElNacional.cat aspiran a controlar las emisoras de la SER en Catalunya

Nicola Pedrazzoli

Àlex Gutiérrez escribe en ara.cat que el grupo Prisa quiere sacar partido a la abundancia de frecuencias de radio que tiene en Catalunya para sus distintas marcas. En este proceso de reordenación, existe un número de licencias, de entre 8 y 18, que podrían ser el germen de una nueva emisora ​​generalista en catalán. Dos contendientes las pretenden. El empresario Nicola Pedrazzoli, actual propietario de 8TV, es quien lidera la carrera, ya que ha firmado un preacuerdo con el grupo mediático español para operar estas frecuencias y poner en marcha 8 Ràdio a partir del 11 de septiembre.



Este proyecto nacería siendo consciente de que RAC 1 y Catalunya Ràdio suman cerca de millón y medio de oyentes, con lo que hay que hacer una propuesta alternativa. El plan de negocio previsto no pone tanto el énfasis en las audiencias cuatrimestrales del EGM como en la creación de diversas comunidades de públicos diversos a las que se pueda llegar con las distintas ventanas del grupo, como la televisión o portales digitales. Tras la inversión se encuentran los socios de Pedrazzoli en 8TV: Borja García Nieto, Christian Georges Pérez Pradere y Francisco Javier Morán Rey. Pero fuentes conocedoras del proyecto hablan también del empresario Manuel Lao como una de las personas de las que se busca la financiación. Lao ingresó, en 2018, 2.400 millones de euros por la venta de Cirsa –empresa dedicada a las máquinas tragaperras– al fondo Blackstone.

La gran estrella de la emisora ​​sería Frank Blanco, que ya capitanea el programa de mayor éxito en 8TV y tiene amplia experiencia radiofónica: presentó del 2006 al 2012 el matinal «Anda ya», en Los 40 Principales. Desde el grupo se considera que una radio y una televisión pueden retroalimentarse y trazar sinergias como ésta.

Esta operación sitúa un interrogante en el horizonte: qué pasará con SER Catalunya, la marca en catalán del grupo. Y aquí es donde se activa el debate sobre cuántas frecuencias se traspasarán finalmente a Pedrazzoli y cuáles (ya que no necesariamente deben ser las que ahora utiliza SER Catalunya). También debe concretarse si el régimen será un alquiler estricto o una especie de partenariado. Y, evidentemente, es necesario pasar del preacuerdo al acuerdo.

En todo caso, Prisa Media quiere mantener su presencia en catalán, así como la marca SER Catalunya, liderada hasta ahora por el magacín que presenta Josep Cuní y que, en el último EGM, pasó de 31.000 a 45.000 oyentes. El hecho de disponer de un excedente de frecuencias permitiría reordenar el cartapacio y seguir manteniendo una cobertura amplia de la SER en catalán –con frecuencias específicas o con desconexiones de Cadena SER– a pesar de la cesión de ubicaciones al dial de la FM al grupo de Pedrazzoli. Pero la capacidad combinatoria es limitada, puesto que algunas de estas licencias están marcadas como generalistas o musicales.

Prisa puso en marcha la marca SERCat en 2016, a partir de frecuencias de la extinta Ona Catalana. Enseguida el nombre mutó a SER Catalunya, con la incorporación de Cuní, en una operación que fue interpretada como el intento político del Madrid mediático, en los años culminantes del Proceso, de promover una marca en catalán que fuera alternativa a Catalunya Ràdio y RAC 1, consideradas ambas como soberanistas. Poco después, RTVE ponía en marcha también un plan para aumentar notablemente las horas de televisión en catalán en su parrilla.

José Antich también quiere hacer radio
Sin embargo, Pedrazzoli no es el único que quiere tener una marca radiofónica. El editor de El Nacional, José Antich, también ha estado haciendo sus exploraciones. Por un lado, ha estudiado comprar una licencia en Barcelona: la que emite por el 104.2 de la FM y propiedad del grupo editorial andaluz Joly. Esta licencia ya intentó ser traspasada a Carlos Herrera, pero el Consejo del Audiovisual de Catalunya (CAC) lo impidió al considerar que se violentaban los compromisos a partir de los cuales el grupo había ganado esa concesión.

Este 27 de abril, el pleno del CAC se reunía de nuevo para debatir una nueva solicitud del grupo Joly –cursada en noviembre anterior– de poder vender aquella licencia, aprovechando que se cumplían ya 20 años del concurso a partir del cual la ganaron. La respuesta, de nuevo, ha sido negativa y eso le deja a Antich sólo la alternativa de alquilarla, que ya no es tan atractiva porque sería dinero gastado a fondo perdido y, además, habría que conseguir un período de arrendamiento largo, puesto que arrancar un proyecto radiofónico necesita años. La licencia se había valorado en unos dos millones de euros, que es el dinero ofrecido inicialmente por Herrera. Se trataba de una cantidad fácilmente recuperable, ya que las licencias son un bien escaso y, por tanto, buscado. Esta vía no se ha abandonado pero la adopción de una radio tampoco es una prioridad para la empresa editora.

En cuanto al posicionamiento, la emisora ​​estaría ideológicamente cercana a las tesis de los sectores puigdemontistas, en coherencia con la línea editorial de El Nacional. El proyecto ha sido presentado políticamente al consejero de Economía y Hacienda, Jaume Giró, para explorar qué soporte económico público podría recibir el lanzamiento de esta nueva radio. Y uno de los nombres que se ha hecho sonar a la hora de mover el dossier es el de Jordi Basté, aunque el periodista ni está involucrado en el proyecto ni ha expresado ningún deseo de abandonar la emisora ​​que le fichó en 2004. En todo caso, fuentes de El Nacional niegan estos contactos con Economía y el sondeo de Basté.

Aparte de negociar con Joly, Antich se ha reunido también con los responsables de SER Catalunya para explorar la vía de llegar a algún tipo de acuerdo con el que arrancar una radio. Las negociaciones han estado vivas hasta principios de mayo y, según ha podido saber el Ara, desde la radio no se dan por cerradas. Pero sí se comunicó a Antich que Pedrazzoli era la opción preferente.

Cabe recordar que, a principios de mayo, el grupo Godó vendió el 20% de acciones que todavía mantenía de Prisa Ràdio en la misma empresa por 40 millones de euros. Esto ha tenido un peso también en el proceso de decisión. Ceder las frecuencias a Antich, que fue director de La Vanguardia y protagonizó un amargo divorcio con el grupo Godó, comportaría a Prisa la apertura de un conflicto con su antiguo socio. Y, por el contrario, Pedrazzoli mantiene buenas relaciones con Godó, ya que le compró el pasado año la marca 8TV.

Sin embargo, todavía hubo un tercer nombre en las quinielas: Jaume Roures. Sin embargo, fue el primero en caer. Al fin y al cabo, la enemistad histórica del responsable de MediaPro con Prisa es conocida y, además, sus posicionamientos políticos podían resultar incómodos para un grupo tradicionalmente situado en una órbita cercana al PSOE. Fuentes de MediaPro dicen que los contactos no se han producido.

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