La Academia Española de la Radio pide la dimisión del alcalde Almeida por dejación del patrimonio público de los madrileños

José Luis Martínez-Almeida

La Academia Española de la Radio considera que el gobierno del Ayuntamiento de Madrid está perjudicando los intereses de los madrileños al abandonar el uso de la frecuencia de radio municipal calificada como patrimonio público y, por tanto, pide la dimisión del Alcalde.



En el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, celebrado el pasado 26 de octubre, se puso de manifiesto que la frecuencia de la emisora de radio municipal, 88.6 Mhz, llevaba tiempo okupada por una emisora comercial ecuatoriana ante la indiferencia de propio Ayuntamiento. Ha sido pues a raíz de la presentación de una proposición del grupo municipal Vox cuando, en dicho Pleno, el delegado del Área de Economía, Innovación y Empleo, Miguel Ángel Redondo, informaba de la denuncia interpuesta por el Ayuntamiento ante la Guardia Civil para expulsar a los okupas.

Resulta ahora paradójico que Martínez-Almeida, durante la campaña electoral municipal de 2019, se esforzara en prometer el cierre de la radio municipal y que, tras proclamarse alcalde de Madrid, cambiara rápidamente de opinión y procediera a renovar la licencia de radio, pagar la tasa anual, plantear un proyecto formativo en radiodifusión e incluso solicitar a la Dirección General de Telecomunicaciones la autorización de las instalaciones del centro emisor, para así poder emitir legalmente tras más de dos décadas de emisiones no autorizadas por Telecomunicaciones. Recordar que fue durante el mandato de Álvarez del Manzano cuando el Ayuntamiento de Madrid solicitó la licencia de radio municipal al Gobierno y empezó a emitir sin los permisos necesarios.

Almeida mintió, pues, a su electorado en relación al tema de la radio municipal. Es así que, más allá de no cumplir lo prometido, ha originado todo un despropósito por cuanto el gobierno municipal, que ha considerado patrimonio de los madrileños la licencia de radio, ha dejado la frecuencia abandonada de uso, es decir, sin poner en marcha una programación en antena –contraviniendo la normativa legal–, dejando así que la frecuencia pudiera ser utilizada por otra emisora de radio cualquiera. Y es que es habitual en el sector de la radiodifusión que se aproveche cualquier hueco libre del dial para lanzar una nueva emisora pirata dado el caos regulatorio existente en nuestro país. Y esto es lo que ha pasado, que ante la falta de uso de la frecuencia municipal, calificada de patrimonio de los madrileños por el propio gobierno municipal, ha sido una emisora latina la que la está utilizando ahora.

El Ayuntamiento de Madrid se escandaliza y decide interponer una denuncia por el uso ilegal de su frecuencia, precisamente cuando el grupo municipal VOX destapa el asunto y lo lleva al Pleno. Algo que pilla por sorpresa también a los grupos de la oposición, que precisamente en anteriores plenos y comisiones municipales condenaban el cierre de la radio municipal por parte de Almeida, sin saber que una emisora ecuatoriana ya estaba haciendo uso de la frecuencia, 88.6 FM.

Sorprende que el Ayuntamiento de Madrid, habiendo sido ya denunciado por presuntos delitos económicos en relación al funcionamiento ilegal de su emisora y, también, precisamente, por no comenzar a emitir una vez ya conseguida dicha autorización, se indigne ahora y denuncia a quien, ante está dejación, aprovecha la frecuencia para dar servicio informativo a un colectivo como es el de los ecuatorianos residentes en Madrid. En el reciente Pleno han votado en contra de quitarle el uso de la frecuencia a la emisora ecuatoriana el grupo Socialista y el grupo Más Madrid.

Cabe tener en cuenta, además, la otra falsa promesa del actual equipo de gobierno municipal cuando anunció en una comisión de Cultura que se reutilizaría la gran inversión realizada por Manuela Carmena en el equipamiento técnico de la radio municipal para desarrollar cursos de formación. No solo no se ha cumplido lo anunciado, sino que se desprecia el convenio firmado con la Academia Española de la Radio, precisamente enfocado a dicha formación, alegando que la formación profesional en radio no tiene futuro laboral. Así lo dijo, en el pasado Pleno municipal, el concejal de Ciudadanos, Miguel Ángel Redondo, delegado del Área de Gobierno de Economía, y Empleo. Sin embargo, la concejala del grupo Mixto, Marta Higueras, anterior responsable del Área de Empleo con Carmena, le enmendó la plana al delegado, cuando intervino diciendo que la Agencia para el Empleo del Ayuntamiento viene impartiendo cursos de radio en colaboración con una radio comunitaria. Es decir, el Ayuntamiento de Madrid confía la formación radiofónica a una modesta emisora de barrio y se la niega a la Academia Española de la Radio con la que tiene un convenio firmado que sigue anunciado en la web corporativa municipal.

El alcalde está jugando caprichosamente con el patrimonio de los madrileños y ha mentido a su electorado que le hizo llegar al poder. Y es que, como se ha demostrado tras las votaciones del Pleno sobre este asunto, Almeida y Villacís quieren seguir manteniendo la frecuencia de la radio municipal, pero sin emitir programación alguna en antena, ni que otros lo hagan. Es decir, “ni comen ni dejan comer”.

Almeida debería dimitir como alcalde, porque, como portavoz nacional del PP, suele ser muy diligente exigiendo a otros políticos que asuman responsabilidades. ¿Acaso la dejación del patrimonio público no es motivo suficiente?

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