Jesús Quintero rompe su silencio ante su caótica situación y afirma que el dinero siempre le ha «quemado en las manos»

Iker Gurpegui escribe en elcierredigital.com que Jesús Quintero ha roto su silencio más extenso en una entrevista concedida a la madre de una de sus hijas, Joana Bonet, en el número de Vanity Fair de agosto. El mítico periodista, que hace cuatro años se casó y se volvió a vivir a su localidad natal (San Juan del Puerto, Huelva), asegura que ha preferido no contestar al torrente de especulaciones que han llovido sobre su persona: «¿Tantas cosas han dicho de mí? A mí me gusta el misterio».



También le ha gustado vivir la vida con intensidad a pesar de haber sufrido varias depresiones que le alejaron de la primera plana mediática, tal y como recuerda: «Tuve que tomar litio para entrevistar a Alfonso Guerra en La Moncloa, estaba en el suelo, con una gran depresión, y no quería anular la entrevista. Él no lo supo. Hay que ser un gran simulador, los parlamentarios lo son».

Sobre sus problemas económicos, reconoce que el dinero le ha «quemado en las manos. El gran error de mi vida es que invertí mucho en Radio América, Montpensier y Teatro Quintero, y que después de gastarme 300 o 400 millones de las antiguas pesetas ha pasado a otros» y reconoce que para él «perder dinero no ha sido una tragedia». Y añade: «Voy pagando las deudas, los bancos siempre se han portado bien».

Peor se portó con él TVE, que le censuró una entrevista a José María García en la que el mítico locutor estallaba contra Florentino Pérez, que tenía una gran relación con el entonces presidente de la Corporación pública Luis Fernández.

También recuerda Quintero su relación con Ausbanc: «Nos alquilaba el teatro para hacer un espectáculo. Yo hablaba con él para reclamar un pago. Era sinvergüenza, me pidió dar una conferencia en Madrid donde todos fumaban puros. Fueron a por mí». Mejor opinión tiene sobre Julio Anguita, un político honrado para el onubense: «A Julio le miré hasta las cuentas del banco y no tenía ni un duro».

El largo adiós de un genio
Jesús Quintero jugó con los silencios, creó atmósferas, entrevistó a presidentes del Gobierno, compadreó con ‘vagamundos’, cuidó la realización, mimó la puesta en escena, apostó por la poesía y regaló horas de la mejor radio y televisión española de las cuatro últimas décadas.

‘El Loco de la Colina’ arrasó en las noches de RNE y la SER, cruzó el charco a Argentina y Uruguay y se estrenó en televisión con ‘El Perro Verde’ (que tanto dio que hablar porque unos ecologistas no detectaron el juego de luces y protestaron porque creyeron que habían pintado al can).

Quintero puso un micrófono al ‘Cojo Mantecas’, le tocó las palmas a Lola Flores, dejó presumir a Mario Conde, no se amilanó ante los criminales de ‘Cuerda de presos’, se psicoanalizó tras el final de Rafi Escobedo y convirtió en ‘superstar’ al ‘Risitas’.

El periodista fue capaz de lo mejor y lo peor: no se calló cuando RTVE le censuró la famosa entrevista a José María García, se arruinó varias veces y, de una manera un pelín hipócrita, apostó por entrevistar a los personajes del corazón sin bajarse de la ‘peana’.

Una carrera meteórica
La carrera de Quintero se apagó definitivamente en 2014 tras hacerse públicas unas conversaciones en las que se podía intuir que quería forzar a que Luis Pinedo, de Ausbanc, se hiciera cargo de unas deudas que iban a provocarle embargos en Cádiz y Huelva.

‘El Loco de la Colina’, convertido en personaje de ‘Sálvame’ tras protagonizar un aparatoso accidente de coche, solo ha cogido desde entonces el micrófono para poner en pie unos refritos nostálgicos en Canal Sur titulados ‘Memorias del Loco’, que supusieron en 2017 su adiós casi definitivo a la televisión.

En los últimos años Quintero se ha dejado ver poco y mal: el rey del silencio sufrió al ver que su guionista Jesús Salvago destapó que ‘El Loco’ era un personaje guionizado. Tampoco le fue mejor en su cara a cara con Carlos Alsina, que le tumbó argumentarios en un viralizado debate universitario. Y hasta el homenaje que le regaló Jordi Évole se vio empañado por la negativa del onubense de no aparecer en imagen.

La pena es que algunos andaluces solo se quedarán con sus lamentos ante el encarcelado Pinedo: «Me van a ejecutar en Cádiz, me van a ejecutar en Huelva, por favor Luis, arregla esto ya, por favor te lo pido. Yo te he hecho unos trabajos, Luis».

Archivo y cierre
Jesús Quintero resumió su exitosa carrera en el recomendable documental ‘Mi querida España’ y hace unos años donó las 10.000 horas que componen su archivo profesional a su localidad natal, San Juan del Puerto (Huelva).

El proyecto que parece que no va a acometer es el de escribir un libro de memorias titulado ‘Mis queridos hijos de puta’. En esta obra, aseguraba con sorna, iba a denunciar el funcionamiento interno del sector de la comunicación. Pero quizás se quede con las ganas…

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