Luis Ignacio Parada Rodríguez nació el 11 de agosto de 1936 en Salamanca y ha muerto el 27 de junio de 2018 en Madrid. Fue, por encima de cualquier otra cosa, un gran periodista al que Iñaki Gabilondo puso el mote de «Míster Dato». En ABC publicó durante casi dos décadas un billete diario de análisis económico y fue editorialista. Luis Maria Mirón ha repasado su trayectoria para ABC.
Pocas horas antes de fallecer, Luis Ignacio pedía a su hija, María Jesús, que le encendiera el ordenador, que tenía que escribir. Y es que ha muerto con las botas puestas y escribiendo cada día, aunque sólo fuera por el placer de juntar las letras con las ideas. Durante sus cerca de veinte años en ABC publicó 7.500 «Tirando a dar» y otros tantos editoriales. Esa columna tan personal que cada día se publicaba en las páginas de Economía y que tenían siempre el interés del que profundiza en los datos con el comentario fino y pertinente. Su lectura era obligada.
Fue pionero del periodismo económico, primero en las páginas salmón del diario «Informaciones» y posteriormente en el diario «Cinco Días». También fue precursor de la información económica en Televisión Española. Toda su vida giró en torno a este tipo de información especializada, dominando perfectamente las grandes cifras de la economía española, así como los entresijos empresariales, que le gustaba especialmente «destripar».
Nunca se quejó de trabajar todas las horas del día y de ayudar a los demás con sus correcciones certeras, cultas, o sus sugerencias que mejoraban un escrito. Su cultura era muy amplia, le interesaba todo: aunque su pasión era la economía, también entró en la literatura o la música y no le asustaba escribir de cualquier otro tema. Eso lo demostró no sólo en las páginas editoriales de ABC, sino también en sus libros como «Cuidado con Aristóteles» o «El Placer de la música».
En el periodismo le ocurrió lo mismo, tocó todos los medios: presentó el Telediario de Noticias 2 y también durante años ofrecía la información económica en la primera cadena de RTVE. Colaboró también en las tertulias de algunas cadenas de televisión con Vicente Vallés o María Teresa Campos o con José Cavero. También ocupó espacios en la radio con Iñaki Gabilondo, o en Punto Radio con Félix Madero y María José Sastre. Pero, sin duda, su lugar preferido era el periodismo escrito, como lo demuestran los más de 15.000 artículos publicados en diarios y revistas.
Tuve la suerte de remar veinte años a su lado y siempre fue un compañero con el que se trabajaba a gusto. Cuántas veces le pedía que me arreglara un título o me lo sugiriera, y siempre acertaba. Era persona de conversación fácil, de paladar exquisito, de buen mantel. Cuántos cierres en el periódico terminaban en su despacho con una cena improvisada, con algo preparado por él mismo. O aquellos roscones de reyes que nos hacía su mujer o María Jesús. Ahora ya descansa, tras estos últimos meses duros en los que la enfermedad le ha atacado fuertemente, sin que en ningún momento se le haya escapado una queja. Siempre ha tenido una sonrisa o una broma para quitar importancia a sus dolores. Hasta siempre, Luis Ignacio, y espero que ahora desde arriba nos sigas «Tirando a dar».
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