Así se hizo el especial del Rocío 2020 en La Noche de Adolfo Arjona en COPE

COPE

Te invitamos a que conozcas la magia de la radio para conseguir una ficción sonora que te permita vivir el Rocío a pesar de no haberse podido celebrar su romería.
La radio es magia y ensoñación y eso se pudo comprobar este año cuando sin haber celebración de El Rocío, La Noche de Adolfo Arjonafue capaz de trasladar a los oyentes a la aldea de la localidad de Almonte, para vivir una noche con todos los sonidos y sentimientos rocieros.



Santiago Padilla y Ainhoa Arteta
El presidente de la Hermandad Matriz de Almonte y la soprano, estuvieron juntos pero no revueltos.
Cada uno en un lugar distinto, pero el sonido de caballos, gente cantando y una candela, unieron a los dos en el primer tramo del programa. Ainhoa Arteta iba a cantar por primera vez en la parroquia de Almonte, donde se encontraba la Virgen del Rocío, pero se metió en su papel para contar como si ya lo hubiera hecho.

Santiago Padilla iba a vivir su primer Rocio como presidente de la hermandad, no pudo ser en la realidad, pero la COPE pudo generar ese momento desde la ficción.
Así comenzaba una noche de Rocío, sin romería y con todos los elementos técnicos que se fueron trasladando a cada lugar de residencia. para que fuese lo más auténtico posible.

Carlos Herrera
Técnicamente era el que más fácil lo tenía. Con un equipo permanente en su casa de Sevilla, para hacer a diario su programa en COPE, solo era cuestión de que asumiera el papel. Y como excelente profesional que es, lo hizo a la perfección.
Herrara invitó a Adolfo Arjona a subir a un coche de caballos virtual, para dar un paseo por la aldea almonteña. El sonido del caballo, los cascabeles. la gente alrededor… ‘adiós Herrera, guapo’ dijo una señora de repente, una neverita con botella de manzanilla, todo fue perfectamente creado, al igual que el resto de la ambientación del programa. por Andrés García.
Herrera y Arjona, hablaron de lo divino y de lo humano, del Rocío y los rocieros, del ambiente y de los estereotipos, de la fe y del camino.
El paseo terminó cuando Adolfo Arjona se dispuso a entrar en alguna de las casas, que siempre tienen sus puertas abiertas a todo el mundo que quiera compartir una copa, un cante o una charla.

José Manuel Soto
Una de esas casas era la del cantante José Manuel Soto, virtual eso sí. El cantante recibió a nuestro equipo técnico en su casa de Sevilla, pero se metió en el papel y también nos hizo creer que estábamos en la aldea. Incluso nos ofreció un cante.
Un artista echa mucho de menos la romería del Rocío cuando no se celebra. No puede cantar a su hermandad cuando sale para iniciar el camino, porque no hay camino que hacer. No le puede cantar a su ‘simpecao’ porque no camina por las arenas, no puede cantar con sus amigos porque todos se han quedado en casa… no puede cantar a la virgen, porque no está en su ermita.
Soto juega con los recuerdos y le cuenta a Arjona, cómo es su Rocío, la cosas que le faltan, y la certeza de que el año que viene volverá y que incluso cuando todo esto acabe, tendrá que acudir a verla a Ella, aunque no sea tiempo de romería.

El sonido del Rocío
Andrés García fue el mago del sonido. Supo sacar de aquí y de allá y mezclar de forma sublime, para hacernos creer a todos, incluido el propio Arjona, que esa noche estábamos en el Rocío. Isabel Fayos puso también parte de su música al servicio del sueño y se completó con las ráfagas poéticas de Francisco Javier Jurado, que salidas del corazón y de muchos años de camino rociero, supieron coser cada una de las historias que se iban sucediendo.
Este año en La Noche de Adolfo Arjona hemos soñado Rocío… porque la virgen, así lo ha querido.

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