Tony Fernández rememora sus inicios en Radio Cadena Española de Almería

Toni Fernández

Yo estaba tan tranquilo colaborando con José Miguel Fernández haciendo partidos de Regional Preferente cuando un día me llamaron a Saveres, donde trabajaba. Era Pepe Aliaga, que me pidió pasar por la ya Radiocadena Almería para echar un café esa misma tarde. Me temblaba la voz y las piernas camino de la cita. Me dijo que: “Mañana te haces cargo de la información deportiva”. Me quería morir. Se lo dije a mi maestro José Miguel, al que noté apartado de la historia, y me deseó mucha suerte. Le habían mandado al banquillo -nunca supe el por qué- y el recambio era yo.



Al día siguiente saqué adelante el primer programa y el domingo me dieron un rollo de cable de 50 metros y un teléfono para radiar el Baza-Almería. Recién casados fuimos mi mujer y yo y se me apareció la Virgen. La Cruz Roja de Baza daba al campo y Antonio Fernández, su responsable, me prestó el teléfono.

Hundido
Al día siguiente del partido me dijo José Miguel que no lo hice mal, y apareció por el estudio Antonio Sánchez Jiménez-Pajarero, del que no tenía noticias. Pensaba que el jefe era Aliaga. Me puso la mano en el hombro y me dijo: “Soy tu director, pasa a mi despacho”. Me dijo que decía “Armería” y que tenía que mejorar la dicción. Yo le dije que decía Almería. Entramos al despacho y le dio a play de una pletina donde aparecían todos mis fallos en el partido. A renglón seguido me lanzó un: “Chaval, aburres a las ovejas radiando”. Me quería morir y me marché de su despacho hundido y con ganas de salir corriendo pero…

Lo primero que pensé fue: se va a comer sus palabras. Al siguiente viaje en Estepona lo hice mejor. Tenía dos opciones: arrojarme al vacío o arrancar la moto y aposté por lo segundo. Se lo conté todo a José Miguel (mi descubridor) y me dijo: “Tranquilo, Fernández”. No ganaba para sustos porque a la semana siguiente veo en LA VOZ de Almería que nace un nuevo programa dirigido por Tony Fernández con mi foto. Al lado la de José Ángel Pérez. Me habían cambiado el nombre porque decía Pepe Aliaga que “con ese nombre llegaría más lejos”. En mi barrio era Camacho para todo el mundo y en Saveres también. Aquello fue la explosión del deporte con 6 horas ininterrumpidas cada domingo. Logramos llegar a la afición currando tanto tiempo.

Puedes comer
Yo puse todo de mi parte y José Ángel Pérez me lanzaba al vacío sacando un plus en cada entrevista. Me quitó los miedos y con la temporada ya avanzada vuelvo a cruzarme con ‘El Pajarero’ (como le decían) y me invita a echar un café en ‘El Paso’, los dos ‘solicos’. El camino -50 metros- se me hizo interminable y cuando me esperaba una bronca sin precedentes va y me dice: “Chaval, puedes comer de la radio”. Me dio un subidón sin precedentes pero, a renglón seguido me suelta: “Hay que batir a los de Antena 3”. Yo lo tenía perdido porque lideraba Miguel del Pino, que sabe mucho más que yo de fútbol y en la radio daba de diez.

Fichaje
Un día que llegaba a toda prisa para hacer el programa del mediodía -yo seguía trabajando en Saveres y tenía contrato de obra con Radiocadena-, me para y me suelta otra de sus píldoras mortales: “Me voy chaval”. Nunca me llamaba Tony. Yo era el más joven de la redacción ante gigantes de la radio a los que admiraba como oyente y como compañeros. José Ángel, que nos vio hablar, me preguntó por el tema y se calló. Nada más terminar salía corriendo para mi trabajo y me suelta: “Cuento contigo”. No entendía el mensaje, pero la noticia corrió como la pólvora de que se iba de director a Cádiz, y con la cabeza como un bombo al día siguiente le pregunté y me dice: “Cuento contigo, ya te llamaré que el Cádiz está en Primera División y te voy a necesitar”.

Agradecido
Y cumplió su palabra, pero no pude corresponder a su petición. Había nacido mi hija Copy y llevaba desde los 17 años en Saveres donde había crecido mucho, llevaba la caja y la recepción cuando alguien fallaba. Tenía un buen sueldo y mi mujer trabajando en Muebles Mago. No le pude corresponder y me llamó para radiar un Real Murcia-Cádiz para determinadas informaciones y siempre me tenía a su lado. Luego entró en RTVE desde su Málaga natal, le veía por la televisión y me acordaba de aquel hombre que me hizo dudar entre la radio o la vida, y que sacó todo lo que llevaba dentro y nunca sabré si fue por taparle la boca o por ese ego del que también me habló y me dijo que: “Tienes que sacar el ego si quieres ser algo en la radio”. Gracias.

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