Xus Lluelles, historiadora: “Sud Radio nació para hacer la puñeta a Radio Andorra”

Xus Lluelles

A. Luengo de Bondia.ad ha entrevistado a la historiadora Xus Lluelles y le ha preguntado por Radio Andorra y Sud Radio…



Quince días atrás en bondia.ad hablában a cuenta de ‘Historia económica de Andorra’. Ahora vuelven por ‘culpa’ de ‘Las radios andorranas: una cuestión de soberanía’, fascinante mirada a nuestro siglo XX que pone negro sobre blanco los intereses económicos y políticos que posibilitaron tanto el nacimiento como el fallecimiento de las dos históricas emisoras (Radio Andorray Sud Radio). También, las inesperadas consecuencias póstumas, entre las que Xus Lluelles coloca la Constitución de 1993.

P – Parece como si Radio Andorra concita en el país más simpatías ahora que no cuando emitía.
R – No lo veo así. Piensa que existió durante medio siglo y que forma parte de la memoria histórica de dos o tres generaciones.

P – ¿Se la sentía como algo andorrana de verdad?
R – Sin duda. Hay mucha conciencia del papel que tuvo para difundir la imagen del país en el mundo, a caballo de la celebérrima sintonía, «Aquí Radio Andorra, emisora del Principado de Andorra», en mi opinión la mejor campaña de marketing que nunca hemos tenido. Creo que era una emisora ??estimada. Otra cosa es que se acabaran de entender los complejísimos equilibrios políticos que hay detrás del asunto de las radios.

P – Sud Radio sí es claramente percibida como una emisora francesa, de fuera.
R – Es que a diferencia de Radio Andorra, que fue una concesión del Consejo a un ciudadano andorrano, Sud Radio fue una imposición del copríncipe francés, la concesión se otorgó a SOFIRAD, que era una sociedad pública también francesa, y sólo emitió durante tres decenios. El hecho de que se levantara en la cabeza del puerto ya genera una distancia física que acaba siendo psicológica.

P – Estamos en el 1935: ¿por qué Trémoulet y compañía tienen la ocurrencia de plantar una emisora precisamente en Andorra?
R – Hay que tener en cuenta la cuestión de las radios periféricas …

P – ¿De qué hablamos, cuando hablamos de «radios periféricas»?
R – Aparte del sentido estrictamente geográfico, son estaciones que emiten para el territorio francés desde fuera del territorio francés y que quedan por tanto fuera del control del Estado. Él buscaba sobre todo seguridad jurídica, y la jugada le salió bien: piensa que terminada la II Guerra Mundial Francia declara la radiofonía monopolio estatal y a él le expropian todas las propiedades … excepto Radio Andorra, que se convierte casi en enemigo nacional de Francia.

P – La tuvo entregirada toda la vida.
R – Cuando se da cuenta que no podrá controlar, Francia opta por una jugada maestra: abrir en Andorra otra emisora ??periférica … de propiedad estatal o paraestatal. Todo ello, en fecha tan retroceso como el 1951. Andorradio, después Radio de les Valls (1961) y a partir de 1966 Sud Radio emite desde 1958.

P – ¿La ‘guerra de las ondas’ de 1953, fue un mal cálculo de Cuadrado?
R – No me lo parece.

P – Hombre, termina con la imposición de un visado de 1.000 francos a los turistas franceses, y finalmente ha de retroceder y transigir: Andorradio comienza las emisiones en pruebas.
R – Inicialmente pensaba que en el trasfondo de la guerra había motivos estrictamente económicos. Hoy creo que el factor decisivo era la preservación de la soberanía. Cuadrado era muy celoso de su independencia, y la actitud de Francia era en ese momento muy … paternalista, por decirlo suavemente.
Hasta el punto de que en 1946 los gendarmes secuestran en territorio andorrano el director de Radio Andorra, Paul Laffont, para llevárselo a Francia.
Suerte que intervino el delegado del copríncipe episcopal, porque también lo condenaron a muerte! Pero es signo de las atribuciones que arrogaba Francia, que por otro lado llega incluso a interferir en las emisiones de Radio Andorra!

P – Volvemos a 1951 …
R – El defensor intenta hacerle frente, pero no tendrá más remedio que bajar la cabeza porque Francia no duda en usar la frontera como arma de presión, provocando una crisis económica y demográfica breve pero intensísima.

P – Radio Andorra nació y creció con un objetivo abiertamente comercial: hacer dinero. ¿Y Sud Radio?
R – Sud Radio nace con una vocación muy clara: hacer la competencia, hacer la puñeta a Radio Andorra. Si no puedo controlarte, trataré de arruinarte. Y el Estado francés puso, a través de SOFIRAD, todos los recursos, tanto económicos como tecnológicos y humanos.

P – Al final, gana: nace para hundir Radio Andorra, y en 1981 lo consigue, aunque sea al precio de hundirse ella también.
R – Con el matiz que en los años 70 las cosas han cambiado y la radiodifusión ya no es el negocio que había sido en los años 50 y 60.

P – Leemos con sorpresa que Mateo fue la primera opción para salir adelante Radio Andorra. Incluso antes de que Trémoulet. Si llega a decir que sí, ¿qué habría pasado?
R – La historia habría sido muy diferente. Lo cierto es que no le interesó, y que se ve que con Trémoulet no se podían ni ver. Tanto el uno como el otro merecen, por cierto, más atención de la prestada hasta ahora.

P – Mateu era un franquista de cantería. Trémoulet, el hombre que decidía durante el régimen de Vichy las subvenciones a las emisoras francesas!
R – Lo veo como un empresario que nada y al mismo tiempo sabe guardar la ropa, sin la implicación directa de un Mateu que al día siguiente de la entrada de las tropas franquistas en Barcelona es designado alcalde. De derechas lo era, obviamente. Y miraba todo por los intereses de sus empresas. Dentro de considerarlo colaboracionista …

P – Si le hubieran ejecutado cuando en 1946 le condenan a muerte, hoy sería un colaboracionista más.
R – No lo veo así. Y los tribunales franceses, que al final lo absolvieron, tampoco. Pero digámoslo todo: por si acaso, Trémoulet -que vivía en la época en Madrid, protegido por el régimen- no se presentó en ningún juicio.

P – Visto desde hoy, ¿habría podido tener otra salida, el asunto de las radios, que no fuera el cierre decretado en 1981 por el Consejo?
R – Sud Radio emite hasta 1987, atención. Y Radio Andorra reabre unos meses en 1984. Dicho esto, creo que en ese momento España ya no tiene ningún interés para mantener Radio Andorra …

P – ¿Pero, y Andorra, aunque fuera por la inercia de una marca internacionalmente conocida?
R – Si se trataba de nacionalizar unas emisoras al precio que no pudieran emitir más allá del territorio andorrano, como se planteaba, no tenía ningún sentido. Mientras estuvieron en manos de EIRASA y de SOFIRAD, en España y en Francia ya les estaba bien, este estatus digamos extraterritorial. Cuando Andorra hace cuestión de soberanía, deja de parecerles tan normal. Y aquí se demuestra una vez más este doble cedazo y este paternalismo que regía las relaciones entre unos y otros.

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