Radio Rute incorpora a su programación un espacio sobre alimentación sana

Radio Rute

Desde el pasado 17 de septiembre la parrilla de Radio Rute cuenta con un nuevo espacio, dedicado en este caso a la alimentación sana. Se denomina “Nutrición al día con María” y se emite los martes, dentro del magazine “Las mañanas de Radio Rute”. Se trata de un programa en el que la dietista y nutricionista María Pulido Arrebola aporta información y consejos para hábitos alimenticios saludables. Cada semana abordará aspectos relacionados con la dieta, la forma de comer o los alimentos más adecuados para la salud, entre otras cuestiones.



La primera entrega llegaba en los últimos compases del verano. Por ello, aparte de delimitar las parcelas de los profesionales de la nutrición y los posibles intrusismos, Pulido se ocupó de los excesos del período estival. No en vano, en esos meses se dan los picos de peso más altos. Son fechas en que se rompe la rutina del curso y, aprovechando el buen tiempo, se sale más y se ingiere más alcohol. Paradójicamente, se pasa de la “operación bikini” en las semanas previas a un descontrol alimenticio. Al mismo tiempo, en estos meses de más calor se abandona o disminuye la actividad física.
Como resultado, se hacen con cierta facilidad tres o cuatro kilos. A ello se suma la vuelta a la normalidad, el llamado “síndrome postvacacional”. Tanto en el plano nutricional como el psicológico hay que adaptarse a la situación y afrontarla como un reto. Pulido tiene claro que las emociones “influyen en la alimentación”. De hecho, un mal día hace que comamos peor, en cantidad y calidad. Para recuperar las buenas sensaciones da cinco claves: la vuelta a la actividad física, la planificación en la alimentación, huir de dietas restrictivas y establecer metas alcanzables, y por último no aislarse y compartir hábitos con el resto de la familia.
El segundo espacio ha tratado de la alimentación infantil. En concreto, se ha referido a la incorporación del bebé a la dieta familiar. Durante mucho tiempo, se impusieron las papillas, pero en los últimos años se ha advertido una vuelta a la alimentación de casa, triturada o sólida. Esto permite que los pequeños desarrollen su autonomía con la comida. Coincide con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de mantener la lactancia hasta los seis meses, sin sólidos, ni siquiera zumos o infusiones. A partir de entonces, en torno al año se puede introducir otros alimentos.
La nutricionista se ha referido al problema de la obesidad infantil. El aumento de casos responde a dos patrones, el sedentarismo y la ingesta golosinas y productos con azúcar. Cree que ambos son responsabilidad de los progenitores. En el otro extremo, hay niños “malcomedores”. En algunos casos lo son por su propia naturaleza, pero también se ven influenciados por el entorno. Pese a ello, es partidaria de que los padres y las madres no se agobien pensando que sus hijos comen poco. Además, antes de sentir la alimentación sana como una obligación o un castigo, han de verlo como un hábito en su propia casa.

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