Radio Happy Alcolea, del «balcón» a la radio online

Radio Happy Alcolea

En cordopolis.es leemos que ‘El vagón de los locos’ comenzó como un entretenimiento musical de balcones, con temazos clásicos para los vecinos, y ha acabado convertido en un programa de radio con entrevistas a artistas cordobeses y con unas sorprendentes audiencias.



Que el confinamiento forzoso provocado por el coronavirus puede aprovecharse de muchas y diferentes maneras está más que comprobado. Pero lo de que los aplausos de las 20:00 acaben convirtiendo a una pareja en locutores de un programa diario de radio en internet es una de las cosas más curiosas que se han contado de este periodo en Córdoba.

Detrás de esta peripecia radiofónica online, titulada muy apropiadamente El vagón de los locos, está una pareja que vive en Alcolea. Son José Antonio, un autónomo dedicado al mundo del sonido para eventos, y Rocío, pianista y estudiante de diseño. Ambos, por tanto, están en desocupación forzosa. Un paréntesis que han aprovechado para convertirse en improvisados guionistas, realizadores y locutores de un programa de radio online que se emite en Facebook.

Lo hacen desde una página llamada Radio Happy Alcolea, convertida en el alojamiento virtual de un espacio radiofónico que nació por accidente en los balcones. De manera improvisada, como los propios aplausos a los sanitarios. José Antonio recuerda que el primer día, aquel lejano 14 de marzo, ni siquiera hubo un programa en streaming, sino un altavoz y una colección de temazos para los vecinos, que “se volvieron locos”.

Así, aprovechando el material de sonido profesional del que dispone, al día siguiente redobló la apuesta y, cuando salió al balcón, lo hizo con 3 altavoces, una mesa de mezclas y dos micrófonos. Aquello ya no era una sesión de dj, porque los vecinos comenzaron a interactuar con ellos. Y, sobre todo, porque decidieron emitir la sesión en Facebook y les sorprendió la avalancha de peticiones y dedicatorias.

“Aquello era Radio Patio el primer día, pero es que nos empeñamos en hacerlo un poco mejor. Nos pusimos a investigar el software para poder hacerlo y volvimos a emitir un día, y otro y otro”, relata José Antonio, que bromea con que le dio un arrebato y se pensaba que era “Joaquín Luqui”.

Música e invitados cordobeses
Porque viendo que la propuesta recibía el respaldo de más gente de la que ellos pensaban, y tras pelearse con los derechos de autor en Facebook -algo que está siendo habitual para los djs durante la cuarentena-, Rocío y José Antonio deciden guionizar y crear contenido propio, así como convertirlo en un muestrario de la música cordobesa. Fue una inteligente forma de regatear a los algoritmos apostando por hacer patria chica.

Tanto es así que por el programa han pasado, bien para colaborar o bien para ser entrevistados, artistas y bandas como Rockopop, Los Tabernicolas, Planeta 80, Maikel de la Riva, Manuel Ibáñez -Medina Azahara-, Mago Alua, Nacho Lozano o Alberto de Paz. Un buen puñado de cordobeses ilustres, que han ido seduciendo a una audiencia que fue la que bautizó, con sus votos en una encuesta, al programa como El vagón de los locos, un juego de palabras muy apropiado para los vecinos de la barriada de Alcolea.

El caso es que cada vez se van sumando más locos a esta loca idea, que ya lleva casi una veintena de emisiones, algunas de ellas con más de 3.000 reproducciones. José Antonio señala que, en un mes y solo en Facebook, se han llegado a una audiencia de 28.600 personas, sumando casi 20.000 interacciones. Cuando ven “las audiencias” que han conseguido este mes, Rocío y José Antonio se llevan las manos a la cabeza. Se lo toman con humor, pero lo hacen mientras preparan los siguientes programas. Y ojo, que ya llevan adelantados los guiones de esta semana.

Porque, ¿hasta cuándo va a durar el programa? “Pues supongo que cuando empiece la vida normal habrá que dejar de hacerlo”, reflexiona José Antonio, que añade, con cierto pesar, que él va a ser “de los últimos en empezar a trabajar”, puesto que se dedica a sonorizar espectáculos y eventos. También reconoce que no le pesaría seguir haciéndolo con menos regularidad cuando la vida vuelva a la normalidad.

Lo que es seguro es que, dentro de unos años, cuando les pregunten: “¿Y vosotros que hicisteis durante el estado de alarma?”, ellos podrán contestar, con bastante orgullo, que hicieron lo que les dio la gana y que convirtieron su casa en una radio online.

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