Radio Estrada, sintonizada en Países Bajos

Max Van Amhem

Rocío García cuenta en La voz de Galicia que Max van Arnhem es un farmacéutico holandés de 68 años. Vive en Hoenderloo, un pueblo de 1.500 habitantes situado en la zona central de Holanda, rodeado de naturaleza y a las puertas del Parque Nacional de Hoge Veluwe, uno de los más grandes de los Países Bajos.



Max van Arhem está enamorado de las ondas. Tanto que se pasa horas sintonizando emisoras de todo el mundo y se reta a sí mismo en la búsqueda de las estaciones más lejanas. En una de sus búsquedas, Max dio con una señal emitida a 2.000 kilómetros: la de Radio Estrada.

El holandés es radioaficionado desde 1969 y pone especial empeño en captar estaciones que emiten en español. Son su debilidad. Su carrera como radioaficionado comenzó captando emisoras de onda corta y onda media. En estas bandas de radio ha sintonizado estaciones de 240 países de todo el mundo. En el año 1984 empezó a interesarse también por la recepción en la banda de FM. Y fue ahí donde el holandés se encontró con Radio Estrada. Sucedió el pasado 19 de mayo. Entre las 12.30 y las 12.50 horas. A esa hora la radio municipal emitía su habitual mercadillo de ofertas. «Véndense ganchos de tractor seminovos, véndese carretilla, véndese remolque…», escuchó el holandés en directo desde su casa, a 2.000 kilómetros de distancia. Para él, fue como si oyese cantar el gordo de la Lotería a su nombre. Un trofeo más para su galería de las ondas.

La hazaña se debe a un fenómeno físico denominado propagación por esporádica-E. Cuando confluyen determinados factores, una capa de la ionosfera refleja los rayos de radio FM se pueden escuchar emisoras a más de 1.500 kilómetros.

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