Tal como explica Arturo Reboyras desde El Correo Gallego, el conocido periodista puso broche de oro a la temporada estival con una expedición marítima por la Costa da Morte en compañía de amigos y familiares. Para reponer fuerzas no dudaron en ‘jalarse’ una lubina de 7 kilos. La aventura remató con una ‘foliada’ a base de guitarra y maracas.
Empezó con una ruta verde por la Ribeira Sacra, luego le siguió la gran xuntanza familiar en el Santiaguiño do Monte, entre días de descanso en su paraíso de Mera, Marbella y también jornadas de golf en A Toxa. Todo en compañía de su mujer, Tere Vega, y siempre rodeado de amigos. Pepe Domingo Castaño ha vuelto a su querida radio después de unas estupendas vacaciones, una temporada estival a la que quiso poner un broche de oro grande como un templo con una juerga muy especial en la Costa da Morte. Y es que tuvo lugar en el mismísimo fin del mundo, aquel entorno que los antiguos romanos determinaron como el ocaso de la Tierra entonces conocida.
En Fisterra reunió el reconocido periodista padronés a un grupo de amigos y familiares de la villa rosaliana, y también de Mera, para surcar los mares en el Nordés. Una travesía a bordo de la embarcación de Pepe Formoso, experto de la zona, quien se encargó de guiar a los participantes en la excursión a los lugares más idílicos de este entorno maravilloso: una privilegiada panorámica del cabo y el faro donde los peregrinos queman sus ropas tras completar su camino a la tumba del Apóstol; y también un avistamiento de las benditas rocas en las que se alimenta nuestro marisco más preciado: los percebes.
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