Faro de Vigo publica que la directora y presentadora de “No es un día cualquiera” de RNE participó en una mesa sobre Ourense, la radio y sus experiencias en la casa y tienda de su abuela de la Lonia.
Es una alegría saber que formas parte de la vida de la gente que te escucha, que les acompañas.
Me gusta la radio como medio próximo y la radio de proximidad –indica en relación al medio de ámbito local– e informar, pero sin crispar a la gente.
Intento huir de esa agresividad”, subraya Pepa Fernández, directora y presentadora de “No es un día cualquiera”, de Radio Nacional de España, un programa que lleva más de 20 años en antena y que es uno de los grandes éxitos por audiencia y permanencia, en su poliédrica faceta como comunicadora y escritora.
Pepa Fernández fue una de las invitadas ayer, en la programación de la ICC Week, la semana cultural de la Diputación, para hablar de la radio y de Ourense, una ciudad a la que está vinculada por vía paterna, en una mesa con participación de los periodistas locales Ramón Blanco y Nora Sola, para contar cómo aquella niña que desde esa radio “de proximidad”, como ella define a las emisora locales, “que fueron nuestra escuela”, como la emisora de Cervera, en Lleida, su pueblo natal, donde empezó su andadura siendo muy joven, dio el salto primero a Barcelona y luego a Radio Nacional en Madrid.
Explicó como desde el aprendizaje local, acabó dirigiendo programas de ámbito nacional, y en franjas de máxima audiencia.
“Está claro que cuando una empieza tan joven, hay una predisposición, te gusta comunicar y además en la radio, que es mágica para mi”.
Como hija de madre catalana y padre ourensano, “pasaba de niña largas temporadas en la casa y la tienda de su abuela, Agustina que siempre tenía la radio de fondo, y programas como el Elena Francis, aquel consultorio sentimental, que no era para mi edad, y daba unos consejos muy conservadores a las mujeres, y o que acabó siendo en la edad adulta fue de las mayores frustraciones de mi vida”, bromea la periodista.
Una frustración porque, ya como profesional de la radio, “descubrí que la Elena Francis que escribía aquellas cartas a las señoras, animándoles a aguantar a sus maridos, en la línea de la época, era un hombre, José Soto Viñolo, al que tuve ocasión de entrevistar en varias ocasiones”, recuerda, como parte del aprendizaje, en una de la atalayas de la radio española.
En esa continua asunción de nuevas responsabilidades profesionales, con mayor ámbito territorial, espacios matinales y ‘prime time” de la radio “al final caes en la cuenta de que lo que haces influye.
Por eso trato de opinar lo menos posible. Si haces una entrevista a un autor, puede ocurrir que ese libro suba a los primeros puestos de la lista de ventas.
Eso cuesta asimilarlo y me preocupa, por eso una de mis prioridades, es hacer un buen uso de ese poder y recomendar solo algo cuando tengo una clara convicción de que es bueno”, asegura.
“Me preocupa esa prisa por llegar el primero; sin tiempo para reflexionar” Cuando se le pregunta a la periodista, qué es la radio para ella, apela a una anécdota que le sucedió a un amigo de Ourense, “un niño que, cuando fue por a la tienda que tenía mi abuela Agustina en la Lonia, escuchó por primera vez una radio y le preguntó a su madre: “¿mamá, que es eso?”.
Ella le respondió que aquello, era “el mundo”, recuerda Pepa Fernández. Eso es lo que encierra y proyecta la radio para ella.
Pero, aunque ha sabido adaptarse y seguir cosechando audiencias en sus diferentes formatos, la información y el modo de informar, también en la radio, han cambiado.
En esas comparativa de más de tres décadas, afirma que “lo que más añoro es la calma. El tiempo. Hemos perdido la serenidad.
Ahora el tema es quién informa de algo primero, no informar lo mejor posible, con reflexión”. Tal vez por ello sigue haciendo radio de fin de semana, cocida a fuego lento, para que esos días, “no sean un día cualquiera”.
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