Carlos Ribagorda escribe en okdiario.com: «La Cadena SER no está en venta y la gestión de su publicidad tampoco lo está. Son intentos de desestabilizar al Grupo pero nosotros seguimos adelante con nuestro plan estratégico». Con estas palabras ha negado a este diario la cúpula de Prisa, editora de El País y As entre otros medios, el ruido que existe en el mercado sobre las negociaciones con Mediaset para venderle la cadena o la gestión de la publicidad de la emisora. El grupo italiano busca gestionar esa publicidad para comercializarla conjuntamente con la televisión y poder competir con su rival en España, Atresmedia (Antena 3 y Onda Cero).
Joseph Oughourlian, presidente de Prisa, Carlos Núñez, consejero delegado de Prisa Media, y Jorge Rivera, director de Relaciones Institucionales del grupo, han acudido este miércoles a las jornadas del aniversario del diario económico del grupo, Cinco Días, donde han asistido las vicepresidentas Yolanda Díaz y Nadia Calviño. «Nosotros seguimos a cumplir con nuestro plan de negocio. Los números están ahí, mejoramos ingresos y no hay nada sobre la Cadena SER», han insistido.
Mediaset se ha acercado al Grupo Prisa con la intención de tantear la cesión de la gestión de la publicidad o, incluso, la compra de la cadena en caso de que aceptaran deshacerse de este activo para reducir deuda. Oughourlian puso en marcha una ampliación de capital el año pasado con la intención de obtener fondos para refinanciar la deuda y rebajar el tipo de interés que pagaba en una parte de sus emisiones.
El dirigente francés acudió a los fondos internacionales y a las empresas del sector para pulsar el interés en esa ampliación, de 130 millones de euros, culminada finalmente a principios de este año. Entre esas reuniones mantuvo encuentros con la familia Berlusconi, dueña de Mediaset, que le hicieron saber su interés por la radio.
«Pero Prisa no quiere ceder la gestión de la publicidad porque es mucho dinero y porque este tipo de contratos al final nunca salen bien y sale perdiendo siempre el que cede. Así que no tiene sentido entrar en una negociación salvo que en Mediaset pierdan la cabeza y ofrezcan una millonada», señalan otras fuentes del grupo.
Cambio de Gobierno
El ruido existente en el sector en torno a este interés de Mediaset no es lo que realmente preocupa en la cúpula del grupo, sino las próximas elecciones del 23 de julio. Aunque una victoria del PP podría beneficiarles porque podrían hacer la oposición desde sus medios, para la estabilidad accionarial de la compañía genera incertidumbre.
Porque todos sabe en las plantas nobles de Prisa que Vivendi, que tiene ahora un 11,6% de la compañía y tiene el permiso del Gobierno para alcanzar hasta el 15%, «no entra en ninguna empresa para ser un socio minoritario». El temor es que una victoria de Alberto Núñez Feijóo provoque la revocación del escudo antiopas aprobado por Pedro Sánchez y Vivendi -de ideología conservadora- tenga vía libre para tomar el control.n El problema, de nuevo, es la deuda, que supera los 700 millones, lo que deja a la empresa en una situación todavía delicada.
En estos momentos, Amber Capital tiene el 29,1% del capital, Vivendi el 11,6%, Global Alconaba -el grupo de inversores españoles capitaneados por Andrés Varela que le compró a Telefónica-, un 7,6%, Carlos Slim, un 7%, y la familia Polanco -fundadora del grupo-, otro 7%.
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