Marta Corral escribe en elespanol.com que las personas gordas lidian a diario con una sociedad que les grita que sus cuerpos no son válidos y que tendrán que hacer todo lo posible por adelgazar si no quieren que se les mire con desprecio.
La gestión emocional es dura para ellos durante todo el año, pero todavía se complica más en verano, cuando el calor aprieta y no queda otra que mostrarse para ir a darse un chapuzón poniendo a prueba los complejos.
En una época en la que los mensajes deberían ser por ello normalizadores y validantes, en cambio, nos hemos topado con un capítulo de gordofobia en uno de los espacios más escuchados de Cadena SER.
Se trata de El Ágora de Hora 25, la sección del programa de Aimar Bretos en la que participan tres exministros: el popular José Manuel García-Margallo, la socialista Carmen Calvo y el fundador de Podemos, Pablo Iglesias.
Suelen hablar de temas de actualidad política y económica, pero tampoco se cortan a la hora de tratar otros asuntos y demostrar el buen rollo que reina entre ellos.
En este contexto, este lunes se pusieron a bromear sobre el cuerpo del director del programa, observando entre risas que estaba gordo.
Bretos les había emplazado a opinar sobre un estudio en el que se abordaba la respuesta cerebral de las personas gordas ante la comida, distinta de las personas delgadas.
«¿Qué pasa, disfrutáis menos?», le preguntó entonces Calvo: «¿Cómo que disfrutáis, Carmen? ¿Me has llamado gordo? Me voy ahora mismo», respondía Aimar, como si fuese un insulto aberrante eso de no tener un peso estándar.
La socialista siguió hurgando en el tema con beneplácito de sus compañeros de mesa y entonces apareció Margallo, que estaba fuera del estudio, a poner la guinda.
«Mejor cuando no se te ve»
«Yo a Aimar le veo pasadito de peso», dijo, provocando carcajadas antes de recibir a Manu Carreño, que llegaba para dar el avance de El Larguero.
«Me han llamado gordo aquí entre Calvo y Margallo sin ser yo nada de eso», le contaba Bretos, mientras el exministro popular volvía a la carga: «Es mucho mejor cuando se te oye y no se te ve».
«No está pagado moderar esto, señores. No está pagado. Me voy a hacer ayuno intermitente, a ver si aguanto», despedía el periodista:
El fragmento con la broma a Aimar Bretos y su reacción se difundió rápidamente por las redes sociales, provocando un aluvión de críticas y acusaciones de gordofobia como estas:
Tanto es así, que este martes Bretos ha salido a dar las «gracias» a los que le han hecho ver que «anoche nos equivocamos bromeando con este asunto que tanto daño hace a mucha gente» y a pedir disculpas:
También lo ha hecho Pablo Iglesias, admitiendo que «nos equivocamos y ofendimos a muchas personas» y valorando que «la gordofobia es un tema muy serio y los que tenemos presencia mediática deberíamos estar más atentos»:
Por su parte, al menos en Twitter, ni Carmen Calvo ni García-Margallo han pedido perdón.
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