La antigua sede de La Voz del Guadalquivir de Sevilla en estado de abandono

La Voz del Guadalquivir

Ramón Reig escribe em El Correo de Andalucía que cuando paso por la calle Aponte, en pleno centro de Sevilla, junto a la Plaza del Duque, suelo sentir una especial nostalgia, una pena por el tiempo que se quedó en el humo dormido, como diría el novelista alicantino Gabriel Miró. Y si es por la noche mi nostalgia es aún mayor ante un callejón -que no una calle- tétrico y taciturno a más no poder. Y sin embargo por allí se accedía a la emisora de radio La Voz del Guadalquivir (LVG), perteneciente a Radio Cadena Española (RCE). Me siento honrado e impresionado al ver la puerta de acceso, aunque ahora esté cerrada a cal y canto, abandonada ella y todo su interior, pintarrajeada y muda.



Algunos hasta dudan de que exista la calle Aponte de Sevilla, eso le ocurre a Wikidatos en Internet donde acabo de leer lo siguiente: “no es fiable al cien por cien que esta calle o vía sea una calle existente en la realidad. Hay que tener en cuenta que este perfil de mapas y rutas ha sido creado con la información de las búsquedas de Google Maps”.

En un momento determinado de la época de Franco tuvimos un panorama radiofónico formado por la Red de Emisoras del Movimiento (REM) la Cadena Azul de Radiodifusión (CAR) la Cadena de Emisoras Sindicales (CES) y la actual COPE. En plenos años 60 la cadena SER era el eje hegemónico de las radios españolas. Años después, en 1974, nacería Radio Cadena Española (RCE) por la unión de la REM, la CAR y la CES. Ya en 1989, RCE pasó a formar parte de RNE que estaba a su vez incluida en el Grupo RTVE, constituido a principios de los años 80.

“Todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar haciendo caminos”. Aquella puerta arruinada de La Voz del Guadalquivir me merece el máximo de los respetos, por allí han entrado y salido multitud de nombres célebres del mundo de la comunicación y el periodismo, eso sin contar a los ilustres invitados que la han traspasado. La gran Nina Salvatierra, María Josefa Máñez, Manuel Benítez Salvatierra, también conocido por el apodo «César del Arco», José Antonio Sánchez Araujo, Miguel Acal, Luis Baquero, Joaquín Arbide, Pilar del Río, Paco Sánchez y muchos otros a los que olvido injustamente con toda seguridad son algunos de los profesionales a los que tuve el honor de conocer cuando desde 1976 y hasta 1978 aproximadamente me dieron la oportunidad de colaborar en La Voz del Guadalquivir con un programa semanal, primero sobre la actualidad universitaria y luego sobre el mundo literario. Aún conservo la credencial que la emisora me concedió para trabajar con mayor libertad. En un momento dado Luis Baquero me invitó a charlar un rato de forma habitual sobre universidad -yo era un estudiante entonces- en su programa musical nocturno Maxi Radio y flipé de satisfacción porque Baquero para mi generación fue uno de los maestros que nos enseñó a oír la buena música sin determinaciones comerciales.

LVG fue también en tiempos lejanos una radio cara al público porque sus instalaciones llegaban hasta lo que fuera sala de actos y de teatro en la misma Plaza del Duque, allí iba la gente a “ver” la radio. De aquellos profesionales que conocí, unos se han ido, haciendo antes caminos al pasar, y otros siguen construyéndolos tengan la edad que tengan mientras la calle Aponte sigue allí, olvidada, calle de soledad, mustio collado.

60815

loading…