Jordi Margarit (RAC 1): “El periodismo madrileño ha engordado la gran farsa del juicio”

Jordi Margarit

Voz de radio, de aquellas engoladas, es uno de los profesionales del medio, de los que se llaman históricos. Ha estado ante los micrófonos y también en los despachos. Desde marzo, y en representación de RAC 1, es uno de los vicepresidentes de la Asociación Catalana de Radio. En su último comentario en Vía Lliure afirmaba que «escoger el ayuntamiento es la primera estructura de estado que tenemos al alcance y no siempre la valoramos lo suficiente». Le ha entrevistado para El Punt Avui Gemma Busquets.

  • ¿Hablamos de política?
  • Hay mucho trabajo por hacer.
  • ¿Donde estaba el 1-O?
  • Estaba votando y pasando crónicas a Jordi Basté.
  • ¿Catalunya está haciendo la transición como país?
  • Transición remite siempre a la de 1978 y calificarlo con este término te emborrona un poquito. Al cabo de los años se ha visto que era un gigante con los pies de barro y que se ha ido roto.
  • ¿Qué diagnóstico hace de la radio?
  • Tenemos que estar muy contentos de disponer tanto de radio pública como de radio privada y en catalán. De radio generalista y musical, tenemos dos grandes cadenas que utilizan el catalán y pensadas y hechas desde el propio país. RAC 1 y Radio Flaixbac, seguidas de la oferta de la radio pública. En este sentido, el panorama de la radio en catalán es estimulante; se está haciendo una excelente radio. Se ha incorporado público juvenil que en radio generalista no se contaba y actualmente los porcentajes de oyentes y jóvenes es significativamente importante. Y no sólo estamos hablando de los grandes nombres. En los premios de Ràdio Asociació se ve cada año que se hace buena radio en un ámbito local y de inclusión. Si hablamos del territorio de habla catalana, encontramos que hay muy buena programación radiofónica en Valencia, Baleares, la Catalunya Norte y Andorra. Hemos desbordado toda previsión.
  • Las nuevas tecnologías han facilitado la calidad y la profesionalización en radios con pocos recursos.
  • Totalmente. Las radios municipales se pueden escuchar por internet en cualquier parte del mundo. Por todas partes se puede tener la información local y directa. No hacen más que apoyar una realización técnica radiofónica.
  • Para las radios locales, el servicio público es más que un mandato.
  • El modelo de radios locales catalán difícilmente lo encontrarás en otras partes del mundo. Durante el franquismo, la prensa comarcal no enmudeció por completo; cuando creábamos las primeras radios municipales hace cuarenta años, en 1979, no hacíamos más que ser herederos de estructuras de información local que no habían enmudecido. Era retomar una tradición. La semilla ya estaba. Y ahora hay 300 emisoras municipales que, además de seguir la tradición de la prensa local y comarcal, lo hacen también con la de los ateneos; todo es un poso de país. Es este ADN nuestro que marca; una realidad de comunicarse y de relacionarse. En poblaciones del área metropolitana, la raíz de todo ello era poner en relación gente que ya estaba, que venía, que estaba de paso, barrios … la radio fue un elemento cohesionador. Y de eso nos debemos sentir orgullosos.
  • No sé si podemos decir lo mismo de las televisiones locales. ¿La TDT fue una gran estocada? ¿Hemos perdido sábanas por el camino?
  • Hacer televisión es otra historia. Con el sonido puedes jugar de muchas maneras y mantiene la gracia de la imaginación, de la creatividad, que no te da la televisión. Y en relación con la TDT, donde se habían perdido hasta la camisa, creo que las redes sociales lo han recuperado. Permiten hacer entrevistas por Skype o FaceTime.
  • Ha ocupado cargos en Catalunya Radio y RAC 1. ¿Las presiones del poder son diferentes?
  • Entré en Catalunya Ràdio a finales del 1987, donde estuve en los servicios informativos, coordinación territorial, gabinete de dirección y en la antena. En RAC 1 la evolución ha sido inversa. Entré como conductor de programas y ahora soy director adjunto. Siempre que he estado en antena no he tenido presiones de ningún tipo. He tenido libertad total en la pública y la privada. Haciendo programación, nunca nadie me insinuó nada. Sí, desde hace un par de años, la libertad de actuación de los medios está más laminada. Cada vez cuesta más expresarse abiertamente, libremente. ¿Por qué la radio y la televisión públicas no pueden hablar de presos políticos ni de exiliados? ¿Porque lo dice la JEC? No sólo la política se ha ido a los juzgados, sino que todos estamos bajo la presión de los juzgados. Y aquí enlazaríamos con la frustrada transición. En el exilio hay políticos, cantantes …. es un retroceso; se ha visto que la democracia no estaba consolidada.
  • ¿De la actuación de la JEC hay silencios de asociaciones de prensa de Madrid que dicen mucho?
  • Muchísimo. No sólo echo de menos la voz profesional de los periodistas, sino que muchas veces he echado de menos la voz de la gente de la cultura, el arte, la literatura. Pido honestidad, profesional a los que nos consideramos periodistas. El periodismo en Madrid ha contribuido a hacer grande la mentira que es la farsa judicial del proceso. Y lo denuncio abiertamente. La racionalidad se ha ido a pique. Todo lo que sea matizar, cuestionar democráticamente la sagrada unidad de España …. aquí vale todo.
  • ¿Todo es opinión, propaganda?
  • La objetividad no existe. Todo es subjetivo. Por eso hablo de honestidad y profesionalidad y no la ha habido.
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