Jesús Ordovás (ex Radio 3), evangelizador pop

Jesús Ordovás

El Correo Gallego publica: “Cuando tuvimos televisión, una Telefunken de plástico, siempre veía Hawai 5-0. Me gustaba la sintonía, la música de fondo y la trama policiaca”, cuenta Jesús Ordovás, un ferrolano madrileñizado que alude para empezar a una serie norteamericana creada en 1968, con posterior remake en 2010.



A Jesús, periodista musical de padre y muy señor mío, no por lo religioso si no porque él llegó antes que casi todos, le gustó siempre más un magnetofón, un pick up o un dial que los aparatosos televisores de la España de los años 60.

“Cuando tenía doce años, recién instalado en Madrid, en el Barrio de La Concepción, lo que más me gustaba era juntarme con los amigos del colegio para robar tabaco y chicles de los coches de los soldados americanos de la base de Torrejón, que vivían en unos chalets donde también ensayaban Los Bravos, y luego Tequila y otros. Un día nos pillaron y acabamos en la comisaría…”

¡Ay!, la pubertad, días con el bolsillo lleno de rebeldía, igual ayer que hoy aunque ahora algunos tilden de rebelde a saltarse las normas paternas/maternas del móvil para subir un vídeo a TikTok.

A Jesús, la fe del pop le entró por las perneras acampanadas hasta pintarle el corazón a color. Ese chaval estaba destinado a ser un agitador cultural ya con el gusto fino desde adolescente, basta buscar en Youtube la sintonía que hizo Morton Stevens para Hawaii 5.0, premiada con un Emmy. Canela en rama.

“Escuchaba muchos programas de radio y acabé descubriendo Caravana Musical y el Vuelo 605, de Ángel Álvarez. Entonces me hice fan de Los Beatles, Kinks, Rolling Stones, y de todas las bandas y solistas del pop y el rock anglosajón. Mi favorito era Bob Dylan…”, revela en charla con EL CORREO quien tras pedir “una guitarra y una armónica” descubrió que su vocación juvenil no estaba en interpretar. Lo suyo era difundir, guiar. Lo probó su primera Olivetti, antesala setentera de una catarata de libros que tiene como reciente entrega la Guía del Madrid de la Movida, escrita con Patricia Godes.

En 1975, Jesús se puso delante de un micrófono profesional.
“Y ya no dejé de hacer radio musical hasta que me jubilé en 2006. Primero estuve en Onda Dos FM y luego en Radio 3, al frente de Esto no es Hawaii y del Diario Pop”.

Hawaii, que guay, es un nombre recurrente en la vida de este pope del periodismo musical que rara vez se quita las gafas de sol (solo le supera Johnny Cifuentes, de Burning, hay documentos que acreditan que nació con las Ray-Ban puestas).

Jesús no habita la isla soleada.
En el fondo, a él, y a muchos nos gusta más la noche urbanita, donde cada barra de bar esconde un mar por venir y cada viaje a un concierto te lleva más lejos que la mejor tabla de surf, geografía nocturna donde hoy el silencio da miedo, por eso quienes vivimos la música como un credo nos agarramos al beso de una canción.

Jesús, evangelizador del mundo en tres minutos, nos alumbra.
Su éxito en los años 80, arropando el estallido de una movida madrileña que hizo que Andy Warhol quisiera conocer(nos), le llevó a la tele.
“En Televisión Española colaboré con Paloma Chamorro (La Edad de Oro; emitido en La 2 de 1983 a 1985) y luego dirigí y presenté una serie de 40 capítulos (Pop Español) en TVE que emitió La Aventura del saber. Y en 2006 codirigí con Pilar Imedio el programa Ipop en (La 2)”

Devoto de los Monty Python, Los Simpson y South Park, se enganchó entre 2007 y 2010 al rat pack manchego de la comedia.
“Muchachada Nui (La 2), continuación de La Hora Chanante (Paramount), fue todo un hito. Me encanta el sentido del humor de Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla, Carlos Areces y toda la pandilla. Esa generación de humoristas aún sigue dando guerra en Movistar en programas variopintos, siempre tronchantes. También han tenido buenos momentos en distintos formatos El Gran Wyoming, Faemino y Cansado, Pedro Reyes (DEP), Pablo Carbonell, Gurruchaga y otros personajes de la generación de La Movida. Hoy disfruto mucho con La Resistencia (Movistar): Broncano, Ricardín y Grison forman un gran equipo, siempre con la sonrisa en sus bocas”.

Respecto a su paladar cinéfilo, Jesús lo retrata con este ciclo: “Rebelde sin causa, Easy Rider, Midnight Cowboy, ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste ? y Laberinto de Pasiones”.
“Aunque últimamente veo más series que películas. Sobre todo desde que me engancharon Twin Peaks, Mad Men, Los Soprano o Fargo hasta Peaky Blinders, Better Call Saul, Breaking Bad o Gambito de Dama”, explica este entusiasta de la Cidade da Cultura.

“Puedo estar toda una tarde y parte de la noche viendo un capítulo tras otro, o ir saltando de una serie a otra hasta quedarme dormido. Es uno de los mayores placeres hoy en día mientras tenga bebida y buenos alimentos. Y si hay percebes gallegos mucho mejor”.
Hawaii, sí, Galicia también.

Trabajando en Televisión
Jesús Ordovás ha alternado radio y televisión pero tiene claro con que medio comulga su pasión. Lo explica sin abuela: “Nunca me he sentido cómodo trabajando en televisión, aunque estoy orgulloso de haber hecho la mejor serie sobre la historia de la música pop española en TVE. Pero es frustrante que cuando estás trabajando las 24 horas del día para sacar adelante un programa musical diario, como fue Ipop (2005-2006), te lo quiten de la parrilla y te despidan, justo cuando estás consiguiendo que tenga éxito”.

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