Por su sección de ‘Unidad de vigilancia’ mereció un Ondas en 2018.’ «Es el espacio verde de la radio», asegura, por su carácter de aprovechamiento de lo que «otros compañeros desechan».
Isaías Lafuente acompaña a Carles Francino en la realización del programa de La Ventana con intervenciones en el mismo casi de principio a fin. Desde los micrófonos de la Cadena SER plantea La polémica del día y elabora con mucho acierto el cierre del programa en Lo que queda del día, donde construye un relato con las reflexiones de los protagonistas que han ido pasando por el programa. Especial aplauso de los oyentes recibe el apartado de la Unidad de vigilancia lingüística por la que el periodista palentino mereció en 2018 el Premio Ondas.
Entre bambalinas, antes del arranque del programa especial que ha traído a Gijón a todo el equipo del programa, Lafuente desvela, para A vivir que son dos días Asturias, algunos entresijos de la realización del programa La Ventana.
«Cuando un oyente se acerca a verte en directo a un teatro durante cuatro horas eso ya significa que te quiere mucho»
«Es verdad que yo por mi trabajo escucho la radio desde primera hora y me acuesto con la radio» por eso, explica, algunos gazapos que les envían cada semana los oyentes para la realización de la Unidad de vigilancia, ya los había oído previamente, pero insiste en que la lave de la sección «es que son los oyentes los que nos vigilan» y añade que «nos vigilan bien, con educación, con sentido del humor, con mucho cariño, tampono nos lanzan los puñales» exclama.
«La unidad de vigilancia es el espacio verde de la radio» asegura y continúa la metáfora argumentando que lo que otros tiran «nosotros lo recogemos de la basura y con esos desechos que otros esconden, hacemos cada semana media hora de radio en la que nos reímos de nosotros mismos, hacemos autocrítica y también procuramos aprender, a veces parece que no aprendemos porque cada semana llenamos esa media hora de tropezones» concluye. «Siempre digo que me lesiono menos que Mesi porque él juega más, nosotros tropezamos más porque jugamos más con la palabra».
En cuando a la reacción del público ante estos programas que realizan cara al público Isaías Lafuente apunta con cariño hacia los oyentes que «cuando alguien va a ver un programa y se tira cuatro horas viéndonos significa que ya nos quiere mucho», reflexiona asegurando que para el equipo, encabezado por Carles Francino es muy importante poner cara a los oyentes, «en el fondo en el estudio estamos solos y cuando hacemos programas cara al público vemos como se emocionan, ríen e incluso desconectan en algún momento dado, nosotros disfrutamos mucho», también es un aliciente para conductores y colaboradores poner cara a los compañeros de la red de emisoras.
La comunicación en radio es más intima, cercana y personal
En estas fechas La Ventana celebra fuera de los estudios de Gran vía una media de dos programas mensuales y a veces tres, explica, confesando que «para nosotros las salidas supone un trabajo previo mayor del normal pero luego merece la pena lucir ese trabajo delante de nuestros oyentes». En cuanto a las audiencias Lafuente apunta que «el EGM nos da la cifra de la masa, pero la radio no se escucha así, con la radio se produce una comunicación muy íntima y directa», asegura dado que «les acompañamos en sus tareas del día a día».
Se establecen vínculos muy potentes que no se dan en otros medios, asegura Lafuente «no sabemos muy bien lo que somos con respecto a los oyentes pero son vínculos casi familiares». Como anécdota y ejemplo de esa relación tan especial cuenta que hay oyentes que aún le preguntan por su hijo «porque Iñaki Gabilondo me felicitó en su nacimiento y hace 23 ya años!» exclama, «esto es muy emocionante» concluye.
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