La ‘Unidad de vigilancia’ lingüística de Cadena SER cumple 500 informes con Isaías Lafuente al frente

Isaias Lafuente

«Se puso como un obelisco», «muy españoles y mucho españoles», «no cacemos la piel del oso antes de tiempo», «Felipe Sexo»… La conexión entre la lengua y el cerebro a veces falla y da lugar a los gazapos, unas veces divertidos y otras sonrojantes. Hace 13 años el periodista de la Cadena SER Isaías Lafuente comenzó a recopilar todos estos traspiés verbales en emisiones radiofónicas en una sección, Unidad de vigilancia, que el viernes 17 cumple 500 emisiones. «Siempre digo que somos como la sección verde, cogemos los desechos para reciclarlos y dar forma a algo nuevo», bromea Lafuente sentado en una sala en los estudios centrales de la emisora, en Madrid donde ha conversado con Patricia Peiró para El País.



Todo comenzó como una especie de homenaje por parte de «Hoy por hoy«, entonces dirigido por Iñaki Gabilondo, al Quijote en el año del cuarto centenario de la publicación de la primera parte. «En todo este tiempo, hemos pasado de que nos pidan que no les saquemos al ‘hace mucho tiempo que no me sacas’. Creo que es una  sensación ambivalente que te produce vergüenza y te da cierto prestigio al mismo tiempo», bromea el periodista, quien asegura que en este espacio sale «desde Juan Luis Cebrián [presidente del Grupo PRISA] hasta el último becario». Cada semana continúa siendo el azote del mal uso del castellano en «La ventana«, con Carles Francino.

Los errores, a veces de pronunciación, otras de sintaxis o concordancia y otras de sentido común (algún locutor ha hablado de rotondas de 5.000 kilómetros de diámetro) encuentran siempre su respectiva aclaración en los informes semanales de la Unidad de Vigilancia. Además del detective Lafuente, la sección cuenta con un grupo de oyentes más o menos fijo que ayuda al equipo a localizar estos deslices sonoros. Entre los periodistas y estos vigilantes casi profesionales se ha creado después de todo este tiempo una relación «leal a la par que exigente».

También se agradece la ayuda de los podcasts. Hace 10 años llegaban correos en los que advertían de que «alguien en Carrusel había dicho algo mal». Ahora ya no es así. «Muchas veces incluso se esfuerzan en mandarnos el audio con la investigación lingüística ya realizada», apunta Lafuente. Con algo de ayuda externa y mucho trabajo interno han localizado las «fuertes rubias (lluvias) caídas en Madrid en un fin de semana», la «carretera de La Cirula», en lugar de La Coruña, o el nuevo refrán inventado por el redactor de tribunales Javier Álvarez: «Cuando las barbas de tu vecino veas pelar… aplícate las tuyas». Estos son algunos de los gazapos favoritos de Lafuente, quien reconoce que Rajoy «es una auténtica mina».

Solo una persona se ha enfadado, al menos abiertamente, en todo este tiempo. «Fue un compañero de profesión al que le dijeron que me había burlado de él en antena.
Creo que no entendió el contenido de la sección ni el tono, así que me llamó, se lo expliqué todo y solucionado», explica Lafuente.

«La palabra es nuestra herramienta y los periodistas tenemos que cuidarla, al igual que no dejaríamos a un médico utilizar un bisturí en mal estado», defiende el creador de Unidad de Vigilancia. Esto es cierto, aunque por mucho cuidado que se tenga, los gazapos llegan en los peores momentos, como el que cierra cada informe semanal, el del Rey emérito pidiendo disculpas: «Lo siento, me he equivocago».

48043