El Periodico ha desvelado que después de casi dos décadas ha salido a la luz esta semana una entrevista de 1999 entre el presentador de radio estadounidense Howard Stern y Donald Trump, por aquel entonces candidato a la presidencia para las elecciones del año 2000. Durante la llamada telefónica y al enterarse de que Melania se encuentra en la habitación de al lado escuchando la entrevista, Stern le pide al magnate que su entonces novia se ponga al teléfono para hablar con ella en directo.
«Eres tan caliente… he visto fotos de ti. No lo puedo creer. Eres un sueño», le dice el entrevistador, que sugiere una entrevista con ambos. «Déjame decirte algo. Me gustaría tener una cita con ambos. Quiero que te pongas tu vestido más sexi, ¿qué vas a llevar?», a lo que Melania contesta: «No te lo voy a decir, ya lo descubrirás.
Cuando en este delirio de entrevista, Stern persiste y le pregunta a la actual primera dama lo que lleva puesto en ese momento, ella responde: «¡Oh, no mucho! y admite que está «casi desnuda». «¡Oh! Ya me he quitado los pantalones…», exclama el presentador sin tapujos. La entonces modelo le sigue la corriente.
El entrevistador coge confianza y comienza a preguntarle sobre su vida sexual, en concreto si acude muy a menudo al apartamento del magnate. «Sí, pasamos muy buenos ratos», dice ella. «¿Practicáis sexo todas las noches?», le pregunta. «Sí, incluso más», responde ella.
El entrevistador durante la entrevista también la felicita por su «gran pecho», al igual que Trump, que confirma que Melania está desnuda durante la conversación.
Preguntada también si es la novia del empresario espera casarse con él, ella responde: «No voy a contestar a esta pregunta. Ya veremos».
Melanie y Donald Trump se conocieron en 1998 en una fiesta en Manhattan, en la que Trump, recién separado, le pidió a la modelo, que era 24 años menor, su número de teléfono.
Personas muy independientes
La entrevista, que han recogido varios medios estadounidenses y que dura unos cuatro minutos, hay que entenderla en aquel contexto. Hoy, mientras que su esposo ha mostrado infinidad de veces su talante machista y mantiene una relación directamente de odio hace la prensa, denunciando cualquier publicación con la que no está de acuerdo y tachándola de «noticia falsa», Melania se mantiene alejada de los periodistas que no son de su cuerda.
«Los dos somos personas muy independientes. Yo le dejo ser quién es y él me deja ser quien soy. No intento cambiarlo, es un adulto. Yo le doy mi opinión muchas, muchas veces», explicó Melania en febrero de 2016 en una entrevista con la CNN.
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