Cuando Oriol Junqueras fue colaborador de Radio Nacional de España en «El Tranvía» de Olga Viza

Oriol Junqueras, colaborador en Radio Nacional de España

Miguel Riaño de El Independiente ha realizado un magnífico artículo en el que rescata la época del hoy detenido Oriol Junqueras en que era colaborador de Radio Nacioal de España.



Oriol Junqueras llegó a la presidencia de ERC el 17 de septiembre de 2011, tras dos años en el Parlamento Europeo. Pero su biografía anterior no es excesivamente conocida, más allá de los datos que él mismo difunde. A saber: que nació en Barcelona pero se trasladó a los dos años a Sant Vicenç dels Horts; que era hijo de un profesor de instituto y de una enfermera; que regresó a Barcelona para estudiar en el Liceo Italiano; y que se licenció en Historia Moderna y Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en la que después ha ejercido como profesor.

De Junqueras se conoce su fe católica y también su pasado en los medios. Dirigió directe!cat, colaboró con el productor Toni Soler (ex RAC 1) y trabajó como asesor histórico en algunas series de ficción, como Els Maquis, La guerra silenciada o Conviure amb el risc. Todo eso aparece en la Wikipedia. Pero ni allí ni en sus perfiles biográficos se menciona un episodio subterráneo, casi oculto.

Era el año 2004 y Radio Nacional de España encargaba a Olga Viza un magazine que se acabó llamando El Tranvía. Lo presentaba con la ayuda ocasional de Javier Capitán y las aportaciones de colaboradores tan dispares como Joaquín Leguina o el Mono Burgos. Viza quería que el programa tuviera una sección de divulgación histórica, pero no daba con la persona ideal. Pidió consejo a su hermano y éste le recomendó a un joven que recientemente había trabajado con él elaborando enciclopedias. Sí, Oriol Junqueras.

“Me habló de él, le conocí y no dudé ni un segundo en pedirle que se subiera a aquel Tranvía“, rescata con recuerdo grato la periodista en conversación con El Independiente. “Era muy bueno sacándole punta a la Historia. Oriol sabía explicar magníficamente épocas concretas partiendo de hechos anecdóticos, como por ejemplo la disposición de los cubiertos en la mesa”, recuerda la presentadora, que asegura “haber disfrutado mucho oyéndole hablar de Historia, dentro y fuera de la radio”.

“Era un placer tener largas charlas con él”, subraya. Y rescata un episodio en especial: “Recuerdo perfectamente algunas de sus intervenciones y el especial cuidado que tuvo el día que habló de la Guerra Civil. Ese día llamaron muchos oyentes para felicitarle”.

Alguno de esos audios, recuperados por el bloguero Radiochips, demuestra la intensidad con la que Junqueras mezclaba sus dos grandes pasiones: la Historia…y la Religión. En uno de ellos, junto a Javier Capitán, explica con gran detalle la función y las claves del diseño de las iglesias románicas de los siglos X, XI, XII y XIII, grandes escenarios orientados hacia poniente “porque es allí donde se esconde el sol, donde se apaga la luz, que metafóricamente es Dios y la luz de la fe, y es allí donde se esconde el Dios hecho hombre que subió a la cruz y que por tanto muere, y es por tanto el lugar en el que Dios no está, el lugar de los demonios y en el que hallaremos la puerta del infierno”.

Cuando entramos a una iglesia románica, explica Junqueras en tono académico, “venimos desde el mundo de los demonios, entramos a la Iglesia y entramos en la vida, porque la Iglesia es la vida, la vida en Cristo, la vida en Dios, la esperanza de la resurrección”. “El tránsito del exterior a la Iglesia es nuestro nacimiento en el valle de las lágrimas, en el que nosotros vivimos para expiar el pecado original que con nosotros llevamos, y llegar a la salvación”, prosigue en su explicación histórico-religiosa, en la que con un dominio absoluto detalla los patrones ocultos en la arquitectura de este tipo de templos.

A espadazos en TV3

Para entonces, el rostro de Junqueras ya era conocido en Catalunya por sus apariciones periódicas en TV3, donde colaboraba con Toni Soler en un programa llamado El favorit que dedicaba monográficos a personajes relevantes de la “historia catalana”, entre los que la audiencia tenía que elegir después a su preferido.

Ganó Jaime I El Conquistador, en cuyo capítulo Junqueras protagonizó uno de los momentos más surrealistas de toda su trayectoria pública: durante cuatro minutos se dedicó a partir sandías con una espada medieval, probando su eficacia contra frutas cubiertas por cascos o cotas de malla. “Impresionant!”, regalaba el presentador mientras el futuro dirigente repartía contundentes espadazos.

Junqueras, Ratzinger y el archivo del Vaticano

Ahora, el personaje histórico es él. Y el pasado 2 de noviembre, ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, Oriol Junqueras negó su implicación en cualquier alzamiento público que justificara los cargos de rebelión y sedición. “Yo soy creyente, y por lo tanto cualquier cosa relacionada con la violencia me parece fuera de lugar”, dijo el ex vicepresidente de la Generalitat y presidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

En el discurso que pronunció en el Parlament tras la declaración de independencia del 27 de octubre llegó a mencionar como argumentos favorables a la República la “igualdad ante los ojos de Dios” y el “amor fraternal”. De su faceta religiosa se conocen ampliamente las generalidades, pero se ignoran los detalles, soltados a cuentagotas.

Lo más divulgado es que Oriol Junqueras es católico practicante, de misa habitual, aunque en una entrevista publicada por La Vanguardia el 12 de noviembre de 2012 reconocía que asistía “poco” a los oficios. “Intento ser creyente, pero vivo una crisis permanente de fe, porque la fe es muy exigente. Así que o Dios te ha tocado con su gracia, o estás en crisis”, abundaba Junqueras.

De él también se conoce su pasado vaticanista. Pasó un tiempo estudiando los Archivos Secretos de la Santa Sede, en los que indagó sobre las relaciones entre el Vaticano y España durante la Guerra de Sucesión en la que el nacionalismo catalán basa buena parte de su relato, incluida la celebración de la Diada cada 11 de septiembre. Durante ese permesso pomeridiano Junqueras coincidió y conversó en varias ocasiones con el cardenal Ratzinger, después convertido en el papa Benedicto XVI.

“Tanto la charla como los Archivos eran y aún son secretos”, decía en la entrevista de La Vanguardia sobre aquellos encuentros con el futuro sumo pontífice. Años más tarde, a Risto Mejide le confesó que cuando hablaban lo hacían más de lo humano que de lo divino. Concretamente de fútbol, aunque Junqueras nunca ha sido especialmente aficionado y sólo de vez en cuando se ha dejado caer por el gol sur del Camp Nou.
Política y religión

Cuatro años después de su aparición en Radio Nacional de España, cuando comenzó a gestarse su liderazgo en las elecciones al Parlamento Europeo del 2009, quedó claro que Junqueras asumiría la actividad política con la misma intensidad con la que antes se entregó a la comunicación, a la historia y a la fe católica. Y con la que seguiría haciéndolo, porque Junqueras presume de no haber dejado nunca de lado sus pasiones.

“Si un día me encuentro que mi conciencia, en este caso cristiana, entra en contradicción con mi acción política…primero es mi conciencia, después la política”, dijo en una mesa redonda organizada por la Facultad de Comunicación Blanquerna en el año 2013. En esa misma intervención, sin embargo, matizaba: “Yo no soy un cristiano que hace política. Soy un político que además, y no es poco, es cristiano”.

En esa ocasión, además de reclamar que en la sociedad se produjeran “más vocaciones”, se aventuraba a ligar su fe cristiana con su ideario independentista. “Todo lo que hago, lo hago por el convencimiento previo de que tengo que intentar hacer un mundo mejor”, explica el ex vicepresidente de la Generalitat, que asegura que esto no sólo se consigue acudiendo a los lugares donde la urgencia es absoluta y la situación es de una necesidad tan extrema que “no cabe ninguna neutralidad”.

“Al mismo tiempo que admiro a esta gente que es capaz de irse muy lejos de casa a construir un mundo mejor, yo, cargado de limitaciones, intento hacer un mundo mejor en el ámbito en el que tengo más fuerza, intelectual, emocional o relacional, como para que mi acción sea efectiva”, argumenta Junqueras para justificar su hoja de ruta política: “Todo lo que hago como independentista, que lo soy, lo hago con el convencimiento previo de conseguir un mundo mejor”.

Junqueras, en ocasiones, también se ha referido al papel que la religión debería jugar en una futura República Catalana. Lo hizo en una entrevista con el portal Catalunya Religió, en el año 2016, en la que defendió que el hipotético futuro Estado debería ser “respetuoso con la experiencia religiosa”. “Una cosa es que el Estado sea laico y otra es que sea laicista”, decía Junqueras, que aseguraba que la laicidad del Estado se refería a la “neutralidad respecto al hecho religioso”. “Si por laicista se entiende una actitud de poca consideración respecto a la experiencia religiosa, el Estado perdería esa neutralidad”, defendía el líder de ERC.

El ex vicepresidente, además, responde también a una de las preguntas que siempre nacen alrededor de su catolicismo, cuando la periodista le cuestiona por la idea generalizada de una izquierda anticlerical: “Un apriorismo en general poco justificado”.

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