Gisela Revelles escribe en elliberal.cat: La iniciativa «Cap Nen Sense Joguina», que celebra este año su 54 edición y que busca fondos para que ningún niño se quede sin recibir regalos de Reyes, tendrá este 2021 como protagonista a la portavoz del Govern, Meritxell Budó. Y no porque la consellera haya sido especialmente espléndida en su aportación a este evento en cuya organización participan, entre otros, el Ayuntamiento de Barcelona y la delegación de la SER en Catalunya. Budó ha tenido la idea de aportar para subastar una urna del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
La portavoz del Ejecutivo autonómico ha explicado que la urna recuerda que los separatistas votaron independencia porque querían «un futuro mejor para nuestros niños y nuestras niñas». «Este regalo», ha añadido Budó, «lo encuentro muy adecuado porque, si queremos un futuro mejor, nos toca poder decidir libremente cuál ha de ser el futuro de nuestro país».
La politización separatista de la infancia
Tanto el objeto como la explicación han causado indignación en redes sociales como Twitter, pero también entre los medios de comunicación. Casi todos han criticado la politización de una subasta benéfica por parte de Meritxell Budó, así como la utilización de los menores para los intereses del separatismo.
Con carga política ha llegado también la aportación de la controvertida consellera de Salud, la republicana Alba Vergés. Con mascarillas moradas y pendientes amarillos, Vergés parece haber querido recordar a los sanitarios, las mujeres y los llamados «presos políticos«, representados siempre por el color amarillo.
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