Lo cierto es que hasta que no se hizo público el noviazgo entre la entonces presentadora del Telediario de TVE, Letizia Ortiz, con el entonces Principe Felipe, a Menchu Álvarez Del Valle la teniamos practicamente olvidada. Pero su parentesco (abuela) de la destinada a ser Reina de España, la convirtieron de nuevo en un personaje público. Guillermo Álvarez ha publicado en Bekia esta pequeña biografía.
Menchu Álvarez del Valle tiene la suerte de poder decir que ha pasado de los 90 años, una edad que no todo el mundo alcanza, y además con muy buena salud. Tiene sus achaques, como cualquier persona de tan avanzada edad, pero ha logrado conservarse activa y autónoma en los que por ley de vida, son los últimos años de una existencia singular.
Saltó a la fama en toda España gracias al compromiso entre el entonces Príncipe de Asturias y la periodista Letizia Ortiz, su nieta, pero ya era conocida en la tierra de la que Don Felipe ostentó el título de Príncipe hasta que subió al Trono. Es muy asturiana, aunque nació en Santander el 16 de enero de 1928, cuando aquella zona era parte de Castilla la Vieja. Era hija de Plácida del Valle Arribas, nacida en 1900 y fallecida en 1993, y de Eulalio Álvarez de la Fuente, tipógrafo y editor de profesión, que vino al mundo en 1897 y falleció en 1983, siendo la mediana de tres hermanas, Flora y Marisol.
Menchu Álvarez del Valle se trasladó a Oviedo con 16 años, descubriendo por aquel entonces que le encantaba la radio. Sus comienzos fueron en 1947, cuando entró en Radio Oviedo, pasando también por Radio Nacional de España y Radio Asturias, donde se convirtó en una locutora reconocida por una dicción excelente que por cierto mostró al leer la Carta de San Pablo a los Corintios en la boda de Don Felipe y Doña Letizia el 22 de mayo de 2004. Ese día, todo el mundo escuchó su preciosa voz, aunque era algo que los asturianos disfrutaron hasta que se prejubiló en 1990.
Casada desde 1949 con Jesús José Ortiz Álvarez Velasco, representante de Olivetti, fueron padres de tres hijos: Jesús, Henar y Cristina. El mayor, periodista como su madre, se casó con Paloma Rocasolano en 1971 y tuvieron tres hijas, Letizia, Telma y Erika, que vivieron en Oviedo hasta finales de los 80, cuando los Ortiz Rocasolano se marcharon a Madrid. En el tiempo en el que vivieron en la capital asturiana, Letizia, la nieta mayor, se enamoró de la profesión de su abuela y la hizo suya.
Alegrías y desgracias familiares
Menchu Álvarez del Valle y José Ortiz tenían una casa de Sardéu (Ribadesella) a la que se mudaron una vez quedaron libres de compromisos profesionales, y también para olvidar ciertos problemas a los que tuvieron que hacer frente. Allí fueron felices durante años hasta que el destino les dio la peor puñalada que se le puede dar a un padre y a una madre: la muerte de su hija. Cristina, su benjamina murió en 2001 a causa de un cáncer. Madrina de Doña Letizia, trabajó en Canarias antes de regresar a su Asturias natal, donde fue gobernanta del Parador Nacional de Cangas de Onís hasta que la enfermedad le impidió seguir trabajando. Se instaló en Sardéu, donde sus padres le cuidaron hasta el final.
Los años pasaron, y llegó el sobresalto de verse en el foco mediático por la boda de su nieta mayor con el Heredero al Trono. Acudió a la boda y leyó de forma impecable ante Casas Reales de todo el mundo y autoridades, siendo seguida por televisión por millones de personas. Recibió con alegría la llegada de sus bisnietas, Carla, Leonor, Sofía y Amanda, y volvió a sufrir con la muerte de su marido, José Ortiz, fallecido en 2005 a los 82 años. El otro disgusto fue enfrentarse a la Justicia al ser acusada de un delito de alzamiento de bienes junto a sus hijos, un trance del que salió absuelta.
Se quedó en Sardéu, donde acude con frecuencia a la cercana Ribadesella a sus tertulias, a ver amigos y a hacer recados, aunque no pierde ocasión de visitar y recibir visitar familiares. Se instala de vez en cuando en el Pabellón del Príncipe, donde es querida y bienvenida, aunque ha pasado temporadas en Marbella para hacerse tratamientos de salud que se ve que funcionan, pues ha llegado a los 90 estupendamente.
En 2013 se llevó una alegría al recibir un galardón en 2013 con motivo de los Premios Nacionales de Radio. La abuela de la entonces Princesa de Asturias recibió su distinción junto a su hermana Marisol y se mostró muy emocionada. También vivió una jornada emotiva al año siguiente, concretamente el 19 de junio de 2014 cuando asistió a la proclamación de Felipe VI como Rey de España. Desde las gradas del Congreso de los Diputados vio la solemnidad de su nieto político, la alegría de su nieta y la curiosidad e inocencia de sus bisnietas. El tiempo ha pasado y Menchu Álvarez del Valle ha seguido con su vida tranquila, aunque no ha dudado en aparecer en público para las comuniones de la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, además de acercarse a Poreñu en octubre de 2017 cuando los Reyes fueron a entregarle la distinción de Pueblo Ejemplar.
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