Sara Martiínez Rodríguez cuenta su historia en meprestaelbierzo.com
El primer sueldo de la radio se lo pagó el periodista deportivo José María García y no precisamente por locutar frente al micrófono. Fernando Tascón tenía 16 años y trabajaba como botones en el Hotel Temple de Ponferrada. Era 1980 y la Vuelta Ciclista a España hacía final de etapa en la capital berciana. “Hubo un gran despliegue periodístico. El tipo llegó y preguntó quién estaba a cargo de la centralita, me dio un listado de diez teléfonos y me dijo que tenía que pincharle uno tras otro. Cuando acabó me dio mil pesetas”. Tal vez no le pusieran cara hasta ahora, pero cualquier berciano reconocería su voz si lo escuchara pidiendo un kilo de naranjas a su lado en el supermercado. Director de Radio Bierzo desde 1992, empezó en Radio Cadena Española en el 86. Más de tres décadas acercando a los oyentes los dimes y diretes políticos, la realidad rural, los sucesos tan nuestros, y, especialmente, la lucha minera y su épica, convertida en una leyenda que se diluye con la muerte de un sector vital para la comarca. Él lo sabe bien. Aquel Bierzo poco tiene que ver con este. Quedamos a las 14.00 horas en el Reno, uno de los pocos bares de su barrio natal que sobrevive. Llega con su mochila y sus bártulos de trabajo, pide un mencía y se sienta dispuesto a cedernos un rato de su tiempo, que nunca le sobra.
Tascón nació en casa, en el número 29 de la calle 2 de Mayo. Estudió en el colegio Navaliegos y más tarde en el Álvaro de Mendaña. “La fisonomía del barrio ha cambiado completamente, la Avenida del Castillo eran naves y solares y el camino de casa al colegio estaba prácticamente sin asfaltar”. Así que tuvo la suerte de pertenecer a una de las últimas generaciones que aún jugó en la tierra. “A lanzarnos con cartones por un barranco, a las canicas y a los santos”, que para los no entendidos era un juego que precisaba de cajas de cerillas y una piedra. En casa consumían mucha radio, aunque lo primero que se le viene a la mente es el consultorio de Elena Francis. Al terminar el instituto cursó magisterio en Las Concepcionistas, no por vocación docente, sino por falta de inclinación concreta. “Éramos cuatro hermanos e iba a ser complicado que todos estudiáramos fuera. Yo no sabía lo que quería hacer y magisterio me lo ofrecían en Ponferrada”.
“Cuando me quise dar cuenta ya estaba en la radio” dice. Pero Tascón había mamado la profesión desde la cuna. Su madre, Amalia Ruiz, trabajó en Radio Juventud, y todos sus hijos se han dedicado en mayor o menor medida al mundo de la comunicación. “Ella no lo propició pero lo ves en casa y te resulta familiar”. La casualidad jugó un papel importante. “Un día me encontré con el locutor Benigno Crespo, me paró y me dijo que había llegado un director nuevo a Radio Cadena y que me pasara por allí”, recuerda. Dicho y hecho. Empezó haciendo programas de música (él había tenido un grupo llamado Diodo) y contenidos de humor. Con 26 años ya era el director de la emisora. En el 92 se presentó la oportunidad de Radio Bierzo. “Entré supliendo a Angélica Rubio” y la cosa salió bien. ¿Las historias más memorables de estos años? “Cuando llegué estaba terminando el conflicto de la MSP y viví esos momentos, pero las noticias más sabrosas informativamente han sido las relacionadas con la minería”.
Cuenta una anécdota. Un minero quedó atrapado en un chamizo en el Alto Bierzo. “Yo estaba solo en la emisora y desde Madrid me estaban presionando para obtener información. Llamabas al empresario, a la Guardia Civil, pero ni te cogían ni te contaban nada. Y no me podía desplazar hasta allí porque estaba solo”. Como último recurso llamó al bar del pueblo. “Ya desesperado le pregunté a la señora que respondió y me dijo, espera que te lo paso”, cuenta riendo. “El minero ya había salido y se había ido al bar a ver el partido”. La historia es un buen ejemplo del cambio tecnológico que ha experimentado la profesión. “Entonces era casi imposible acceder a la noticia, ahora habría allí mil móviles grabando y retransmitiendo todo en directo”. “Ahora”, explica, “somos completamente dependientes de la tecnología y solo estamos en los orígenes, lo que nos espera puede ser mucho más apabullante”.
En su larga carrera, Tascón ha tenido tiempo de estudiar Psicología por la Uned, de licenciarse en Periodismo en la Juan Carlos I, de ser corresponsal para la agencia EFE durante 10 años “en los que aprendí a actuar con rapidez, más limpio, más directo y más objetivo”, y a escribir ‘La biblia bastarda’ junto a su hermano Mario. ¿Y en el futuro? “Habrá más trabajos colaborativos con mis hermanos. Tenemos una cosa casi a punto”, anticipa.
Para acabar nos deja algunas reflexiones que merece la pena dejar por escrito. “La afirmación de que los bercianos éramos emprendedores escondía una gran falacia, éramos emprendedores porque no nos quedaban más cojones. No podíamos ser funcionarios, ni empleados de la universidad, no nos quedaba más remedio”. ¿Y ahora? “No podemos pensar que el turismo nos va a sacar de aquí, el turismo tiene una saturación, a ver si unos señores de Madrid se van a encontrar antes en Suertes que en Gran Vía”. Ya son las 16.00 horas. Aunque sin duda la conversación da para más. Una vida de anécdotas de quien conoce demasiado bien los entresijos de la comarca.
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