Judith Romero dess El Correo informa de la actividad deportiva de Begoña Beristain:
«Cuando superamos los 42 km, el italiano con el que estaba corriendo se paró un momento y me dijo. ‘Sei maratoneta. A partir de ahora vas a ser ultramaratoneta’. ¡Menuda alegría!», celebra Begoña Beristain. A sus 52 años, la periodista bilbaína ha sumado un nuevo logro a la faceta ‘runner’ de su vida que descubrió hace una década. La locutora ha completado los 100 km del Sáhara, una carrera organizada por Zitoway Aventura en Túnez. «Un amigo me dijo ‘Bego, ¿Correrías 100 kilómetros en el desierto?’ Me gustan los retos y no lo pensé ni un minuto», sonríe satisfecha con la experiencia.
El Correo ha querido reconocerla como campeona de la semana por ser capaz de superar sus propios límites y completar esta carrera de tres etapas. La primera fase es nocturna, comienza con la puesta de sol y lleva a los corredores por las dunas. «Fue muy emocionante. Aunque ya había corrido en el desierto en Tindouf, corrimos 15 kilómetros de noche sin apenas gente alrededor», detalla. La segunda parte fue más dura, ya que se desarrolló con temperaturas de hasta 35 grados al mediodía. «Había dos tramos fuertes de dunas y después un terreno pedregoso. Tuve que andar en algunas ocasiones porque se me agotaban las fuerzas», confiesa Beristain.
Por fin, el tercer día, llegó el momento de enfrentarse a los 50 kilómetros por primera vez. «Quería saber qué había después de los 42 kilómetros de una maratón, que era lo máximo que había corrido hasta ahora. Fue una maravilla, vi a un corredor italiano de unos 60 años que había hecho mucho fondo y me fui con él. Me preguntaba cómo tenía el corazón, cómo estaba de hidratación… y así hasta llegar, fue muy emocionante», afirma la periodista.
Entrenar con fatiga
Begoña Beristain se preparó con su entrenador Imanol Loizaga entrenando cinco días de carrera y dos de fuerza cada semana y descansando uno. «Lo organizamos en varios días seguidos para entrenar el correr con fatiga por los acantilados de Getxo, Arminza, Sopelana, Barrika, Gorliz… y dio buenos resultados, aunque es difícil entrenar retos de mucho calor en Euskadi», explica la corredora popular, quien le ha cogido el gusto a las distancias largas. «Ahora tengo ganas de hacer 100 kilómetros sin parar, aunque no descarto hacer otra por etapas», avanza.
Corredora desde los 40 años, Beristain recogió su experiencia con el aproximamiento a este deporte en su libro ‘Tú también puedes ser runner: la experiencia vital de una corredora más allá de los 40’ (2017). «Siempre he hecho deporte, jugaba al baloncesto, nadaba muchísimo… pero tardé en darme cuenta del bien que me hacían las zapatillas. Nunca es tarde para empezar a correr», anima.
Esta ‘ultramaratoneta’ ya tiene dos fechas grabadas en el calendario. El próximo 27 de octubre estará en Getxo para colaborar en el triatlón solidario con la ELA, la enfermedad que le arrebató a su madre. «No sólo corremos por nuestro disfrute, hay muchas causas a las que podemos aportar nuestro granito de arena», sostiene Beristain, quien también ha organizado carreras contra las agresiones a las corredoras. El 20 de abril correrá la maratón más antigua del mundo, la de Boston, para seguir tachando carreras singulares de su lista.
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