Noticias de Navarra publica la entrevista de Colpisa:
Cuando a las 12:30 horas Angels Barceló (Barcelona, 1963) se despide de los oyentes a los que ha acompañado durante seis horas y media cualquiera diría que se retira a descansar. «Para nada. En cuanto salgo me pongo a preparar el programa del día siguiente. Solo descanso un rato a la hora de comer e intento hacer una siesta de 30 minutos», confiesa la periodista. Es lógico, por tanto, que se reconociese agotada hace unos días cuando decía adiós a su primera temporada al frente del ‘Hoy por hoy’ en la SER.
- Vaya temporada.
- Nunca había llegado así al final, estoy agotada física e intelectualmente, la pandemia ha sido muy dura, por el volumen de información, porque nos afectaba a todos y porque tenía la cabeza pensando en los míos. He estado cuatro meses sin ver a mi padre, sin ir a Barcelona y ha sido complicado. Siempre terminas la temporada con la sensación de que no puedes dar más de ti, pero sí puedes. Esta vez tengo la sensación de estar al límite.
- Ha sido de las que no ha dejado de acudir al estudio.
- Ni un día. No paramos ni en Semana Santa, aunque gran parte del equipo sí ha estado en sus casas e incluso en ciudades diferentes. Esto lo dificultaba todo. En una redacción tú levantas la mirada y te entiendes con el de al lado. Eso no pasa por WhatsApp. -¿Ha reflexionado sobre el papel que ha jugado el periodismo en esta crisis? -Siempre lo hago en momentos como este. El periodismo tiene una responsabilidad sobre cómo narramos los hechos. Hay que ser cuidadosos con el amarillismo que no lleva a ningún sitio, ser muy rigurosos a la hora de contar las cosas, contar lo que pasa.
- ¿Y hemos cumplido?
- Allá cada uno con su conciencia, yo la mía la tengo tranquila. Los periodistas debemos reflexionar sobre qué somos y qué papel queremos jugar, yo tengo claro que la información en una democracia debe servir para contar los hechos y ofrecer análisis desde la pluralidad.
- Los periodistas estamos en la diana continuamente, a veces con más razón que otras.
- Se ha incorporado un elemento nuevo y es que ahora los periodistas nos criticamos entre nosotros. Todo el mundo ha inventado el periodismo y los otros no. Hemos cruzado una frontera peligrosa para la profesión. Estamos en un tiempo además en que gran parte de los ciudadanos solo quiere escuchar las opiniones que refrenden la suya, que le den la razón a lo que piensa. Si tú dices una cosa que no refrende lo que piensa ya estás en el otro bando, te colocan en otra trinchera. Y te digo una cosa, no puedo más con las trincheras. A mí me satisface que me critican todos y eso quiere decir que alguna cosa estamos haciendo bien.
- ¿Cambiará algo cuando la crisis acabe?
- En momentos delicados como estos es cuando más se polarizan las posturas, no hay espacio para los matices, o estás conmigo o contra mí. Te acusan de equidistante y yo no lo soy. Yo no soy equidistante con la ultraderecha, jamás lo seré. Pero si dices algo que no casa con unos posicionamientos de la izquierda, entonces es que estás con la ultraderecha. Los matices y los grises desaparecen en momentos complicados de mucha información.
- ¿Ha recibido presiones?
- Tengo un paraguas encima de mí y si ha habido presiones alguien que lo sujeta las ha parado.
- Le ha pillado todo esto en su transición de la noche a la mañana, ¿cómo lo ha llevado?
- He tenido que cambiar el programa totalmente de cómo lo había diseñado el verano pasado tomando el sol. El formato ha saltado por los aires muchas veces porque la actualidad nos atropellaba constantemente. La temporada comenzó con un hackeo monumental del sistema informático de la Cadena SER que nos obligó a trabajar en unas condiciones que no se las deseo a nadie y cuando empezábamos a salir vino la epidemia. Tengo la sensación de que llevo 25 años haciendo el ‘Hoy por hoy’. Mis canas lo demuestran. Me han salido canas como nunca. Ha sido una inmersión a lo bestia.
- ¿Le ha costado coger el tono de la parte menos informativa del programa?
- No, tengo un punto muy petardo, pero como he estado siempre muy vinculada a la información la gente se cree que no.
- ¿Los oyentes deberían escuchar a Angels porque es…?
- Creíble. Quiero que cuando yo cuento algo la gente lo crea. La rigurosidad me ha obsesionado desde el principio que empecé a ejercer mi profesión. Y si alguna vez me he equivocado en algo la que más se ha molestado he sido yo, soy muy perfeccionista trabajando, soporto poco los errores, los míos y los de los demás.
- ¿Se enfada mucho?
- Conmigo muchísimo y antes me enfadaba con los demás pero me estoy haciendo mayor y soy más comprensiva.
- ¿Echa de menos otros medios?
- No, no hay nada que hagan en la tele que me dé envidia ni que me gustaría hacer. Vivo por y para la radio.
- ¿Sigue las tertulias de la tele?
- No, veo los informativos, sobre todo los de TVE, poco más.
- 60360