
29.06.2025.- Jonás Herrera escribe en lacronicadebadajoz.com que EA4AQR, ese es el indicativo de Ángeles Álvarez. Ella es de Montijo, tiene 72 años y, sobre todo, radioaficionada. Dice que hace unos 40 años que no se despega de una radio. Desde hace 35 años forma parte de REMER, la Red Nacional de Radio Emergencia. Estos radioaficionados están integrados en Protección Civil y a través de ella se coordinan a lo largo del territorio.
Esta mujer es una de las homenajeadas en la mañana de este sábado en la delegación del Gobierno en Extremadura por su labor desinteresada y altruista a favor de la sociedad. «Cada vez que hay una emergencia estos voluntarios se ponen a disposición para poder ayudar. Aunque sea una labor desconocida, hemos querido reconocerla por el esfuerzo que hacen siempre», detallaba José Luis Quintana, delegado del Gobierno en Extremadura, tras finalizar el acto.
Estos radioaficionados disponen de unos aparatos de transmisiones en sus domicilios a través de los cuales se comunican con otras partes del mundo. Gracias a estos sistemas pueden ser útiles en situaciones de emergencias. La gran mayoría de ellos cuentan con radios portátiles que pueden montar en cualquier lugar y con una pequeña antena transmitir. Esto hace que sean muy prácticos ante situaciones complejas como pueden ser inundaciones, incendios o cortes de luz.
En el último apagón eléctrico del 28 de abril Ángeles Álvarez y su marido, Francisco Soltero, estaban en Santa Pola, en casa de su hija, pero pudieron seguir todo lo que ocurría gracias a su sistema de comunicación. «Nosotros siempre nos llevamos la radio a cuesta y la teníamos instalada en su casa. Pudimos saber qué estaba pasando gracias a la radio», explica.
«La radio era como los chats de internet»
Para ella esta afición es como internet de hace unos años: «A mí me gustaba hablar con la gente, aunque no los conociera, era como los chats de internet pero de hace 50 años», explica esta mujer. Del mismo modo, dice que en torno a esta afición se ha formado una familia en Extremadura. «Nos juntábamos periódicamente en Almendralejo, en Cáceres, en Badajoz…».
Tal es la afición de Ángeles y Francisco, que en su casa hay dos micros, uno en la cocina y otro en el salón: «Nuestras radios están en todos los rincones de la casa», asegura. Ella comenzó en este mundo porque su marido le transmitió esta pasión. Es tan grande esta pasión por la radio que no piensa nunca dejar de transmitir: «Me iré a la tumba con mi indicativo de la radio», asevera.
40 años en activo
Algo similar le pasó a Eusebio Moreno. Vive en Pueblonuevo desde 1956, tiene 87 años y desde hace 40 forma parte de REMER. El culpable de que este sábado haya recogido un diploma lo tiene, precisamente, el marido de Ángeles: «Francisco Soltero me metió en este mundo, me dijo que pusiera radio en Pueblonuevo y desde entonces no lo he dejado», cuenta.
Este hombre reconoce que desde entonces, cada vez que enciende los equipos ya está disfrutando, «solo con escuchar a personas honestas y de cualquier parte del mundo». Una de las últimas experiencias internacionales de Moreno ha sido con un radioaficionado del estado norteamericano de Tennessee: «Era un señor de un pueblito pequeño de allí y hablamos de dónde estábamos cada uno y cuáles eran nuestros indicativos».
Igual que su compañera, él nunca dejará de usar la radio: «Esta afición se acabará cuando me muera, antes no», asegura.
Actuando en emergencias
Ángeles recuerda durante unas crecidas del río Zapatón que se acumuló mucha agua en la presa Peña del Águila y tuvieron que desplegarse: «Mi marido estuvo toda la noche en el embalse viendo cómo evolucionaba y nosotras estuvimos en casa recibiendo las informaciones que ellos nos daban», detalla.
En aquel incidente, hace unos 40 años según Eusebio Moreno, los que más experiencia tenían fueron los que marcharon al lugar en el que había riesgo, mientras que a él lo «dejaron al cargo de coordinar el trabajo con las mujeres que se quedaron en la zona, para que todo funcionara», explica.
Ángeles también recuerda algunos episodios de riesgos de inundación en Barbaño, la entidad local menor de Montijo, que está muy próxima al río Guadiana y en ocasiones ha sufrido problemas. En esos casos, siempre han estado muy pendientes para activar la alerta en el caso de que fuera necesaria.
Por su parte, Eusebio Moreno señala algunas de las intervenciones que han desarrollado en el entorno más cercano a su pueblo, como puede ser con las crecidas del Guadiana ante la cual tenían que ir indicando cómo de cubierto estaba el badén de Talavera la Real.
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