Tu túnica morada ha quedado marcada por la sangre derramada. Has venido soportando mil crueldades en forma de golpes y escarnios en tu Cuerpo. Día a día, noche a noche sin pronunciar reproche, sólo entonando aquel: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Te quitaron las vestiduras, te flagelaron, te coronaron de espinas y te otorgaron el mayor de los suplicios: ¡la muerte de cruz! Desnudo, solo, tras la huida de los que días antes te proclamaron, a gritos, como Rey de Reyes. Muy pocos quedaron a tu lado, tu Madre, el discípulo amado, la Magdalena y unos pocos valientes que no temieron represalias.
Y tu silencio se hizo eterno. Tu bondad y entrega hasta el final, ejemplo de Vida. Llegada la Hora Nona, miraste al cielo de Granada y expiraste junto al Genil. La ciudad se cubrió de tinieblas y ya el pueblo no pudo callar, porque si callara hasta las piedras gritarían.
Por ello en COPE Granadanos proponemos gritar a los cuatros vientos la auténtica Buena Nueva de tu Resurrección, de la presencia de tu Amor en estos días santos de Pasión y Pascua.
Esta publicación es nuestra contribución, amigo oyente o lector, es el esfuerzo de un magnífico equipo de colaboradores que, desinteresadamente, han puesto lo mejor de ellos para contarnos como viven su fe en estos días santos.
El equipo de COPE Granada, un año más, se ha metido bajo las trabajaderas de esperanza, para ser los pies del que cargando con la Cruz subió al calvario eterno del Valparaíso, para que su sangre derramada, germinara en la flor más bella: la del amanecer de cada día, que siempre quedará reflejado en los ojos de amor de la Madre, que vela cada noche su maternal regazo.
Y como “aguaores” en nuestro camino hemos encontrado el apoyo de empresas y entidades que han hecho posible esta publicación, “fresca agua en jarrillo de lata”, que nos has permitido dibujar esta particular Estación de Penitencia por las calles de Granada.
