Las voces de la poesía de aquel tiempo pasaron por sus micrófonos, altavoces de antiguos jóvenes que ansiaban libertad y devoraban libros a la espera de encontrarla en ellos. Lucían prominentes barbas y compartían inquietudes intelectuales, vínculos que se hicieron más fuertes –sempiternos– gracias a Poesía 70, el programa que agitó con la palabra las Ondas Populares. Este año se cumplen 50 de su primera emisión. A modo de homenaje, la Asociación de Alumnos Mayores de la Universidad de Granada ha organizado esta semana un seminario para abordar desde todas las perspectivas la revolución que supuso el programa de COPE Granada, precisamente cuando la cadena celebra medio siglo de historia, por lo que la emisora ha recibido este martes la Granada de Plata.
El seminario contará con la presencia de políticos y escritores de primera línea, profesores de la Universidad de Granada y también con el artífice de aquel movimiento. Corría el año 67. Recién llegado de la mili, a Juan de Loxa (Loja, 1944) se le ocurrió hacer un programa de radio sobre poesía que diera paso a una revista del mismo palo. Emprendió ambos proyectos bajo el paraguas de una marca: Poesía 70, que surgió como un espacio para dar voz y tinta a los literatos de la Granada del tardo-franquismo, desde donde se emitía el programa; un redil de libertad para quienes la requerían y en torno al cual se configuró una realidad cultural que no tardó en expandirse por las emisoras del resto de España.
Y todo ello se hizo con el apoyo expreso de los jesuitas, la orden que en aquel momento controlaba Radio Popular de Granada, al frente de la cual se encontraba el padre Manuel Linares. «Un hombre culto, dedicado a la traducción de poetas ingleses», recuerda con afecto el periodista y escritor Juan de Loxa, quien dirigió el programa durante los 27 años que permaneció en antena. «Había una necesidad de apertura, y así lo entendieron», comenta con pausa De Loxa: «En la misma emisora en la que se rezaba el rosario, también se permitía una isla de libertad plena, que era Poesía 70. Eso es así… Y la gente se sorprende cuando escucha hoy los programas».
Sin censuras
Juan de Loxa se vanagloria de haber esquivado la censura que aún imperaba, aunque ya de forma más suave tras las reformas de Fraga, en la época. Eran tiempos de aperturismo. «Fue muy fuerte… Nunca tuvimos el más mínimo problema de censura», insiste él, a pesar del contenido ideológico que desprendía el programa. De Loxa todavía no era militante del PCE. Entonces, ni él ni sus acérrimos colaboradores estaban afincados en ningún partido concreto, si bien tampoco era un secreto que orbitaban alrededor de movimientos progresistas: «Queríamos que la gente fuera más libre y más feliz, y eso se manifestaba en los poemas».
De alguna forma, lo consiguieron. El sino les dio la razón. Alcanzaron el clímax libertario con la llegada de la democracia. Paradójicamente, la irrupción de un nuevo sistema político repleto de libertades trajo consigo problemas para seguir emitiendo el programa: «El espíritu que tenían las emisoras en la época inicial estaba modificándose, ya no fue igual». A pesar de los pesares, Poesía 70 se mantuvo en las ondas hasta 1994, cuando fue sustituido por el espacio de José María García. Para entonces, Poesía 70 ya era un éxito consumado y acreditado por el Premio Ondas de 1982, así como por teóricos de la comunicación.
Hasta Sabina
Poesía 70 no sólo marcó una época en la Cadena COPE, sino que influyó en otras producciones radiofónicas españolas posteriores. A Juan de Loxa no le cabe duda de que el programa que fundó fue «el antecedente» de Radio 3: «Lo dice todo el mundo». Aquellos aires irreverentes también dejaron su impronta en la música, tan ligada a la poesía desde sus orígenes compartidos. Destaca el surgimiento del Manifiesto Canción del Sur, el movimiento contestatario al que se adscribieron artistas como Carlos Cano, Luis Eduardo Aute o el propio Juan de Loxa.
Los éxitos del programa fueron también los de sus colaboradores; iban de la mano. También en el caso de Loxa, que más tarde fundó y dirigió durante tres décadas el museo de la casa natal de Federico García Lorca, figura a la que siempre ha estado próximo. «Todos los poetas que han publicado en Poesía 70 han sido después gente importante», señala con orgullo Juan de Loxa, que cita, por poner un ejemplo, a un jovencísimo ubetense que estudiaba Filología Románica en la UGR y firmaba en la revista como Joaquín Ramón Martínez Sabina, poco antes de verse obligado a exiliarse a Londres tras arrojar un cóctel molotov contra una sucursal del Banco de Bilbao en Granada. Aunque esa es otra historia.
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