Albert Malla Nicolauel escribe en report.cat: Radio, prensa, televisión, comunicación corporativa y lo que sea. Carles Diego Ferrús (23 de noviembre de 1956, Terrassa), más conocido como Xarli Diego, ha tenido una carrera profesional envidiable, tocando todos los mástiles posibles y con una gran capacidad de adaptación. El 31 de marzo la sede del Colegio de Periodistas, en Barcelona, acogerá un acto en el que se rendirá un homenaje a este veterano periodista y en el que se repasará toda su trayectoria.
De padre tornero fresador y de madre modista, carecía de referentes en casa en el sector de la comunicación. Pero el periodismo, como otras profesiones, ya lo tiene eso, que de la nada surge una inquietud, una necesidad… en definitiva, una vocación. «Me sentí atraído en la radio enseguida», confiesa, y de la mano de un vecino de la misma edad con intereses contrapuestos, pero perfectamente complementarios, empezó a jugar haciendo de locutor y presentando canciones de los Beatles con doce años mientras su amigo hacía de técnico de sonido.
Aunque era estudiante de Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona, su escuela fueron las radios locales. Ràdio Olot, Ràdio Vic y Ràdio Manresa fueron las primeras en transmitir su voz por las ondas. Y desde entonces, el micrófono se convirtió en inseparable. Era aplicado y estudioso, pero se cansó de las constantes apariciones de la policía que impedía acceder a las clases y no terminó la carrera. Esto no supuso impedimento alguno para seguir avanzando con paso firme en la profesión.
Manresa, el punto de inflexión
«Tú volarás pronto», le decían los jefes. Y el egarense alzó su vuelo hasta su amada Manresa. La capital del Bages le ofreció el primer programa de autor profesional, el Bages Music, donde tenía como referencia el anterior que había hecho (Tú, yo y la radio) en Vic. Revolucionó la ciudad, a sus veinte años, entrevistando a artistas de la talla de Mocedades, Paloma San Basilio, Sandro Giacobbe, Toto Cutungo o Miguel Bosé. «Esto conmocionó a la comarca», reconoce. «Los manresanos me han dicho que nunca ha vuelto a haber algo así», añade. La fuerza de la radio en su máximo esplendor. «Adoro Manresa y Manresa me adora… Fue un punto de inflexión», admite.
Y de Manresa hacia Barcelona. La Vanguardia publicó un anuncio de Radio Barcelona con la pregunta: «¿Eres de raza radiofónica?» y él se presentó. Su madre, con ese instinto sobreprotector, no acababa de entender cómo podía dejar aquella silla, donde estaba una “estrellita”, para marcharse a la gran ciudad. «Se te comerán», le decía. Pero él pensó que nada podía perder, al contrario.
El jefe de programas de Radio Barcelona, Joan Castelló Rovira, le dio la responsabilidad de presentar y dirigir «Caspe Street», un programa musical con una gran influencia. Pero las buenas noticias no terminaron aquí. Como la creatividad era uno de sus otros puntos fuertes, lo hicieron jefe de creatividad publicitaria. Escribía las cuñas de Fútbol en catalán, las cuales promocionaban las narraciones de los partidos que locutaba el maestro Joaquim Maria Puyal. «Los dos hombres que más me han marcado en mi vida han sido Joan Castelló Rovira y Joaquim Maria Puyal», recuerda.
«El joc del segle» y la importancia de Rosa Maria Sardà
El vínculo con Puyal, a través de las cuñas, generó muy buena sintonía y el “maestro” le llevó a la televisión. Tres pics i repicó, la Lotto 6/49 y, definitivamente, El joc del segle en TV3 supusieron un estallido de popularidad, que ya venía rodado del Caspe Street. «El joc del segle me dio popularidad en cuarenta y ocho horas», destaca, pero el sabor es agridulce y es que el programa sólo estuvo en la parrilla dos años. «Era un caballo ganador, pero por problemas internos no siguió», explica.
Pero no olvidemos que en esta profesión, un trabajo lleva a otro, y los contactos son imprescindibles para nuevos proyectos. En Radio Barcelona conoció a Rosa Maria Sardà, que le pescó como guionista por su programa Ahí te quiero ver de TVE. Tenía la responsabilidad de escribir los discursos y preparar las entrevistas, y la confianza que tenía con la Sardà le convirtió en el relaciones públicas de las diversas personalidades que venían.
Debe tenerse en cuenta que era un programa con audiencias de doce millones de espectadores, una auténtica barbaridad. Antes del programa, él almorzaba con los invitados y uno de los que recuerda con especial cariño es Pedro Almódovar. La anécdota llegó después de comer, cuando el director de cine fue a comprar unos libros a una tienda en Via Laietana y los perdió al poco tiempo. “¿Dónde está la bolsa?”, le preguntó Almódovar. Xarli Diego le respondió: “No lo sé… la llevabas tú”. El valor equivaldría a unos 300 euros actuales.
«Si no te adaptas, estás muerto»
La capacidad de adaptarse a los diferentes escenarios le han llevado a ser quien es hasta el día de hoy. “Si no te adaptas, estás muerto; y, siendo periodista, si no te adaptas, estás doblemente muerto”, manifiesta. Esta virtud junto con la creatividad y la capacidad de trabajo, han provocado que haya podido degustar todos los platos comunicativos. «Soy un culo inquieto, y eso juega a favor y en contra», asegura.
Y de la Sardà a la Trinca. Como con la ilusión más pura de un niño y cumpliendo un sueño, fue asesor de La Trinca. Y más adelante, fue jefe de prensa del Tricicle por todo el país durante doce años. “Cuando se marche la pandemia quieren despedirse como es debido porque no lo han podido hacer”, destaca.
Y después de hacer radio, prensa y televisión, funda su empresa y se dedica a la comunicación corporativa. Durante más de veinte años se dedica al sector alejado de los medios, pero muy cerca del asesoramiento al Govern, como cuando trabaja con Núria Gispert, expresidenta del Parlament de Catalunya, y también con Justícia, Interior i Governació. Hay compañeros de profesión que no entienden cómo puede que también se dedique en este ámbito. El terrassense lo resume por un tema de egos. «Nuestra profesión tiene más ego que otros y cuando quieren desacreditar a alguien de la radio dicen que se dedica a presentar canciones y hacer programas de entretenimiento», se lamenta.
Y después de esta larga lista, ¿qué le queda por hacer? No olvidar sus inicios. Desde hace año y medio, creó un programa, El Catamarán, que recuerda quién es, con música, toques de humor y con una entrevista. Se emite por cuarenta y siete emisoras y lo hace todo desde casa. No hay que omitir el pasado, pero él es vivir el presente y por eso pone tantas ganas con lo que hace.
La advertencia sobre la radio actual
Por si acaso se olvida, escribió Gracias por la música (Pagès Editors, 2019), libro donde recoge muchas vivencias sobre la querida radio y da algunas pinceladas de la televisión. ¿Y cómo está actualmente la radio? Xarli Diego manifiesta que la técnica es lo que más ha mejorado, pero cree la radio debería ponerse las pilas e innovar un poco más. No quiere ser un nostálgico, pero echa de menos más creatividad.
“Los dirigentes de la radio deben ser más atrevidos y deben saber de radio. Y en todos los sitios no es así”. La advertencia es clara y avisa de que Spotify acabará con las radiofórmulas si desde el micrófono no se da un valor añadido. Además, recuerda que la radio no es sólo Jordi Basté y Laura Rosel, sino que va más allá. En definitiva, que debe ser más exigente.
Reflexiones y vivencias de un hombre de radio, televisión, prensa y comunicación con una gran memoria para ubicarte en la línea cronológica. A la espera del acto del Colegio del jueves, Xarli Diego tiene muy claro hacia dónde quiere ir: con su catamarán hasta el fin del mundo.
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