El premio Influencer 2018 al mejor comunicador musical en radio está orgulloso de haber logrado que dos generaciones escuchen juntas Del 40 al 1. Tony Aguilar es tan feliz en su trabajo que si tuviera que viajar a una isla desierta se llevaría una emisora portátil para seguir haciendo un programa musical.
Y lleva así desde los 6 años, cuando jugaba en su habitación a ser DJ en una casa con una radio encendida en cada cuarto. “Nadie de mi familia se dedicó a la radio ni a la música, pero todos éramos grandes melómanos y seguidores de la radio.
Yo escuchaba a Luis Arribas Castro, el mítico don Pollo, y desde muy pequeño dije que quería ser como él. Me daba muy buen rollo la energía positiva de aquel locutor que regalaba macetas a los oyentes para poner Barcelona bonita”.
Tony nos habla de sus inicios en el año 91, en Radio Barcelona. “A la vez pinchaba en la discoteca Chic, de Molins de Rey. El jefe de la radio y el de la discoteca se conocían y los dos apoyaron mi carrera como showman en la discoteca y como DJ de la radio. Antes de eso ya había metido la cabeza en todas las emisoras del Baix Llobregat…”.
Todos los de la generación X le recordamos en el mítico programa que emitía Antena 3, Leña al mono, “ya llevaba tres años en Los 40 Principales, presentaba sus eventos y grabé una cuña de radio para la revista Primera Línea. Al director de esa revista, que también iba a dirigir ese programa, le gustó mi rollo rapero y me propuso participar en el casting para presentadores. Y así empezó mi carrera televisiva y una proyección nacional”.
Tras 30 años en la radio, le preguntamos cómo se mantienen los oyentes y se ganan nuevos seguidores. Él lo tiene claro: “Me he mantenido muy al corriente de lo que peta en cada momento, reinventándome a mí mismo. Es muy difícil estar en una emisora con un público de tres millones y pico y no acabar siendo alguien que pertenece a la radio de hace tres décadas. Hay que vivirlo con pasión y estar al loro de lo que ocurre en el mundo de la música.
En esta entrevista, Tony Aguilar nos cuenta que la competencia es voraz, por la segmentación de las radios las playlists y el streaming. “Una playlist te puede decir: “Pulsa aquí”, pero no es lo mismo que te diga un tío: “Prepárate porque con esta canción que te voy a poner ahora se te van a poner los pelos como escarpias. La he escuchado esta mañana en una emisora americana y vas a alucinar”. Con prescripción y el valor humano cabalgando sobre las canciones, la radio musical nunca morirá y siempre tendrá una razón de ser”.
La entrevista completa estará en el número de noviembre 201 de la revista Influencers.
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