El comunicador visita hoy Granada con su programa ‘La hora de Andalucía‘ y recoge premio por sus dos décadas de emisión ininterrumpida, lo que ha servido para que Belén Rico le entrevistara para Granada Hoy.
Pocos periodistas en el mundo pueden presumir de llevar 20 años en antena con el mismo programa y en la misma emisora. Tom Martín Benítez es uno de ellos: en 2017, el espacio que dirige, La hora de Andalucía, cumple dos décadas de emisión en Canal Sur. Un hito que ha querido reconocer el jurado de los Premios Ciudadanos Europeos, que esta tarde le hará entrega de uno de sus premios en el Carmen de los Mártires.
-Ayer dedicó el espacio de participación abierto a los oyentes a recordar esos 20 años. ¿Hay previsto algún homenaje más?
-Como esta temporada es la que coincide con el aniversario, vamos a hacer un recuerdo de largo recorrido pero baja intensidad. Por ejemplo, pediremos a los oyentes que nos cuenten los momentos en los que se han cruzado con nosotros o desde cuando nos oyen. También hemos facilitado un WhatsApp para que nos manden fotos de esos encuentros. Además, iremos invitando a los antiguos tertulianos que han estado con nosotros a lo largo de estos 20 años.
-A propósito de WhatsApp, ¿cómo ha cambiado el ejercicio profesional con la aparición de las redes sociales?
-Hace 20 años ya estaba inventado internet pero no era lo que es ahora, obviamente. El panorama ha cambiado para todos.
-De su impacto en prensa escrita se habla mucho, ¿pero cómo ha sido su influencia en la radio?.
-Hace más de dos décadas la radio era: un emisor y muchos receptores. La llegada de la democracia abrió el medio a la participación, a la interactividad de ideas. Con Encarna Sánchez, por ejemplo, había llamadas pero no había esa interactividad. Pero con internet se cambiado a: todos emisores y todos receptores. Es una revolución extraordinaria en la participación que afecta, no sólo a la radio, a todo el periodismo.
-¿Pero no todos esos emisores son periodistas, no?
-No hay que confundirse el periodismo con el fenómeno del ‘yo periodista’. Es decir, no toda persona que tuitea o hace un comentario por la red por el mero hecho de hacerlo se convierte en un periodista fiable. Eso es muy importante. El periodismo lo hacen los periodistas, comentarios los puede hacer cualquiera. No se puede banalizar. Por supuesto, tiene cosas excelentes: nosotros, por ejemplo, ahora tenemos oyentes que nos llaman de manera normal desde el extranjero.
-Un programa diario durante tanto tiempo, será muy exigente.
-La verdad que sí. Mi trabajo no es peor que el de cualquier otro pero es muy exigente. Tienes que adaptar tu modo de vida porque no es algo que digas: «Voy a trabajar de tal hora a tal hora». Yo todo el día estoy acumulando información y que, de esta manera, por la mañana fluya y se pueda convertir eso en una comunicación única. Un comunicador es una persona que vive la vida y está al tanto de la actualidad. La analiza, la procesa y la convierte en un mensaje que sea entendible, comprensible y atractivo. Un comunicador no es una persona que lee un teletipo sino que es capaz de un acto de comunicación único. Yo no leo los periódicos, me lo s estudio. No escucho un boletín de radio, me lo aprendo. Estoy acostumbrado a estar siempre con el boli tomando notas.
-En dos décadas de programa, ¿por lo menos se habrá acostumbrado usted y su familia a esos horarios vespertinos tan madrugadores?
-Duermo en dos pedazos: un poco por la noche, no llega a cinco horas, y la otra mitad durante el día. Pero yo jamás he perdonado una siesta. No salgo a ningún sitio. Por supuesto, por la noche nada, pero tampoco voy a comer. Salgo a correr una hora al día y el resto estoy en mi casa, en mi estudio de trabajo.
-Usted está ya muy acostumbrado, pero, ¿a las ocho de la mañana tiene la gente ganas de debatir?
-Bueno, claro, a esa hora hay mucha gente despierta y muy espabilada (risas). Y si no ya me encargo yo de espabilarlos. La radio está ligada al arranque del día. Además es utilidad, recoger las noticias.
-Lleva 20 años con ‘La hora de Andalucía’, pero 44 años de ejercicio profesional. ¿Qué ha sido lo más impactante?
-Yo empecé en el 73 en RTVE y fui director de informativos de Radio Nacional en el 84, he hecho telediarios… Yo he vivido el 23-F dentro de televisión. He visto la Transición. Además vimos como se modificaba el mapa político europeo con la desaparición de la Unión Soviética, la caída del muro de Berlín y la desmembración de Yugoslavia. Bueno, qué cantidad de acontecimientos históricos.
-Con esa perspectiva tan amplia, ¿qué opina de lo que ahora está ocurriendo en Catalunya?
-Me da vértigo, me da dolor, me da la sensación de que algunos se han empeñado en mantener un relato que nos obliga a frotarnos los ojos y pensar si vivimos lo mismo. Creo que Catalunya debe encontrar el acomodo que permita actualizar nuestra convivencia pero que Andalucía tenga su elemento moderador para que nadie se lleve ninguna tajada por encima de otros.
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