¿Spotify matará a la estrella de la radio fórmula musical?

Spotify

Interesante artículo de Borja Terán en 20 Minutos: Todas las canciones en sólo un clic. Spotify hace tiempo que ha cambiado la forma de escuchar música. También adelantando a la radio tradicional. Porque la aplicación permite que el usuario viva sus canciones favoritas sin cortes, sin presentaciones que pisan los temas. Incluso los algoritmos de la plataforma analizan los gustos del oyente y crean recomendaciones hechas a medida. Con listas de aquello que realmente le atrae al consumidor, sin aguantar otros temas que le pueden gustar menos y que en una radio tradicional no hay más remedio que tragarse.



Entonces, ¿por qué seguir escuchando la radiofórmula musical convencional? En la radio clásica no puedes repetir compulsivamente ese hit que tanto te gusta cuantas veces quieras. Menos aún hacerte una playlist con tus canciones favoritas. Aunque cierto es que hay emisoras que sustentan su éxito en un repertorio muy concreto de éxitos históricos que son las que deleitan sin fisuras a su audiencia potencial. Un claro ejemplo, Kiss FM.

Pero hay una fortaleza que mantiene la radio musical clásica: en ella, es posible descubrir canciones que te pueden conquistar, aunque a priori no vayan contigo. Ahí el algoritmo de las plataformas bajo demanda no llega, porque se basa en clonar conductas en vez de entender que el ser humano evoluciona descubriendo lo desconocido. Como consecuencia, sigue vigente el papel de la radio musical de siempre. Sólo hay que saber potenciarla.

Entre tanto contenido audiovisual ‘a la carta’, el oyente demanda la figura del prescriptor creíble que informa sobre los nuevos grupos y desvela lo especial que viene. La estela de Joaquín Luqui continúa viva. Sin embargo, las radio fórmulas se han quedado a menudo paralizadas por unas narrativas repetitivas que les dificultan atraer públicos diferentes. Y es que ya no funciona el cliché del DJ engolado que no habla como se habla en la calle. El público celebra escuchar a personas con las que es fácil identificarse y, al mismo tiempo, admira por las vivencias que aportan.

«La buena radio fórmula logra que el oyente se sienta escuchado, el buen algoritmo sólo consigue escuchar al usuario para espiar y cruzar sus datos».
Por tanto, no basta el presentador que abusa de frases tan hechas como vacías. El porvenir de la radio musical pasa por dar esa complicidad que te proporciona hallazgos mientras te acompaña en directo. Y eso los algoritmos no lo van a poder hacer. La buena radio fórmula logra que el oyente se sienta escuchado, el buen algoritmo sólo consigue escuchar al usuario para espiar y cruzar sus datos. De ahí que el algoritmo crea saber mucho de nosotros, pero no cuenta con la cualidad de la imprevisible imaginación del creador que está detrás de un locutor que puede hablar de tú a tú con su oyente. Porque el buen locutor debe atesorar la curiosidad incesante del periodista y la cualidad de saber leer en el matiz del guionista. Es lo que intenta, en Europa FM, el programa ‘Cuerpos Especiales’, recién llegado esta temporada: actualiza los mornings shows desde un tono muy cercano con Eva Soriano e Iggy Rubín, como presentadores. También es lo que lleva realizando años y años ‘Buenos días, Javi y Mar’ de Javi Nieves y Mar Amate en Cadena 100. Construir desde una cotidianidad que no necesita la exageración: ni en entonación de cartón-piedra ni en risas artificiales.

La radio musical, como la televisión tradicional, seguirá vigente si comprende su posición como escaparate en el que colocar buenos programas que se conviertan en un acontecimiento colectivo y en directo porque divulgan, entrevistan, descubren. Porque si no en Spotify, y en las otras plataformas de música, es fácil terminar en un círculo de mismas músicas del que no sabes salir. Porque te quedas atrapado dentro de lo que ya conoces. Es más, cuesta romper ese bucle de éxitos y llegar a otros. Por eso mismo, Spotify no matará a la estrella de la radio musical de autor, como la que hacía Luqui con las narrativas de su época y su carisma propio. Las plataformas de música y las radio fórmulas son complementarias. Deben ir de la mano. De hecho, Spotify discurre ideas para parecerse a la interactiva radio de siempre. Esa que hacía constantemente partícipe al público de sus emisiones y no paraba de dar a conocer nuevas promesas. Porque Spotify sabe lo necesario de contagiar la imagen de ser una plataforma viva, no lo que es: un archivo infinito de canciones.

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