Antonio M. Romero escribe en diariosur.es: Con 16 años entró en la emisora, donde se convirtió en un referente, formó pareja radiofónica con Diego Gómez y puso en marcha programas innovadores como ‘Mujer76’ sobre feminismo.
En su libro ‘Mis dos vidas. Memorias’, publicado en 2004, María Teresa Campos confiesa que le hubiera gustado ser dependienta.
Una vocación que descubrió en su niñez en el negocio familiar de ultramarinos, La Riojana, que su abuelo regentaba en la calle Cisneros de Málaga, ciudad a la que llegó con sus padres con un año de edad tras haber nacido el 18 de junio de 1941 en Tetuán, la entonces capital del Protectorado Español en Marruecos.
Una tienda que se anunciaba a través de cuñas publicitarias en Radio Juventud, la emisora donde Mari Tere -como era conocida- se puso por primera vez delante de un micrófono iniciando una trayectoria profesional que le llevaría a situarse como una de las referentes de la comunicación en las últimas décadas en España.
Corría el mes de diciembre de 1954 cuando en la onda corta de los receptores de radio, los malagueños empezaron a escuchar una nueva emisora, Radio Juventud, una cadena perteneciente al Frente de Juventudes (la sección juvenil de Falange, el partido único durante la dictadura) y que iniciaba entonces, desde sus estudios en la calle Alarcón Luján -en 1966 se trasladaría a la Alameda de Colón-, un camino que la convirtió en la radio de referencia en Málaga hasta la Transición política y en cantera de grandes profesionales del periodismo malagueño.
Uno de los primeros locutores, que además se hizo muy popular en la ciudad por su cordialidad, frescura en el lenguaje y espontaneidad, fue Paco Campos, hermano de María Teresa.
Pero no fue la vía familiar por la que María Teresa Campos entró en la radio, sino la casualidad. En 1956 asistía a un concurso cara al público cuando tuvo su primer contacto con los micrófonos.
Así lo relata en sus memorias: «El concurso consistía en leer una poesía utilizando una vocal y cantando la canción de Fernando VII.
Todos se equivocaban y mi prima Leli, que estaba conmigo, me incitó para que participara. Al final lo hice, aunque sabía que mi hermano se enfadaría.
Esta primera intervención ante un micrófono tendría una influencia decisiva en mi vida. El jefe de emisiones, Juan Fernández Lozano, me dijo que leía muy bien y que haríamos una prueba.
Mi hermano se oponía, pero al final la hice y así entré en la radio».
El 23 de septiembre de 1957, María Teresa Campos se incorporó a Radio Juventud de Málaga. En esos momentos ya no era obligatorio estar afiliado a Falange para entrar en la emisora.
Tenía dieciséis años. ‘Mary Tere y sus amigas’ fue el primero de los programas que presentó y a partir de ahí, en la radio, como se suele decir, hizo de todo: desde los espacios de música con ‘Discos dedicados’ a los de cine con ‘Panorámica’ pasando por las retransmisiones de Semana Santa, de toros y, avanzado el tiempo, de política y feminismo como el rompedor e innovador ‘Mujer 76’.
Incluso se formó teatralmente en el Teatro Escuela ARA que dirigía Ángeles Rubio Argüelles para las radionovelas, según los datos recogidos en el libro ‘Radio Juventud, la emisora de referencia en Málaga desde mediados del siglo XX y en la Transición (1954-1979)’, de Juan Tomás Luengo, editado por la Diputación de Málaga.
Desde sus inicios María Teresa Campos se convirtió en una referencia de Radio Juventud y junto a su compañero Diego Gómez formaron una de las más reconocidas parejas radiofónicas de aquellos años, con un programa mítico ‘Mary Tere y Diego’, que salió al aire en 1964 y que tres años después, cuando ambos se fueron a Radio Popular (hoy COPE), rebautizaron como ‘Diego y Mary Tere’.
Campos estuvo en esa emisora seis años, ya que en 1973 volvió a Radio Juventud. En esa época, además de su trabajo en la radio ambos eran habituales presentadores de espectáculos culturales, festivales, galas de moda y de las grandes actuaciones musicales en Tívoli, el parque de atracciones que abrió sus puertas en Benalmádena en 1972.
A ello se une que su programa ‘Español Pop’, que se emitió en ambas emisoras, contó con un festival propio, certamen por el que pasaron artistas como Joan Manuel Serrat, el Dúo Dinámico, Cecilia o Massiel, según recuerda Luengo su libro.
«Rayaban con cuchillas los vinilos censurados»
Casada el 12 de septiembre de 1964 con José María Borrego, compañero suyo en la radio como realizador de emisiones y con quien tuvo dos hijas, Teresa y María del Carmen, María Teresa Campos cuenta en sus memorias cómo era trabajar en aquellos años en la radio por la existencia de la censura incluso en los programas musicales, donde había discos prohibidos a los que se les colocaba la etiqueta de ‘no radiar’.
«Trabajé con un un jefe de programas que ejercía de comisario político y que rayaba los discos de vinilo con una cuchilla como sin con ese acto tan mezquino pretendiera llevarse a la guillotina la creación de unos artistas», recordaba.
En los setenta, María Teresa Campos cursó en la recién abierta Universidad de Málaga los estudios de Filosofía y Letra y ahí conoce de cerca los movimientos estudiantiles de finales del franquismo y junto a su compañero Rafael Rodríguez le dará voz informativa en la radio y en el periódico ‘Sol de España’, donde colaboraban.
Son los años de los inicios de la apertura política y de la Transición, que calan en Campos, quien pone en marcha programas reivindicativos como ‘Mujer 76’, de carácter feminista, o participa desde el estudio en la retransmisión que Radio Juventud hace de la multitudinaria manifestación del 4-D de 1977 por la autonomía andaluza.
En la Transición, Radio Juventud, que había sido un brazo propagandístico del franquismo, se erigió «sorprendentemente en baluarte de la defensa de las libertades, principalmente de la información y la opinión plural», según recoge Juan Tomás Luengo en su obra.
Un hecho que provocó que los elementos ultras de la dictadura pusieran en el punto de mira a algunos de los periodistas más reconocidos de la emisora, entre ellos María Teresa Camposs, a quien le quemaron su vehículo particular.
«Me quemaron el coche, un Seat 131, en la puerta de casa. Los ‘fachas’ nos llamaban ‘rojos’, pero podíamos ser cualquier cosa pero no ‘rojos’.
Sólo éramos demócratas, lo que pasa es que en los año 76 y 77 no era tan sencillo», según declaró la propia comunicadora en una entrevista con Luengo.
Experiencia en la política
El compromiso de Campos con la apertura política le llevó, incluso, a dar el paso y presentarse en una lista electoral al Congreso de los Diputados en las primeras elecciones democráticas, las de junio de 1977.
Así fue de número tres en la candidatura de Reforma Social Española (RSE), una formación fundada por antiguos integrantes del régimen franquista, especialmente provenientes del ‘ala azul’ falangista y con mentalidad aperturista, y que encabezó el abogado y periodista Manuel Cantarero del Castillo.
La formación obtuvo un discreto resultado, ya que cosechó 7.049 votos, el 1,62%, siendo el sexto partido más votado en la provincia.
«Voy en la candidatura de RSE que encabeza Manuel Cantarero del Castillo porque conociendo por mi profesión los problemas de la mujer del campo, sé que su programa ofrece las soluciones más apropiadas», decía Mary Tere Campos, así aparecía su nombre, en el cartel electoral donde se le veía con una sonriente imagen delante de un micrófono.
María Teresa Campos compaginó esa experiencia política con su trabajo en Radio Juventud en Málaga, donde a finales de los años 70 fue nombrada directora de Informativos de Radio Cadena Española (RCE), donde estaba Radio Juventud, siendo la primera mujer al frente de los servicios informativos de una cadena pública.
Estando en esa responsabilidad, en 1980 ganó el Premio Ondas 1980. Un escalón más en su ascenso y salto al mundo de la comunicación nacional, que se produjo un año después.
En Madrid dio el salto de la radio a la televisión, llegando a ser una de las conocidas como ‘chica Hermida’ y, poco a poco, se fue convirtiendo en una referencia en el medio llegando a ser bautizada como ‘la reina de las mañanas’ por el éxito de audiencia de sus programas.
Una trayectoria que le llevó a ser nombrada pregonera de la Feria de Málaga en 2001, a conseguir, un año antes, la Medalla de Oro de Andalucía y a ser nombrada Hija adoptiva de Málaga por la Diputación Provincial en 2017, año en que también recibió la medalla de oro al Mérito en el Trabajo.
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