Nos situamos 20 kilómetros al este del centro urbano de Jerez de la Frontera. Torrecera, la tercera pedanía más pequeña en número de habitantes (1.310), pero la que más ha crecido en los últimos diez años junto a Estella del Marqués. Su historia se remonta a la Edad de Cobre (5.000 años), pero en el siglo XIII se convierte en un feudo decisivo durante la Reconquista.
Tal y como la conocemos hoy surge en 1934 y toma su nombre de una finca homónima. Este jueves 30 Radio Jerez ha realizado un Especial «Hoy por Hoy» desde su Casa Consistorial, cuyas puertas nos ha abierto generosamente su alcalde, Manuel Bertolet. Es de esos ediles que deberían abundar, que antepone el interés de sus vecinos al de las siglas por las que se presentó como independiente, en este caso IU.
A Torrecera siempre hay que volver. Y cuanto más se vuelva, mejor. Por su privilegiado entorno natural, por la tranquilidad de sus calles y plazas, por la bondad de su gente, y por muchos motivos más que hoy hemos descubierto. Mejor dicho, redescubierto.
Hemos contado con la visión histórica de la zona a cargo Manuel Barea, de Amigos del Archivo. Hemos sido testigos del éxito de tres iniciativas empresariales que nacen en Torrecera: las bodegas Miguel Domecq (Entrechuelos), la almazara Alma de Jerez y Quesos Montealva.
De la bodega hemos conocido sus excelente vinos y el sueño de su fundador de dotar a la zona de un tipo de uva diferente, pero capaz de dar origen a un producto exclusivo. De los aceites, su expansión nacional e internacional y los buenos contactos profesionales que está generando. No en vano, Jerez, antes de estar rodeada de viñas, lo estuvo de olivares.
Y de los quesos, que Francisco Álvarez nos ha ganado a todos. A punto de jubilarse, y tras haber dedicado media vida a la ganadería de vacas de leche, decidió junto a su mujer hipotecarse y crear una pequeña fábrica artesana. Nueve años después, Paco puede presumir de haber devuelto todos los préstamos (en junio próximo será el último) y de haber puesto en el mercado unos quesos elogiados incluso por la prensa neoyorquina. Son el emprendimiento personificado y un gran ejemplo.
Quesos, vinos y aceites de primera calidad que podemos encontrar en Casa Moreno, conocido como El Ministro, además de una carta extensa, pero al mismo tiempo de máxima calidad. Las manos de su cocinera y propietaria, Carmen Bellido, y el tesón de su marido, Antonio Moreno, dan sus frutos. Almorzar allí se convierte en una experiencia inolvidable. Imprescindible su ensaladilla de aguacate, el aneto gigante, las cabrillas, la cola de toro (en guiso y en croqueta), la carrillada, el arroz con leche…
Volveré. Sin duda, lo haré.
Torrecera está viva. Lo están sus movimientos asociativos, el de las mujeres y el de los mayores, a pesar de la falta de subvenciones desde ni se sabe cuándo.
Y está viva porque los jóvenes también lo están. Hemos hablado con Daniel Téllez, un estudiante de Multimedia que compatibiliza su formación con su trabajo en el campo y que está desarrollando proyectos muy interesantes.
Hemos recogido la iniciativa de Manuela Parra, quien tras más de treinta años residiendo en Francia puso en marcha un proyecto para emplear a torrecereños en el país vecino y ha evitado muchas necesidades desde la entrada en la crisis.
En fin, que se empieza a hablar de Torrecera y no se termina. Que necesitaríamos algunos programas más, pero que seguro volveremos.
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