Radio Free Europe regresa a Hungría

Radio Free Europe

La Deutsche Welle informa que la emisora ​​estadounidense retorna a Budapest para «contrarrestar la falta de libertad de prensa en Hungría». Ya está también representada en Rumania y Bulgaria. Pero los desafíos en la región son inmensos.



La misión parecía cumplida: la Cortina de Hierro había caído, Estados Unidos había ganado la Guerra Fría y Hungría emergía como democracia prooccidental. En 1993, la emisora ​​estadounidense Radio Free Europe (RFE), designada como Radio Liberty (RL) para la Unión Soviética, dejó de operar en Budapest.

27 años después, RFE regresa en forma digital. La US Agency for Global Mediareacciona así al creciente desmontaje de la democracia y la libertad de prensa bajo el Gobierno del primer ministro de derecha nacionalista de Hungría, Viktor Orbán, y su partido Fidesz-Unión Cívica Húngara.

Pese a la crisis del coronavirus, Radio Free Europe planea haber iniciado sus operaciones en Budapest hasta mediados de 2020, asegura el director de la estación, Jamie Fly, en entrevista con DW. Alrededor de diez periodistas crearán contenido para su propio sitio web y redes sociales.

«En el altamente polarizado panorama mediático húngaro, queremos ser esa instancia neutral, en la que todos, independientemente de sus posturas políticas, puedan encontrar información», declara Fly.

Medios húngaros bajo control gubernamental
En el panorama mediático húngaro, apenas quedan voces neutrales. El gobierno de Orbán ha tomado el control de la mayor parte del mercado en los últimos diez años. La radiodifusión pública y la agencia estatal de noticias MTI están bajo control gubernamental desde 2011.

Los medios de comunicación privados fueron gradualmente comprados por empresarios cercanos al gobierno de Fidesz. Luego, fueron cerrados o se les impuso la línea del partido. En 2019, alrededor de 500 empresas de medios privados se fusionaron en la Fundación KESMA cercana al gobierno.

La contínua restricción de la libertad de prensa en Hungría se puede traducir en números: desde que el primer ministro Orbán asumió el cargo, el país ha caído 64 puestos en el índice de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras(RSF). Ahora, en el marco de la ley de emergencia aprobada para combatir la pandemia de coronavirus, los medios críticos que aún sobreviven temen enfrentarse a nuevas restricciones.

Péter Kréko, politólogo y director de think tank budapestino Political Capital, cree que el regreso de Radio Free Europe tendrá poco efecto en este contexto. Por un lado, cualquier contribución a un panorama mediático más pluralista es bienvenida. «Por otro, no creo que otra plataforma en línea sea un verdadero desafío para el dominio de los medios gubernamentales», lamenta Kréko en diálogo con DW.

Regreso con obstáculos: RFE en Rumania y Bulgaria
Según refleja RSF, la libertad de prensa está también cada vez más restringida en Rumania y Bulgaria. Sobre todo televisoras y emisoras de radio fueron convertidas en medios propagandísticos por el Gobierno y los oligarcas cercanos a él, como en Hungría. Ambos países están, además, plagados de corrupción. De ahí que Radio Free Europe haya abierto oficinas en Bucarest y Sofía desde principios de 2019.

«Jugamos un papel clave en estos países, porque podemos llevar a cabo investigaciones a las que no se atreven los periodistas independientes locales. Su seguridad se ve a menudo amenazada o están bajo la presión del gobierno», explica el director de RFE, Jamie Fly. Sin embargo, no es tan fácil reestablecerse en estos países. En Rumania, por ejemplo, la gente sigue asociando a RFE con una estación de radio y no se acostumbran a la oferta exclusivamente digital.

En Bulgaria, sin embargo, el trabajo de los periodistas de Radio Free Europe ha mostrado ya resultados notables, pese al pequeño equipo editorial con que cuentan, asegura Fly. De hecho, varios políticos se vieron obligados a renunciar, tras una investigación de RFE, el año pasado.

No obstante, el regreso de Radio Free Europe cambiará poco en la situación general, opina Atanas Tchobanov, editor y cofundador del portal de periodismo investigativo Bivol. Incluso si los políticos de alto rango fueran condenados por corrupción y tuvieran que renunciar, no tendrían que temer un enjuiciamiento serio. «El poder establecido búlgaro está tan profundamente arraigado en el crimen organizado y las viejas redes comunistas, que es realmente difícil marcar una diferencia con nuestro trabajo», insiste el periodista a DW.

Hace años que Bulgaria se mantiene como el peor de todos los países de la Unión Europea (UE) en el índice de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras. Los periodistas son regularmente amenazados, incluso atacados físicamente. Recientemente, a mediados de marzo, el periodista de investigación Slavi Angelov fue brutalmente golpeado en medio de la capital, Sofía.

RFE «contra noticias falsas de Rusia y China»
Además de fortalecer la libertad de prensa y la democracia, Radio Free Europe también pretende contener el empuje de la información falsa en la región, que proviene fundamentalmente de Rusia, afirma: hace años que los medios de comunicación cercanos al gobierno húngaro reproducen cada vez más a los emisores leales al Kremlin.

«La narrativa es cada vez más antioccidental, nacionalista y autoritaria, siguiendo el modelo ruso», argumenta Péter Kréko. La influencia rusa es aún más fuerte en Bulgaria. Su dependencia económica de Moscú es inmensa. Y eso convierte a los poderosos oligarcas del país en «coronadores de reyes», explica el periodista Tchobanov. Así que los medios y los políticos búlgaros son consecuentemente rusófilos.

Y también China está tratando de ganar influencia en la región. «Actualmente, vemos que emisoras de propaganda y trolls de redes sociales chinos tratan de definir cada vez el discurso», resume el director de RFE. Combatir esta información falsa se convertirá en una de las principales tareas de Radio Free Europe en Hungría, dice. Y en vista de semejantes desafíos, Fly espera una presencia a largo plazo en Europa central y sudoriental: «Estamos lejos de haber cumplido nuestra tarea aquí y de volver a casa. Será un proceso largo».

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