«Noche de Rock» de Óskar Sánchez cumple 25 años de rock y promoción de la cultura en varias emisoras

Óskar Sánchez

Alex Gómez publica en El Diario Montañés que el programa de radio ‘Noche de rock’ lleva emitiéndose de manera ininterrumpida desde 1996.



La gente suele guardar fotografías de sus mejores momentos, pero Óskar Sánchez colecciona conversaciones: las que ha tenido con un montón de personas interesantes que, desde hace veinticinco años, han ido pasando por su espacio radiofónico, ‘Noche de rock’, una referencia en el panorama cultural de nuestra región. «Cuando era un adolescente, me harté de llamar a la radio para pedir canciones y decidí que era mejor montar mi propio programa. Me daba muchísima pena que la música que me gustaba pasase siempre desapercibida: por ejemplo, no se trata sólo de poner Guns´N Roses, sino de que la gente sepa que hay dos versiones publicadas de la canción, una de las cuales tiene una letra diferente a la que todo el mundo conoce.

Lo cierto es que el programa, que se graba actualmente una vez a la semana desde Miengo, ha trascendido fronteras y tiene oyentes por todo nuestro país, se emite por varias emisoras, cuenta con unos cuantos colaboradores y una página web llena de contenidos y nunca ha dejado de montar eventos.

‘Noche de rock&’ celebra este sábado el cuarto de siglo con un concierto especial en Escenario Santander, por el que pasarán los grupos Obsidian Kingdom y Criaturä.

  • Son ya veinticinco años sin parar.
  • No creo que lleguen a diez las semanas en las que, por uno u otro motivo, no se pudo llevar a cabo el programa. Ha habido momentos en los que estuvo a punto de no hacerse, como cuando en 2006 nos dijeron de un día para otro que se cerraba la emisora en la que estábamos y tuvimos que improvisar: por suerte, conseguimos sacar todo adelante, grabando desde casa como podíamos, con un micrófono que habíamos comprado en un bazar chino y subiendo el resultado a la página web que teníamos. Hablamos de una época en la que, aunque ya existían los pódcast, no había referentes ni plataformas como iVoox, que te permitieran colgar en internet lo que hacías. Actualmente, grabamos desde un pequeño local que nos han cedido en la biblioteca municipal de Miengo, se sube todo a la red y se emite por varias emisoras.
  • ¿Tenemos ‘Noche de rock’ para rato?
  • A veces me cuesta sacar tiempo para tener todo listo, ya que no soy yo solo poniéndome delante de un micrófono, sino que tengo que coordinarme con unos cuantos colaboradores y preparar entrevistas. Me lleva muchísimo tiempo a la semana hacer todo, pero creo que tengo un compromiso conmigo mismo, con la gente que participa y con los oyentes. Lo bueno es que, así como la gente guarda fotos, yo almaceno conversaciones: tengo mis charlas favoritas guardadas y es genial.
  • Al final, ¿el programa es una especie de diario en la vida de Óskar Sánchez?
  • Es una especie de diario personal de la música que he ido escuchando y la gente que he ido conociendo y con la que he ido hablando, semana a semana, desde hace un cuarto de siglo. Si quisiera, ahora mismo podría consultar sin problemas qué canciones escuchaba en junio de 2002.
  • ‘Noche de rock’ ha contado con muchísimos colaboradores a lo largo del tiempo.
  • Lo mismo tenemos a Juan Jiménez, que lleva desde 2006 trayendo música extrema, que tenemos a una chica que se llama María, que trabaja en la sala Robayera y, desde hace algunas semanas, monta una especie de agenda cultural. Por ejemplo, desde que grabamos en Miengo, también colabora con nosotros su bibliotecario, recomendando libros. Hay muchísima gente en Cantabria que tiene un talento enorme o que sabe muchísimo de un determinado tema y que sólo necesita que alguien le abra una puerta para lanzarse a hacer cosas. Además, no nos centramos sólo en la música. Antes de que llegara la pandemia, íbamos a montar un festival en Miengo, junto a la concejala de Cultura, en el que había conciertos, magia o exposiciones: empezamos preguntando a la gente del municipio quién conocía a alguien que hiciera algo y acabamos encontrando a decenas de personas que hacen cosas superinteresantes.
  • Al final,¿uno de los objetivos de ‘Noche de rock’ es intentar dar visibilidad al talento de nuestra región?
  • Cuando montamos la Muestra de Bandas de Torrelavega, la idea era la de que se realizara en una plaza céntrica, no en un sitio apartado. Es fundamental que la gente se cruce sin esperárselo con los músicos tocando, que pregunten y que les digas: no, estos no son americanos. Podríamos poner a las Bones of Minerva a tocar en la sala Rock Beer The New, pero entonces sólo iríamos las personas que las conocemos y los amantes del metal. Sin embargo, en la plaza de La Llama de Torrelavega, puede pasar alguien por delante, quedarse asombrado y preguntar quién es el grupo que está tocando. El mayor regalo que me ha dado el programa es hacerme más consciente de las cosas que tengo cerca, personas con un talento enorme, que no tienen nada que envidiarle a la gente de fuera. Para la fiesta del veinticinco aniversario, traemos a una banda catalana, Obsidian Kingdom, pero también contamos con la presencia de los cántabros Criaturä y, en todo momento, nos hemos preocupado de que no parezca que hay una banda grande y la otra esté en letra pequeña en los carteles, sino que ambas tengan la misma visibilidad e importancia, aunque el recorrido de los últimos sea menor.
  • ¿Lleva mucho tiempo trabajando en este aniversario?
  • Esta semana no he parado, tengo tantas ganas de ver los conciertos que hemos organizado, como de que se acaben de una vez. Llevo ocho meses trabajando en la fiesta que estamos montando y una década queriendo traer a Obsidian Kingdom a tocar a nuestra región.
  • ¿Qué nos puede contar sobre ellos?
  • Me parece que son una banda que está intentando hacer algo único y que está al nivel de los artistas europeos de metal más en forma del momento, como Leprous o Ishan. No hacen un sonido que le vaya a entrar a todo el mundo de primeras, pero hacen algo diferente y arriesgado, que lo mismo tiene voces guturales que influencias electrónicas. Estarán acompañados por los cántabros Criaturä. Contar con estos últimos me parecía algo simbólico, ya que, cuando iban a estrenarse sobre un escenario, llegó la pandemia y no pudieron hacerlo. No es que ya nos hayamos librado del covid-19, no creo que eso vaya a suceder del todo, pero, por suerte, ahora sabemos que, si podemos ir a hacer la compra, también podemos ir a un concierto, aunque siempre con precaución.
  • ‘Noche de rock’ no es solamente un programa, también es una página web y han montado o ayudado a montar muchísimos eventos.
  • Durante el confinamiento, me empeñé en no parar, en mantener el coche funcionando y que la gente supiese que nosotros íbamos a seguir intentando hacer cosas, en las buenas y en las malas: de hecho, cuando ya pudimos salir de casa, lo primero que hice fue llamar a Torrelavega y montar algo en el Teatro Concha Espina cuando aún no se estaba haciendo nada, ya que en ese momento no había actuaciones programadas. Lo cierto es que iba a ser sólo un concierto, pero, gracias a la concejala de Cultura del Ayuntamiento, se acabaron celebrando diez noches de música en directo bajo el nombre de ‘Escenario 39300’. Gracias a ese tipo de iniciativas públicas, se siguieron haciendo bastantes cosas y la escena musical pudo mantener algo de vida. Si está lloviendo, tú qué vas a hacer, ¿esperar a que la lluvia pare o tirar con lo que hay? Aún recuerdo el primer bolo que montamos, alquilamos la discoteca Royal Palace de Torrelavega entre tres personas, poniendo cada uno lo que podíamos, para asegurarnos de que las bandas iban a cobrar, aunque viniera poca gente. Luego le puedes pedir a alguna institución que te eche un cable, pero el primero que se tiene que mover eres tú: si te gusta la música, apuesta por la música.
  • Si echa la vista atrás, ¿qué más cosas recuerda? ¿Con qué se queda?
  • Recuerdo, por ejemplo, cuando entrevistamos a la madrileña Amparo Llanos, de Dover, cuando publicaron su disco ‘Devil came to me’, o que, cuando hacíamos el programa desde Radio Foramontanos, en Cabezón de la Sal, solía venir habitualmente el director de cine Nacho Vigalondo, antes de hacerse famoso, ya que era de allí. Es el claro ejemplo de alguien que tú veías que tenía un talento increíble y que, antes o después, tenía que acabar explotando. Pero, así como él ha acabado teniendo éxito, muchas personas con un talento enorme nunca han llegado a despegar. No tengo tanta fuerza como para poner a alguien en el mapa, pero, al menos, sí que intento dar algo de visibilidad a proyectos que creo que se lo merecen. Eso sí, en ‘Noche de rock’ tenemos muy buen ojo para recomendar cosas raras que luego nunca se hacen conocidas.

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