Miki Nadal y Juanma Castaño (COPE) hacen historia al compartir victoria en ‘MasterChef Celebrity 6’

Miki Nadal y Juanma Castaño

Miki Nadal y Juanma Castaño pasarán a la historia de ‘MasterChef’ por ser la primera vez que el programa tiene dos ganadores. El duelo estuvo tan reñido y el jurado lo tuvo tan difícil que no pudo escoger un único vencedor. Una media de 2.624.000 espectadores (24,4% de cuota) se quedaron pegados al televisor con una de las finales más reñidas y conmovedoras de ‘MasterChef Celebrity’.



El talent, producido por RTVE en colaboración con Shine Iberia, logró en su final la entrega más vista de toda la edición, que cierra con una media de 2.126.000 espectadores y un 20,1% de cuota. El minuto más visto se registró a las 23:09 horas, con más de 3,5 millones de personas y 23,9 % pendientes de la final. La 1 logró en la jornada un 12,7% de cuota y lideró el prime time (15,6%) y el late night (31,2%).

Miki Nadal y Juanma Castaño se hicieron con el título de sexto MasterChef Celebrity España, el trofeo del programa y 75.000 euros, a compartir, que han destinado a las ONG Cris contra el cáncer y Casa Santa Teresa. Además, junto con un acompañante, disfrutarán de un curso de cocina creativa de un fin de semana en el Basque Culinary Center, la prestigiosa Facultad de Ciencias Gastronómicas de San Sebastián.

Miki Nadal y Juanma Castaño llegaron a las cocinas como enemigos. En el pasado, Miki Nadal comentaba con sorna el trabajo de los periodistas deportivos en un programa que copresentaba, siendo Juanma Castaño objetivo de algunas de sus críticas. “Juanma y Miki entraron como enemigos, han limado asperezas hasta el punto de convertirse en mejores amigos y ahora se ven las caras en la batalla decisiva”, recordaron los jueces.

“Cuando pisó por primera vez estas cocinas, Juanma Castaño no daba ni un duro por él mismo. Su mayor temor era irse el primero y defraudar a sus hijos. Llegó a comparar el talent con la serie ‘Prison Break’, incluso pidió irse en varias ocasiones. En cambio, Miki Nadal llegó con la lección bien aprendida, al ser discípulo del chef Dabiz Muñoz (tres estrellas Michelin), a quien rindió un homenaje haciéndose su reconocible cresta. El jurado siempre pensó que iba de “tapadillo”, pero tras la repesca volvió con ganas de demostrar todo lo que sabía.

En este emocionante reto final, los dos duelistas estuvieron en compañía de sus familiares y sus compañeros de edición a la hora de cocinar frente al jurado y al gran invitado: Quique Dacosta (3 estrellas Michelin y 3 soles Repsol). Los finalistas David Bustamante y Belén López también lo dieron todo en este último programa para hacerse un hueco en el duelo final.

¿Quién es Miguel Nadal?
Miki Nadal comenzó su carrera televisiva cinco días antes de cumplir 30 años y, a partir de ese momento, dejó de ser Miguel Nadal para convertirse en Miki. Este fue el leitmotiv de su menú y, cada plato, lo dedicaba a una etapa de su vida. Para empezar, “Los espaguetis de la resaca”, una pasta con salsa de tomate especiada, gamba marinada y espuma de parmesano, que transportó a los jueces y al invitado a su etapa de “salidas nocturnas, amigos, fiestas…”, cuando tenía entre 20 y 30 años y se comía un plato de pasta fría tras volver de juerga. “Hay una gran destreza técnica. Está muy bien ejecutado”, le felicitó Quique Dacosta por este “plato de alta cocina”. Jordi Cruz también quiso aportar que se notaba la mano de su mentor, pero con su personalidad: “los dos habéis hecho un plato expresivo y digno de estar en esta final”.

Bustamante se enamora en MasterChef y tú también cuando veas a la hija de Miki
El principal era una versión del plato favorito de su abuelo paterno y de su padre, un guiso de anguila y longaniza, bautizado “Anguila imperial de Aragón”, perteneciente a la década en la que tenía 10-20 años, cuando “iba con la familia al pueblo”. Pepe Rodríguez comentó que desde el primer día vio sus cualidades, algo que también “se ven en este plato. Esto es un guiso del siglo XXI”, destacó. “Aquí hay conocimiento, sentido común y gusto. Es un plato redondo”, dijo Quique Dacosta antes de pedirle la receta.

De postre, “Fondo del vaso de leche con galletas”, un helado de leche quemada, espuma de galleta y aire de fruta de la pasión, que le recuerda a su madre fallecida este año. “Era lo que desayunaba de pequeño y ella lo preparaba. Yo no me levantaba y, a veces, se le quemaba. A mí me encantaba raspar esa leche quemada y este plato me trae recuerdos”, reveló muy emocionado.

“Me gusta el Miki de hoy, que llora, que se concentra al cocinar… Conocemos mejor a Miki gracias a este cocinado de hoy, que por las once semanas de competición. A mí, el plato me ha encantado”, le felicitó Samantha Vallejo-Nágera. “La cocina es una herramienta poderosísima. Este es nuestro lenguaje natural y utilizarlo para conmovernos, para emocionarnos… Tu madre no puede estar más orgullosa”, afirmó Quique Dacosta. Durante la cata Miki desveló su gran secreto durante la edición. Cada día, al cruzar la puerta, saludaba al aire cuatro veces en dirección a las cuatro esquinas del plató, imaginándose que en cada una de ellas estaban sus abuelos maternos, los paternos, su padre y su madre.

Juanma Castaño y sus recuerdos familiares más íntimos
Juanma se inspiró en sus orígenes asturianos y en su familia para diseñar su menú. De entrante, “Cena de Navidad”: cola de bogavante acompañado de oricios y algas, una salsa de bogavante, oricios y carabineros y un falso caviar del jugo del bogavante. “En mi casa solo se comía marisco en Nochebuena. Hoy en día, que te ponen un trozo de bogavante en cualquier plato y en cualquier sitio, me recuerda que solo lo comía una vez al año con toda la familia”, desveló. Para Jordi Cruz era un plato “irreprochable”, al “combinar tres ingredientes con tanto protagonismo de una forma elegante”.

Como principal sirvió “La Matanza”, presa ibérica a baja temperatura con oporto y miel y esféricos de tupinambo, un guiño a la matanza que hacían en casa de sus abuelos paternos. “Es casi una mirada al cerdo ibérico muy contemporáneo. El punto de la carne está perfecto y el fondo está rico. La técnica aquí es casi invisible. Es un plato realmente rico”, le felicitaba el chef invitado. “Está todo bien hecho: la elección de la materia prima y las guarniciones, la salsa…. Me ha encantado”, decía Samantha Vallejo-Nágera. “Llevamos cuatro platos buenos y este me gusta especialmente, porque con muy poco has construido mucho. Sin fisuras, expresivo, rico y habla muchísimo de ti”, le felicitó Jordi Cruz.

Para terminar, manzana asada a la sidra con bizcocho de aceite y una reducción de sidra con polvo de oro, llamado “Romería”. “Me sorprende cómo evolucionáis, cómo conseguís la técnica perfecta y cómo os inventáis estos platos. Me ha parecido original y diferente”, explicó una sorprendida Samantha Vallejo-Nágera. “Hay un alarde técnico bestial. Ejecutarlo en una final es atrevido. Perfecto de acidez, textura, temperatura, enhorabuena”, le felicitó el invitado. “Esto es un plato de alta cocina y es un plato de vanguardia. Es un 10 absoluto. Es un plato de restaurante importante. Para ejecutarlo hay que tener un talento especial”, dijo Pepe Rodríguez.

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