Santiago Toste escribe en Diario de Avisos que el periodista icodense Miguel Ángel Reyes acaba de publicar El contrario tiene algo en común, un libro que, tal y como él mismo explica, le ha permitido abandonar los códigos y el lenguaje de su oficio para adentrarse por una vez en la literatura y, con ello, escribir desde la subjetividad, de una manera más libre. La obra reúne más de un centenar de pequeños textos de los que podría decirse que su hilo conductor, pese a su heterogeneidad, es la búsqueda de la similitud entre personas que en apariencia no comparten nada.
“Me he fijado en situaciones en las que, de entrada, parece que la gente es muy diferente entre sí, que va a chocar de un momento a otro porque no hay un punto de coincidencia”, explica el autor. “Sin embargo, si se profundiza un poco -añade-, ves que en realidad esas personas tienen muchas cosas en común”. “De manera que ahora, cuando parece que está tan de moda centrarnos en aquello que nos diferencia, decidí buscar justo lo contrario y escribir historias en las que sus protagonistas parecen muy distintos, aunque en realidad están pasando por lo mismo, tienen los mismos sentimientos o sufren lo mismo”, señala Reyes, al tiempo que alude a otro aspecto que ejerce de vínculo entre los pequeños relatos y aforismos que se han reunido en esta publicación de Cursiva Books.
“Quería ponerme ante el ordenador a escribir historias pequeñas con las que me he encontrado, relatos cotidianos que no son profundos, en el sentido de que no suponen un antes y un después en la vida de absolutamente nadie, pero que, no obstante, considero que vale la pena pensar sobre ellos, reflexionar y darles algunas vueltas”, explica Miguel Ángel Reyes. De esta manera, la realidad y la ficción conviven en un libro en el que se cuentan cosas que parten de “un comentario, de una mirada o de una situación”. “Por ejemplo, algo tan simple como salir del mercado y encontrarte a dos niñas jugando al fútbol, y que hoy nadie se sorprenda, me parece que representa lo mucho que hemos avanzado como sociedad”, apunta.
Miguel Ángel Reyes, que desde hace cinco años trabaja en el área de Radio y Comunicación de Radio ECCA, confiesa que la revisión y edición de El contrario tiene algo en común ha sido laboriosa. “Llegó un momento en el que tuve que decirme hasta aquí hemos llegado -subraya-, porque de lo contrario jamás habría dado el libro para su publicación. Por un lado, está el empeño de querer hacerlo lo mejor posible, pero también esa especie de miedo a escribir sin un fin en concreto, sin que alguien te lo pida, sin un para qué”.
Prácticamente nada más salir a la calle, El contrario tiene algo en común va a tener muy pronto una segunda edición. La obra se puede adquirir en diversas librerías canarias (la intención es que paulatinamente llegue a más) y también a través de la plataforma www.todostuslibros.com, que desde el pasado mes de octubre es la alternativa de las librerías tradicionales al gigante de venta online Amazon. Además, una parte de los beneficios que se obtengan con la comercialización del libro irá destinada a Entreculturas, una ONG de cooperación para el desarrollo impulsada por la Compañía de Jesús.
Portada del volumen. / DA
“Si parte de las historias que me han inspirado esta obra las he encontrado a raíz de trabajar en Radio ECCA y de colaborar con Entreculturas, quería ser justo, devolverles de alguna manera todas esas experiencias que he vivido. Entreculturas está en más de 40 países apostando por la educación, con proyectos como La luz de las niñas, que no solo les da formación, sino que también las protege frente a distintas formas de violencia”.
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