Los inicios de Ana Rosa Quintana: de pinchadiscos en la Inter a reina de la TV

Ana Rosa Quintana

La periodista lleva décadas en la televisión nacional como presentadora de grandes formatos, pero empezó como becaria en Radio Nacional: «Nunca pensé en trabajar en la tele». En ABC nos repasan sus orígenes:



Hay nombres de la televisión que no importa quitarles el apellido que seguirán siendo reconocidos por el público. Es lo que ocurre con Ana Rosa Quintana (64), principal rostro de las mañanas de Telecinco desde hace más de quince años. Fue en enero de 2005 cuando la periodista, natural del distrito madrileño de Usera, aterrizó en la principal cadena de Mediaset para presentar un formato hecho a su medida por su propia productora, Cuarzo: «El Programa de Ana Rosa». Su nombre de pila («tan cursi», según ella misma) se lo debe a una bisabuela cubana y su profesión, a un cómic («Mary Noticias») y a un profesor de filosofía, por el que se cambió al COU de letras.

Tras el final del magacín de Antena 3 «Sabor a ti», el consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile, le ofreció la dura franja matinal después de que María Teresa Campos trasladara su «Día a día» a la principal competencia. Sin embargo, el embarazo de mellizos de Quintana desplazó el estreno del nuevo formato de septiembre de 2004 a enero de 2005. Desde entonces, el matinal se ha mantenido líder de audiencia a pesar de los cambios (horario, contenidos, copresentadores…) y la competencia de «Espejo público» (Antena 3), presentado por Susanna Griso desde diciembre de 2006.

Lo que algunos de sus espectadores desconocerán es que el nombre de Ana Rosa empezó a sonar desde principios de los años ochenta cuando comenzó a hacer prácticas en Radio Nacional, donde coincidió con el periodista Miguel Vila. Quintana cursó los cinco años de carrera por la tarde, pues por las mañanas ayudaba en la empresa de su padre. Tras finalizar los estudios, la joven se plantó ante su padre y le dijo que «no iba a volver», pues quería dedicarse al Periodismo, según contó a Federico Jiménez Losantos en 2013. Fue entones, mientras llamaba a todo el mundo que conocía para pedir trabajo, cuando Vila le comentó el «casting» para Radio Intercontinental, al que se presentó sin saber nada de música y acabó trabajando como pinchadiscos. Fue precisamente en esa época cuando, para diferenciarse de otra compañera que tenía el mismo nombre, se quedó con Ana Rosa «para siempre».

Pero ahí no quedó la experiencia. Aunque Quintana siempre había querido trabajar en algo que no le hiciese madrugar, se ofreció a realizar gratis el informativo de las seis de la mañana, donde se especializó en leer teletipos de la agencia Efe. Aquella destreza fue lo que le hizo entrar al informativo nocturno de Televisión Española, que presentaba junto a Alberto Delgado. «Yo era la reina en leer teletipos», recordó Quintana durante su entrevista en 2013 con Losantos. Corría el año 1982 y, a pesar de la gran oportunidad, Quintana reconoció haberlo pasado «muy mal». Su entrada, junto a otras compañeras, al «ente» público sin pasar por una oposición no sentó nada bien: «Nadie nos hablaba; perdí cuatro kilos en la primera semana». «Yo no estaba preparada para un Telediario; tu primer trabajo serio no puede ser un Telediario», confesó décadas después (su primera aparición en TVE había sido en 1980 con el programa dominical «625 líneas»). A pesar de ello, estuvo compaginando durante una época el Telediario con Radio 80.

Tras su breve paso por la televisión y casarse con el también periodista Alfonso Rojo («No teníamos nada que ver»), con el que tiene un hijo, se mudó en 1983 a Nueva York como corresponsal de COPE durante la época de Luis del Olmo y Encarna Sánchez. Tras cuatro años (y una separación), Quintana regresó a España para encadenar varias emisoras de radio: la extinta Radio Cadena Española (ahora Radio 5) y Antena 3 Radio, donde incluso fue redactora jefe de informativos.

Aunque Quintana nunca pensó en trabajar en televisión y consideró su paso por el Telediario de Televisión Española como algo aislado («No quería volver a la tele»), acabó sucumbiendo en 1994 a la pequeña pantalla con el programa de Telecinco «Veredicto»: «Me hizo gracia. Era un programa que al principio se grababa dos días». Le siguió «Nunca es tarde».

Durante aquellos años, la periodista hizo el camino inverso al de 2004-5: se mudó de Telecinco a Antena 3, primero para presentar en 1997 otro programa de testimonios con su propio nombre y apellidos («Sinceramente Ana Rosa Quintana») y poco después para copresentar con éxito «Extra Rosa» junto a Rosa Villacastín. Casualidades de la vida, su «Sabor a ti» nació como un parche veraniego de «Extra Rosa» para acabar sustituyendo al programa madre y durar seis años.

«Los programas tienen una vida: cuatro, cinco… los que van muy bien, seis años. No hay ningún programa que aguante más. La última etapa de «Sabor a ti» fue de decadencia y aún así dejamos la audiencia en el 18% [de cuota de pantalla]», reconoció Quintana a Losantos en 2013. En aquel momento, «El programa de AR» llevaba más de seis años en antena. «Siempre me ha salido bien lo que no quiero», confesó.

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