Juan Carlos Narváez (ex Radio Algeciras y Radio Huelva): «A Huelva le falta su natural conexión con la provincia de Cádiz»

Juan Carlos Narváez

José LuisCamacho le ha entrevistado para Diario de Hiuelva:
Me hace ilusión que se acerque hoy por esta ventana pública Juan Carlos Narváez al que conocí cuando llegó a Huelva como director de Radio Huelva Cadena SER, dejando constancia de su gran profesionalidad como de su carácter afable, cordial, persona solidaria, comprometida, fiable, con alto sentido de la amistad, optimista por naturaleza, empático… Vamos muy “güenagente”.



Nuestro invitado de hoy se inició en la radio muy joven, con 15 años, en 1971, en principio como locutor. A partir de ese momento comienza a explorar ese maravilloso mundo que se le ponía por delante. Aprendiendo de los grandes profesionales que encontró en Radio Algeciras, de la cadena SER, su primera emisora, donde pudo desarrollar casi todos los aspectos que conforman un medio de comunicación tan “caliente” como es la radio. Locutor, jefe de
emisiones, director de Los 40 Principales Algeciras (le correspondió poner en marcha esa emisora musical en Algeciras), más tarde jefe de informativos y, finalmente, director de emisora. Primero en Soria, en 1990, un año, después en Huelva, de 1991 a 2003, recalando como director de Radio Algeciras, su emisora matriz, en 2003 hasta 2015, año éste último en el que se jubiló, tras 44 años dedicado a la radio.
En su etapa como jefe de informativos fue corresponsal en el Campo de Gibraltar para el diario El País y para Tele-Sur, hoy centro regional de Televisión Española en Andalucía.

Cuando me pongo en contacto con él para realizar esta entrevista, con la amabilidad que le caracteriza, acepta y empezamos a charlar de esta manera:

  • ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?
  • Ninguna película de ciencia ficción podría haber tenido mejor guion que el que estamos viviendo. No sólo con el COVID sino también con el cambio climático, o la aparición en ciertos países de líderes absolutamente locos y desquiciados. Asisto a este momento que vivimos pues como cualquier ciudadano. Con temor, perplejidad y tristeza. Temor no sólo por la propia pandemia, sino porque la situación sanitaria derivada de la misma nos puede llevar a un escenario de crisis mundial que haga aflorar lo peor del ser humano. Estamos viendo ya altercados en algunos países, de los denominados desarrollados, que no me gustan nada. Y perplejidad porque contemplo que no existe un liderazgo fuerte, ni político ni científico, que nos haga salir airosos de este trance. Las contradicciones en las informaciones que llegan a los ciudadanos son frecuentes y numerosas. Afortunadamente los científicos crearon vacunas en muy poco tiempo lo que ha significado un rayo de esperanza para detener tantas muertes, muertes que han sido muy tristes. Miles de personas, millones en todo el mundo, que se han marchado sin el adiós que se merecían como seres humanos. Todo muy triste.
  • ¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia y sobre todo en el mundo de la prensa?
  • En principio, según voces autorizadas, no vamos a salir de la pandemia tan fácilmente. Parece que tendremos que aprender a convivir con este maldito virus para la eternidad.
    Lo que sí es cierto es que saldremos de la actual situación de emergencia, no nos queda otra. A vacunarnos periódicamente y lo de la mascarilla creo que ha venido para quedarse, me temo. Lo que no tengo muy claro es si la humanidad saldrá reforzada de esta crisis o, por el contrario, se marcarán más nuestras diferencias. Una situación como la actual debiera habernos llevado ya, a nivel mundial, a una unidad de criterio, claramente inexistente.
    En cuanto a la prensa, la radio, la televisión, los medios digitales, la red en su conjunto… son medios de comunicación que se han visto reforzados por la pandemia dado que han demostrado su utilidad, su inmediatez, en tiempos de crisis global, para llevar a los ciudadanos la información que demandan. Si algo tiene que cambiar en el mundo de la
    prensa, tras la experiencia del COVID, es, a mi entender, incrementar su poder de análisis y de síntesis para no sobrecargar de información al ciudadano, alarmándolo. Entiendo que, ahora mismo, hay excesivo ruido. Exceso de opiniones de expertos (aparecen por doquier) que, en la mayoría de los casos, no coinciden en sus criterios contribuyendo a la confusión general.
  • ¿Te esperabas una nueva ola de contagios?
  • Si nos atenemos a las informaciones que continuamente nos llegan, sí la esperaba. Igual Que ahora ya comienzan a sonar informaciones de que se nos viene encima una nueva cepa. Cómo dicen los expertos este virus ha venido para quedarse, lamentablemente.
  • ¿Has pasado miedo en algún momento?
  • Sí. He visto desaparecer a gente de mi entorno. Amigos, vecinos, conocidos, compañeros… Seguro que cada uno de nosotros hemos tenido alguna pérdida cercana. Y como mencioné anteriormente de una forma muy triste. Tengo miedo por mi familia y tengo miedo de que el virus me toque y me haga desaparecer y así dejar de ver a mi mujer, a mis nietos, a mis hijos, a mis amigos… He tenido y tengo miedo, lo confieso. Creo que todos tenemos miedo en mayor o menor medida, salvo los negacionistas.
  • ¿Qué proyectos tienes para el futuro y que haces en la actualidad?
  • Soy jubilado, pensionista. Por tanto, mis proyectos de futuro pasan por vivir lo mejor que pueda el resto de mis días. Ya trabajé bastante, y muy duro, desde prácticamente la niñez.
    Ahora me toca descansar y dedicarme a mi familia y a mis aficiones. Sencillamente. Sin más pretensiones que esas.
  • ¿Qué significa para ti Huelva?
  • Cuando pienso en Huelva, pienso en la provincia, no sólo en la capital. Son tantas las bondades de esa tierra que es difícil pensar en un solo significado. Para mí, la provincia onubense significa luz, marisma, cabezos, naturaleza, montañas, gastronomía, rocierismo, historia, tradición, fandango, buena gente…
  • ¿Qué recuerdos guardas especialmente de tu etapa como director de la SER en Huelva?
  • Gratisimos recuerdos. Permanecí en Huelva casi 13 años. Son muchos años. Y eso te deja una huella imborrable. En lo personal y en lo profesional. Hasta que retorné a Algeciras, mi ciudad, como director, tuve el honor de dirigir en Huelva a un equipo profesional de primera. Cuando me vine dejé en la SER de Huelva a amigos, más que a compañeros.
    Trabajamos muy a gusto. Y vivimos juntos, desde la atalaya que era la radio, el renacer de Huelva, su expansión hacia el futuro. Cuando dejé Huelva en 2003, la ciudad no tenía nada que ver con la que me encontré cuando llegué en 1991. La Expo del 92, la Universidad y su espléndido campus, el Palacio de Congresos de la Casa Colón, la
    transformación urbanística de la ciudad con esa Avenida de Andalucía que cambió radicalmente la entrada a la capital, el Parque Moret y su puesta en valor, el Hospital Juan Ramón Jiménez, el Estadio Nuevo Colombino, la visita del Papa, el flamante recinto para las recuperadas Colombinas, que languidecían en su vieja ubicación, el Festival de Cine Iberoamericano… todos estos son recuerdos que guardo en mi corazón porque los viví intensamente desde la radio. Sin ánimo de ser presuntuoso, puedo afirmar que Radio Huelva de la cadena SER, con todo su equipo humano, contribuyó en gran medida, por su implicación, en la transformación de la capital y su proyección no sólo regional, sino nacional e internacional.
    En el terreno más personal, en mi recuerdo, mis compañeros de la radio que se convirtieron en mi familia. Y explico el porqué. Durante casi esos 13 años de estancia en Huelva mi familia se quedó en Algeciras porque mi mujer trabajaba de sanitaria en esa ciudad. Así que los viernes por la tarde tiraba para Algeciras para ver a mi familia y volvía
    los domingos por la noche o lunes por la mañana, muy temprano. Una situación laboral extrema que no podría haber soportado sin el calor que me brindó el equipo de la SER en Huelva. Y, sin el amor incondicional de mi mujer. A todos ellos, siempre, mi reconocimiento más profundo.
  • ¿Sufre muchas presiones políticas un director de un medio de comunicación por parte de políticos?
  • Si tú marcas las distancias desde el principio no recibes presión alguna. Me explico. El político tiene que estar en su puesto, haciendo política. Y el director de un medio tiene que estar haciendo radio, en mi caso. Sin que ambas líneas se crucen jamás. Si algún político quiere transgredir esa línea tienes que pararlo, es tu obligación. Si en alguna ocasión el político salta la barrera y tú lo dejas… mal asunto. Estás atrapado y vendrán las presiones. De la misma forma aseguro que un medio no debe intentar hacer política. Que los hay. Sólo debe informar y, en todo caso, fiscalizar.
    Puesta esa barrera, el político intenta entonces presionar al periodista que tú diriges. En este caso al director le toca respaldar a su periodista. A muerte. Sin fisuras. Todo esto es un juego de honestidad por ambas partes. Por parte de los medios y por la de los políticos. Así lo he visto siempre y no me ha ido mal.
  • ¿Ahora desde la distancia, que crees que necesita Huelva para despegar de una vez?
  • Desde la distancia puedo decir lo que voy a decir. Estando en Huelva no lo podía decir en voz alta. Me van a matar los ecologistas con lo que voy a proponer. Y no me invento nada. Ya ha habido intentos. A Huelva le falta su natural conexión con la provincia de Cádiz para despegar definitivamente. Dejar de una vez ese triángulo que tiene a Sevilla como vértice, con lo que ello implica. Siempre pensé que Huelva y Cádiz podrían retroalimentarse económicamente de estar más cerca. Tan cerca y tan lejos.
    Y me considero, en mi forma de ver la vida, conservacionista, no crean. Sería una locura trazar una autovía en pleno Parque Nacional, dividiéndolo en dos. Cortando el natural tránsito de la fauna. Sí. Pero Canadá, por ejemplo, es casi en su totalidad parque Nacional y, sin embargo, las autopistas discurren por todo el país para conexionar sus ciudades. Son autopistas “flotantes” que permiten el paso de la fauna por debajo, sin que se vea afectada. Hoy en día todo tiene solución, aunque sea una solución costosa. ¿No se merece Huelva una inversión de esas características?
    Se podría trazar una autovía desde Matalascañas hasta Sanlúcar, con puente sobre el Guadalquivir incluido. Y con una obra debidamente consensuada con conservacionistas y con la comunidad europea. ¿Se lo imaginan? Romper el aislacionismo de Huelva conectando a la ciudad por la costa. Con todo lo que tiene Huelva por ofrecer, ese proyecto
    le daría el impulso definitivo. En mi época onubense comenté esto con sectores económicos, financieros y turísticos de la ciudad y lo veían como una panacea, pero las conversaciones se terminaban siempre cuando se aludía al impedimento ecologista y de la comunidad europea. Hay que trabajárselo.
    Yo vivo en Algeciras y cuando quiero ir a Jerez voy por una autovía que cruza todo el Parque Natural de Los Alcornocales. Una obra demandada hasta la saciedad por los que somos del Campo de Gibraltar. Al fin se realizó con el beneplácito de los conservacionistas. Una autovía ejecutada por la Junta de Andalucía que constituye todo un hito de obra pública. La fauna, abundante en este lugar, sigue su vida sin que la carretera les impida el paso gracias a la construcción de grandes viaductos.
  • ¿Qué recomendarías de Huelva?
  • Voy a ser conciso, TODO.
  • ¿Qué recuerdos guardas de tu niñez y qué soñabas ser de mayor?
  • Mi niñez fue una niñez feliz, muy feliz. En Algeciras, junto al mar. Con sus calles empedradas en la que jugábamos al fútbol sin que pasara un coche en mucho tiempo. A los diez u once años ya pensé en hacer radio. Mi amigo Sebastián García me inoculó el veneno por la radio con sus inventos técnicos (llegó a ser jefe técnico de Radio Algeciras).
    Montamos una emisora “pirata” en mi casa, en un lavadero, desde la que hacíamos transmisiones diarias con programas de música, fundamentalmente. Allí aprendimos, entre tocadiscos, micrófonos y magnetofones la esencia de la radio. Fue cuando pensé que de mayor quería ser locutor. Y lo fui al poco. Como comenté al principio de esta entrevista, a los quince años ya ejercía de locutor con una voz horrorosa que tuve que ir educando con el tiempo.
  • ¿Se cumplieron tus expectativas de vida?
  • Pues rotundamente sí. Pude vivir de la radio, lo que me gustaba, que no es poco. Y terminé siendo director de la emisora que me vio nacer profesionalmente: Radio Algeciras. Todo un orgullo para un algecireño porque esa emisora es toda una institución en la ciudad. Se fundó en 1.934 cuando Algeciras sólo era una pequeña ciudad pesquera del sur. Si a esto añado que la radio me posibilitó conocer a mi mujer, Lola, comprenderán que mis expectativas se cumplieron con creces.
  • ¿Tus aficiones preferidas cuales son?
  • La radio, la bicicleta (hago miles de kilómetros al año), el senderismo, la música y la lectura. Leo hasta por los codos, por exagerar un poco.
  • ¿Quiénes han sido o son tus referentes profesionales y personales?
  • Mi mayor referente profesional ha sido siempre un hombre llamado Sergio González Otal. Era director de Radio Algeciras y me dio la oportunidad de ser locutor y de acercarme a ese mundo maravilloso de la radio. Su confianza en mí fue fundamental y aprendí mucho de él. Sergio fue posteriormente, hasta su jubilación, alto ejecutivo de la cadena SER y siempre fue mi faro y guía. Un hombre, por su forma de ser y de actuar, irrepetible.
    Referentes personales he tenido muchos y sería prolijo enumerarlos. Seguro que me olvidaría de alguien y no quiero hacerlo. Pero, no obstante, ya que hablamos de Huelva, quiero rendir homenaje a un compañero del alma: Onofre López. Y a amigos que desaparecieron muy temprano: Juan López Cerezo, Antonio Zambrano, Eduardo Fernández Jurado y, recientemente, Mari Ángeles Puente.
    Juan Carlos, ha sido toda una gozada echar este ratito de charla contigo y decirte, que estoy totalmente de acuerdo contigo, que la carretera Huelva-Cádiz, tendría que ser ya una realidad..
    Un abrazote grande amigo.

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