Gorkazumeta.com informa que el periodista José Ignacio Wert ha defendido esta mañana en el CEU su tesis doctoral.
Wert ha obtenido la calificación de ‘sobresaliente’ por su pormenorizada investigación de los hechos ocurridos en 1992 cuando Javier de Godó entregó las llaves de su retoño Antena 3 de Radio a su principal competidor, Jesús de Polanco, acuciado por los serios problemas de financiación en que le sumió otro ambicioso proyecto: Antena 3 Televisión. Pudo acudir en brazos de Mario Conde, pero prefirió a Polanco, por consejo de Joan Tapia, entonces director de “La Vanguardia”. Solucionó el problema de liquidez, pero a partir de entonces tuvo que dormir con su enemigo, y retirarse a sus cuarteles de Cataluña, donde emprendió otro proyecto vencedor: RAC1
Esta mañana, en la Sala de Audiencias de la Facultad de Derecho del CEU San Pablo de Madrid, tras constituirse el tribunal evaluador, presidido por la profesora Aurora García González, de la Universidad de Vigo, y compuesto por los profesores Manuel Fernández Sande, de la Complutense de Madrid, Susana Herrera, de la Universidad Carlos III de Madrid, Chelo García Serrano de la Universidad Pontificia de Salamanca y Cristina Rodríguez Luque, de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, el periodista José Ignacio Wert (Madrid, 1983) ha defendido su tesis doctoral, titulada: “El proyecto del Grupo PRISA para Antena 3 Radio (1992-1994): Más allá del antenicidio”, que ha contado con la codirección de los profesores Luis Núñez Ladeveze, catedrático emérito del CEU, y José María Legorburu, profesor y exdecano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación, de la misma Universidad.
Wert ha dispuesto de media hora para defender su trabajo de investigación que se ha atrevido a clarificar uno de los episodios más polémicos de cuantos han existido en la reciente historia de la radio en España: la entrada del Grupo Prisa en el accionariado y control de su principal competidor, Antena 3 Radio, poco después de que la cadena nacida en 1982, propiedad del Conde de Godó, lograra superar en audiencia a la invencible Cadena SER. Con esta entrada, y posterior absorción, salieron ‘estrellas’ de Antena 3 como Antonio Herrero y José María García, que encontraron acomodo pronto en la Cadena COPE.
En su defensa, Wert ha comentado que dentro de Prisa existían diferentes sensibilidades para construir la estrategia en torno a esta operación. Mientras que el entonces consejero delegado, Juan Luis Cebrián, “defiende desde el primer momento la fusión entre las dos cadenas”, el director general de la SER, Augusto Delkáder, “la gran referencia en gestión radiofónica de la SER”, “defiende que la oferta inicial fue la coexistencia de las dos cadenas”, pero se implica personalmente en las dos líneas, la continuista de 1992 y, finalmente, la rupturista de 1993. Preguntado Cebrián por qué prevaleció la decisión de Delkáder, el exCEO del Grupo Prisa explicó que, entonces, “la radio era una rama muy autónoma dentro del Grupo Prisa”.
Si Wert aportó en la defensa de su tesis doctoral las dos sensibilidades de Cebrián y Delkáder, por el lado de Prisa; también hay que señalar la existencia de dos “almas” del lado de Antena 3 de Radio. De un lado la representada por el propio Javier de Godó y, enfrentada, la defendida por el creador material de la emisora y el proyecto, el periodista Manuel Martín Ferrand. “Estas dos almas aparecen representadas en dos de los entrevistados: por un lado, Alfonso Cavallé, la mano derecha de Martín Ferrand durante toda la década de 1982 a 1992 y del otro Joan Tapia, director en aquel entonces del diario ‘La Vanguardia’, considerado una persona muy influyente en Javier de Godó, que hace una labor de persuasión cuando Godó tiene problemas de liquidez económica para desviarle de Mario Conde y acercarle a Jesús de Polanco que era, como Godó, un editor”.
La investigación de José Ignacio Wert aporta 21 entrevistas con otros tantos protagonistas, directos e indirectos, involucrados en este episodio, un fondo documental de primerísimo orden, según comentó el tribunal, que enriquece, con la perspectiva histórica de poco más de treinta años de distancia, lo ocurrido en aquel período. Entrevistas de las que ha entresacado, contrastado e interrelacionado información para confeccionar su tesis doctoral.
Entre las principales conclusiones de este trabajo de investigación, denominado “El proyecto del Grupo PRISA para Antena 3 Radio (1992-1994): Más allá del antenicidio”, José Ignacio Wert apunta los siguientes:
-La entrada de Prisa en Antena 3 Radio “no fue una operación hostil, sino que fue la consecuencia de una decisión de Javier de Godó”, que era, en última instancia, la persona que tenía la capacidad para tomarla, en virtud de su posición como primer accionista de la sociedad. Wert no silencia “el pulso” que mantuvieron, desde la discrepancia más absoluta, Javier de Godó y Martín Ferrand, “claramente desigual para el segundo”, afirma, dado el reparto accionarial de la sociedad.
Otra cuestión diferente, apunta Wert, es si la decisión de Godó fue, o no, la acertada. “Gana el pulso en un primer momento, soluciona el problema económico, que en aquel entonces es acuciante por el agujero financiero que tiene por el proyecto de Antena 3 Televisión, pero en último término, abandona su gran proyecto de radio estatal en manos de su máximo competidor, con todo lo que esto implica, y el resultado de que en menos de dos años habían cesado sus emisiones”.
-La segunda conclusión es que hubo en origen dos proyectos, claramente diferenciados: uno “el más continuista de 1992, o todo lo continuista posible tras la salida de José María García y Antonio Herrero”, describe Wert. “Y el más rupturista, de 1993”, que apostaba sin ambages por absorber la cadena y redistribuir las frecuencias y postes entre los diferentes productos del Grupo Prisa. “Durante todo este período se produjo una tensión permanente entre las dos sensibilidades que mantenían posiciones enfrentadas respecto del futuro de Antena 3 de Radio”.
-La tercera conclusión es que la operación favorece a las cadenas de radio del Grupo Prisa, “a todas”, enfatiza Wert. Especialmente beneficiada resultó la SER, que tenía un problema de presencia en la banda de frecuencia modulada, adonde se trasladaba progresivamente la audiencia desde la Onda Media. “Gana audiencia, y gana cobertura. Todo el mundo que analice el mercado de la radio sabe hasta qué punto ambos conceptos están íntimamente interrelacionados”. La operación, asimismo, sirve para hacer despegar otros productos como Cadena Dial (la cadena de música en español), M80 Radio (surgida de la fusión entre Radio 80 Serie Oro, creada por José Ramón Pardo, y Cadena Minuto) y sirvió también para sumar al catálogo de productos de Prisa Radio la radiofórmula “Radiolé”, “todo un hallazgo de Pardo y Martín Ferrand”.
-La cuarta conclusión es que “el Grupo Godó se difumina, pierde su carácter y su influencia nacional”. Wert recuerda que Javier de Godó mantuvo, hasta mayo de 2022, en que salió de la sociedad Unión Radio, un veinte por ciento de la propiedad surgida de la fusión de ambas cadenas. Y aquí se produce un cambio de estrategia, Godó se centra en el ámbito de Cataluña y apuesta con determinación por el proyecto de RAC1, hoy la cadena líder en audiencia de esta comunidad autónoma.
-La quinta conclusión es constatar hasta qué punto la década de los años noventa fue una etapa muy convulsa en los medios de comunicación españoles. Este episodio contribuyó a provocar “un desgarro” en la sociedad, con implicaciones ideológicas también. Antena 3 de Radio representaba una nueva radio, sostenida incluso en una nueva banda de frecuencias, la FM, mientras que la SER estaba saliendo de un período de renovación y reformulación tras la entrada y el control de Prisa en su accionariado.
Para finalizar su defensa, José Ignacio Wert apuntó tres nuevas líneas de investigación surgidas de su tesis doctoral. Una primera que abunda en la evolución de la Cadena SER tras aquel episodio de absorción de Antena 3 de Radio. ¿Cómo ha influido en el actual liderazgo de esta cadena de radio?
Una segunda basada en el hecho, constatable, de que la Cadena COPE no ha hecho más que aprovecharse de las oportunidades que le brindaba la evolución del mercado. “Se remonta a los tiempos de Luis del Olmo y Alejo García, cuando afloraron sus discrepancias con el Gobierno durante su estancia en RNE”, discrepancias que facilitaron su fichaje por la “entonces incipiente” cadena de los obispos; se ve luego también en este episodio analizado, «COPE estaba en crisis por la marcha de Luis del Olmo, pero, gracias a las convulsiones de Antena 3 de Radio, pudieron fichar a García y a Herrero y resituarse rápidamente en el mercado”. Más tarde, Wert cita los casos de 2010, con el fichaje del equipo de deportes de la SER, prácticamente al completo, 2013 con el fracaso de Punto Radio, que le permite alquilar sus frecuencias y aumentar cobertura y oyentes y, por fin, “aunque esto pertenece más al ámbito de la rumorología”, señala Wert, el fichaje en 2015 de Carlos Herrera que tal vez fuera producto también de una crisis interna en Atresmedia Radio entre el comunicador andaluz y la línea editorial del Grupo Planeta, que incluía La Sexta.
Por fin, la tercera línea de investigación se refiere a las dimensiones del mercado publicitario nacional en su relación con el sector de la radiodifusión. “La ‘tarta publicitaria’ solo da cabida a tres grandes operadores comerciales. En el escenario de la post-transición queda muy claro: SER, Antena 3 Radio y COPE. Cuando surge Onda Cero, todo indica que es COPE la que se va a caer de ese esquema. Pero lo ocurrido en Antena 3 de Radio cambia el statu quo y restablece fuerzas: SER, COPE y Onda Cero”.
Tras la defensa de su investigación, José Ignacio Wert escuchó las intervenciones de sus dos directores de tesis, Luis Núñez Ladeveze, y José María Legorburu y, a continuación, las opiniones de cada uno de los miembros del tribunal que se refirieron a las fortalezas y a las debilidades de su investigación. Una vez expuestos todos los comentarios, el tribunal deliberó y otorgó su evaluación: sobresaliente.
En su momento, ampliaremos la información sobre el texto en sí, abundando más en el detalle. El autor valora la posibilidad y oportunidad de publicar una versión en libro de este trabajo de investigación sobre el episodio de la absorción de Antena 3 de Radio, un hecho que condicionó la evolución del mercado radiofónico español, cuyos efectos aún seguimos viviendo.
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