El director de la radio y televisión pública de Galicia se gastó casi 70.000 euros en la reforma de su despacho

Alfonso Sánchez Izquierdo

Eldiario.es publica que el director general de la compañía de radio y televisión de Galicia (CRTVG), Alfonso Sánchez Izquierdo, autorizó un gasto de 76.000 euros de dinero público para la reforma de su despacho, ubicado en la primera planta del edificio de San Marcos (Santiago de Compostela) en donde se encuentran los estudios centrales de la radio y televisión autonómica. El propio Izquierdo fue quien con su firma autorizó el desembolso y la puesta en marcha del procedimiento de contratación que se planteó, a finales de 2019, con un presupuesto base de licitación de 76.267 euros, IVA incluido. El procedimiento de adjudicación se cerró en los primeros meses de 2020 por menos dinero del inicialmente previsto, un total de 67.000 euros, IVA incluido.



El contrato para la reforma se apoyó en el proyecto técnico que previamente había realizado el arquitecto Jesús Fernández Carballal y en el que apenas se plantearon cambios estructurales en el reparto de zonas de trabajo. El despacho sobre el que se actuó incluye una zona principal de 45 metros cuadrados y un espacio de secretaría de 30 metros cuadrados. La empresa Groma Obras S.L. fue la encargada de realizar los trabajos.

El proyecto sobre el que se basó la reforma incluía actuaciones en un pequeño aseo, anexo al despacho, por importe de 7.500 euros. Se trata de un espacio de 2,93 metros cuadrados para el que Sánchez Izquierdo encargó cambiar todos los pavimentos y sustituir los sanitarios, así como la grifería preexistente, que se modificó por otra más moderna y lacada en negro. El presupuesto incluido en el proyecto reservaba para esa pequeña habitación un gasto de 5.168 euros. Una vez sumado el IVA (21%), los gastos generales (13%) y el beneficio industrial (6%), la cifra asciende hasta 7.500 euros por la reforma de un cuarto de baño: 2.500 euros de gasto por cada metro cuadrado.

La reforma no incluye lujos excesivos en la elección del mobiliario: una mesa de despacho de 1.307 euros y otras dos auxiliares por 467 euros y 234 euros, respectivamente. El gasto global en muebles ascendió a 6.589 euros, siendo la partida para adquisición e instalación de estores una de las más abultadas: 2.135 euros. Sánchez Izquierdo también aprobó la sustitución de cuatro radiadores antiguos por otros de diseño, para lo que autorizó un gasto de 3.321 euros.

La principal partida en el total de la reforma es la relacionada con los revestimientos. El presupuesto inicial planeaba una inversión de más de 21.000 euros para este tipo de materiales. El despacho quedó finalmente marcado por el tono marrón oscuro de la madera de roble que se eligió para el parquet y los logotipos de obra en los que se incorpora la letra ‘G’ de la televisión de Galicia en varias zonas de la estancia. El gasto autorizado para la reforma estaba previsto en 76.000 euros, IVA incluido. Tras someter la obra al concurso de varias empresas el precio final se rebajó en varios miles de euros, hasta los 66.966, IVA incluido.

El dueño de ese despacho, Alfonso Sánchez Izquierdo, llegó a la dirección general de la Radio y Televisión de Galicia en 2009, tras la primera victoria electoral de Alberto Núñez Feijóo. Su nombramiento contó en inicio con el apoyo del PSOE, pero ese sustento acabaría por evaporarse en 2011. Ese año, el Parlamento de Galicia aprobó la Ley de Medios, en cuyo articulado se incluía que el jefe de la principal empresa de comunicación pública de Galicia debía contar con el amparo de, al menos, dos tercios de los diputados autonómicos. Feijóo nunca llevó al Parlamento esa votación y Sánchez Izquierdo, cuyo salario de 94.410 euros anuales supera al del presidente de la Xunta, se ha mantenido en el cargo en situación de interinidad durante los últimos nueve años.

Durante su mandato, Sánchez Izquierdo ha forjado una radio y televisión de partido, en la que la pluralidad informativa brilla por su ausencia. Ha desoído las quejas de los trabajadores que llevan más de 100 viernes vistiéndose de negro para protestar por la manipulación y el control político que impera en el canal. Quien ha osado quejarse ha sido apartado por la dirección. Así le sucedió a la periodista Tati Moyano que en 2018 participaba en una gala benéfica de apoyo a los pacientes de cáncer cuando explicó que se había vestido de negro para reclamar «pluralismo» en las cadenas públicas. Feijóo, que ocupaba lugar en una de las mesas principales de aquel acto, abandonó la gala precipitadamente y visiblemente contrariado. Poco después, a Moyano se le abrió un expediente por falta «muy grave», con la excusa de que se había maquillado con material de la TVG antes de asistir a la gala contra el cáncer.

El director general de la CRTVG siempre ha negado la existencia de órdenes políticas sobre su criterio informativo pero también ha dejado para la heméroteca grandes frases que indican lo contrario. Una de ellas fue pronunciada en 2018 en el Parlamento de Galicia para justificar porqué el canal público censuró en sus informativos la noticia de que la plataforma ‘Defende a Galega’ había ganado el prestigioso premio de periodismo José Couso en la edición de aquel año. Ante los diputados, Sánchez Izquierdo aseguró: «A la hora de tomar decisiones de lo que se emite y lo que se deja de emitir tienes que balancear el derecho a la información con otro tipo de derechos. En este caso entre la protección del derecho a la información y la protección de la reputación de la CRTVG, lo segundo fue lo que se tomó en consideración».

Esa querencia por las siglas de la radio y televisión que dirige han marcado en parte el diseño de remodelación del despacho para el que Sánchez Izquierdo autorizó un gasto por encima de los 70.000 euros. El proyecto, a cuyo contenido ha accedido eldiario.es, incluye la instalación del logotipo corporativo en varios lugares de la estancia, incluidas las estanterías.

El departamento de comunicación de la CRTVG ha eludido valorar la abultada factura para la reforma de un despacho y sus zonas adyacentes. A través de un correo electrónico, los portavoces oficiales se limitan a aclarar que antes de autorizar la lujosa remodelación de su lugar de trabajo, el director general de la TVG impulsó otras obras en la sección de redacción, así como reparaciones en la fachada del edificio.

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