El Congreso al completo exige que RTVE vuelva al consenso

José Antonio Sánchez

La actual cúpula de RTVE ha sentido la voladura de sus cimientos, realizada este martes en el Congreso. La toma en consideración de la proposición de ley del PSOE puso de acuerdo a todos los partidos para la vuelta del modelo de dos tercios para la elección del presidente y del consejo de administración de la radiotelevisión pública. El propio PP, aunque negó en el debate supuestos del texto que le atribuyen menoscabos del pluralismo y la independencia informativa, también acoge esta recuperación de la mayoría reforzada de la era Zapatero. En 2012, los populares alteraron mediante decreto-ley esa fórmula, para abrir la puerta a una elección por mayoría absoluta, la que ha servido al actual presidente, José Antonio Sánchez, para acceder al cargo -y a su predecesor, Leopoldo González-Echenique-.



Se emitieron 334 votos a favor -uno telemático- y se produjeron tres abstenciones: nadie se posicionó en contra. Las filas del PSOE, por boca de José Miguel Camacho, tacharon como «inaceptable» el cambio normativo de 2012, «cuya única misión era cambiar unilateralmente las reglas del juego para que el PP pasara de nuevo a tener el control férreo de la radio y la televisión de todos».

La tesis de la oposición y de este diputado, a la sazón portavoz socialista en la comisión mixta de control parlamentario de RTVE, choca con las tesis de los populares: el decreto-ley evitaba un bloqueo en la elección de un presidente, nueve meses después de la dimisión de Alberto Oliart, en julio de 2011. «Se evitaron consecuencias irreparables. No fue un capricho», esgrimió ayer Ramón Moreno, diputado del PP y homólogo de Camacho en la mencionada comisión parlamentaria.

El partido en el Gobierno ha encontrado un lugar de encuentro con toda la oposición, aunque el de este martes es sólo el punto de partida para un proceso de meses para las enmiendas. En el actual escenario, el PP no sólo abogaría por el entendimiento, sino que además dotaría de valor su actual representación en una cámara notablemente fragmentada: no goza de una mayoría absoluta para nombrar a la cúpula de RTVE como tenía en la anterior legislatura, pero sí se antoja fundamental a la hora de alcanzar la mayoría reforzada de dos tercios. Es decir, si en 2011/2012 se toparon con algún tipo de bloqueo por parte de la oposición, esta vez podrían ejercerlo ellos mismos.

Por eso, el PSOE anunció que presentaría una enmienda a su propia proposición de ley, con el objetivo de que no se pueda «producir ningún bloqueo por parte del grupo mayoritario de la cámara». Fuentes socialistas consultadas por este diario aseguran que no piensan en la criticada fórmula de la mayoría absoluta, sino en otras aún por determinar.

«La situación de la corporación es crítica», sostiene la proposición de ley, según recoge en la exposición de motivos: «Su credibilidad y la audiencia de sus programas e informativos están más bajas que nunca».

La proposición de ley aboga también por engrosar el consejo de administración de RTVE, de nueve a 12 miembros -«ocho por el Congreso de los Diputados y cuatro por el Senado»-. Recuperarían su influencia «los dos sindicatos más representativos a nivel estatal», que propondrían, entre los 12 puestos programados, «dos de los miembros del consejo».

«Cambiaron en 2012 la ley para poder nombrar en solitario y a dedo a un presidente de la corporacion que actualmente no tiene ningún tipo de pelo en la lengua para declarar en sede parlamentaria y de forma pública que es un votante consagrado del PP», ha señalado la diputada de Unidos Podemos Noelia Vera al respecto de Sánchez,  quien manifestó en una comisión de control, en 2015, que votaba al PP y que lo seguiría haciendo.

Ciudadanos, tal y como ha recordado su diputado Guillermo Díaz, también ha presentado una proposición de ley en la que se aboga igualmente por la vuelta al consenso.
De hecho, este partido, Podemos y PSOE se comprometieron en ese sentido con los consejos de informativos de RTVE, órganos de representación de los trabajadores que el mes pasado llevaron al Congreso más de 2.000 firmas -un tercio de la plantilla de la corporación- para reclamar «medidas urgentes» que eviten que la pública sea «utilizada como instrumento de propaganda partidista o gubernamental».

El presidente de RTVE pierde por lo tanto apoyos, pero en la práctica todavía puede permanecer durante meses en el cargo, que a fin de cuentas se agota el año que  viene. Las negociaciones también dependerán, previsiblemente, del resultado de las primarias socialistas de mayo.

Además, la Presidencia de RTVE no es más que la punta del iceberg de una reforma más profunda de la que no escapa el consejo de administración que Sánchez preside.
Cuatro de sus miembros agotaron el mandato hace ya cuatro años y aún no han sido renovados; pero los otros cinco, Sánchez uno de ellos, fueron elegidos por mayoría absoluta en lugar de por la fórmula bendecida de los dos tercios, por lo que el Congreso también habría puesto en entredicho la legitimidad de estos.

Los consejeros o no consiguieron el respaldo de dos tercios o tienen el mandato caducado
José Antonio Sánchez preside un consejo de administración de nueve personas en el que los miembros nombrados a propuesta del PP pueden actuar si se lo proponen como un rodillo, gracias a una mayoría de otra época. Al margen de divisiones ideológicas, cuatro miembros del máximo órgano de gestión, a los que habría que sumar al
propio Sánchez, ven sus puestos sustentados por la fórmula de la mayoría absoluta, y no por los dos tercios que el Congreso reclama. Los cuatro entraron en 2012, a la par que Leopoldo González-Echenique, quien dimitió en 2014 y fue relevado por Sánchez. Como éste, los cuatro consejeros completarían su mandato el año que viene.
Tres de ellos fueron nombrados a propuesta del PP -José Manuel Peñalosa, María Luisa Ciriza y Fernando Navarrete-. Se da además el caso particular de Óscar Pierre: accedió al cargo a propuesta de CiU, un partido luego refundado y dividido -a Pierre en concreto lo auparon desde Unió Democràtica-.

El mundo político y parlamentario ha intervenido en RTVE sólo en la medida en la que le ha interesado. Laxitud, dejadez o desacuerdo han permitido que cuatro de los nueve miembros del consejo de administración permanezcan en sus cargos pese a que sus mandatos caducaron en 2013. Cuatro años después, se mantienen. Dos de ellos fueron nombrados a propuesta del PP -Andrés Martín Velasco y Rosario López Miralles-, una a propuesta de IU -Teresa Aranguren- y otro a propuesta del PSOE -Miguel Ángel Sacaluga-. Nadie en el consejo de administración está respaldado por Podemos o Ciudadanos. Otro ejemplo de la deriva parlamentaria se encuentra en el mandato-marco, que fija los objetivos del servicio público: en vigor desde enero de 2008, caducó una vez transcurridos nueve años de vigencia. Desde Ciudadanos ayer se recordó este extremo, así como la ausencia del contrato programa que se preveía en la Ley de 2006.

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