Lo cuenta diariodegranada.es: Durante una época, Granada fue la capital del botellón y uno de los epicentros de la prostitución en España. Y, tristemente, gran parte de culpa la tenían dos grandes lupanares, el Don Pepe y el Don José, uno en la carretera e Córdoba y otro en Armilla. Eran un supermercado del sexo, con cientos de mujeres prestando sus servicios sexuales a una horda de personas de todas las edades y de cualquier rincón de España. Tan boyante fue el negocio que hasta se abrió un tercer local en el hotel Alcano, que hoy es un centro de acogida de menores. El Don Pepe está cerrado y el Don José es un centro de acogida de personas desfavorecidas de la fundación Doña Manuela.
En su apogeo, el dueño de los puticlubs puso un anuncio en las radios de Granada, una cuña publicitaria locutada por Carlos Ramiro que se hizo célebre entre los granadinos y que, aún hoy, sigue creando discrepancias. ¿Quién era el Colás al que hacía alusión la cuña publicitaria y que vigilaba el parking?
El periodista Pedro Lara ha desvelado en Más de uno Granada, en Onda Cero que no se trataba de una persona, era un sistema de vigilancia por collage.
También ha recordado el éxito de la cuña radiofónica, que en el caso de Onda Cero se emitía en el programa nocturno de José María García, hasta que un oyente se quejó al líder de las mañanas, Luis del Olmo, y este pidió la retirada de un anuncio que se pagaba bien y religiosamente.
También se emitía en la Cadena SER, en este caso también a mediodía, y es la banda sonora de una época, los noventa y comienzos del siglo XXI, en el que pocos se daban cuenta que detrás de un cuerpo había una persona. Y que podía estar explotada.
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