Cada vez que sale el EGM me lanzo a mirar los oyentes alcanzados por Radio 4, la emisora de RNE en Catalunya. En esta segunda ola de 2018 ha logrado 6.000 oyentes. 1.000 más que en la ola anterior, señalan en la nota de prensa de la Corporación.
No paro de dar vueltas al dispendio. Ràdio 4 es una emisora generalista, que emite programas de índole diversa. Es una señora emisora con una señora programación que justifica la existencia por la lengua que emplea. Y uno de los casos más flagrantes de discriminación positiva en la santa casa de RTVE, puesto que en esa comunidad hay numerosas ofertas radiofónicas en catalán.
Pongo un ejemplo concreto para que se me malinterprete. Soy seguidor de Va de cine. La revista cinematográfica de Ràdio 4. Estoy enganchado al programa porque lo conduce Conxita Casanovas, que es como el alma del periodismo cinematográfico del cine español. Por el programa de Conxita pasa todo nuestro cine. Todos sus nombres. Y lógicamente se ha convertido en un referente. Un referente pese a formar parte de la parrilla de una emisora cuyo techo de oyentes está en los 5.000. o en los 6.000.
¿Pero no estamos hablando de cifras de emisora local? Siempre que medito sobre el particular pienso en el sur del sur. ¿No tendrán más de 5.000 oyentes las emisoras de Sanlúcar de Barrameda, Sevilla o Málaga? ¿A que no cabría en la cabeza que RTVE les discriminase positivamente y regalase una parrilla con acento andaluz, y subrayo lo del acento, donde realizar programas generalistas, cueste lo que cueste? Ay… Recuerdo a Juan Carlos Ortega y su Radio 6, una emisora de mentirijillas. Que llegó a tener casi un millón de escuchantes. Muchos más de 6.000, catalanes.
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