Locutor de radio desde los tiempos de Ona Música y ahora en Los 40, en TV también desde La Sexta y además humorista. Precisamente a raiz de una actuación en el Teatre Auditori de Salou, el Diari de Tarragona le ha entrevistado:
Dani Mateo (Granollers, 1979) está de rabiosa actualidad. Aún colea en las redes la admisión a trámite de la querella presentada por la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos contra él y El Gran Wyoming por un chiste sobre el mausoleo franquista en el programa ‘El Intermedio’, donde ejerce de colaborador habitual.
«Es la cosa más freak que me ha sucedido en mi carrera, no creo ni que vaya a declarar», explica, aunque por si acaso habla de ello «a medio gas, hasta que no resuelva todo el tema».
Su humor mordaz, irónico, hipercrítico con la derecha política española en uno de los programas estrella de La Sexta le ha reportado una gran popularidad entre una legión de seguidores, posee 1,17 millones de seguidores en la red social twitter, pero también enemistad manifiesta de sus contrarios.
«Cada día que entro en twitter me caen un par de hostias, aunque sólo escriba ‘Buenos Días!’. Hay gente que no está bien y twitter es un lugar ideal para hacer terapia», ironiza. «He recibido insultos de todo tipo pero no me quejo, defiendo la libertad de expresión».
El humorista desembarca mañana viernes en Salou, en el Teatre Auditori, donde presentará (22.00 horas) su último espectáculo ‘Dani Mateo Desencadenado’, un repaso a su década larga encima de los escenarios.
Improvisación
Los espectadores se enfrentarán a un monologuista desbordante, dispuesto a la improvisación constante y a barnizar la actualidad con su humor. «En principio el espectáculo es un repaso a mis 13 años de monólogos, he elegido algunos de los fragmentos más significativos pero después, encima del escenario, puede suceder cualquier cosa», confiesa.
«A los que le guste mi humor les recomiendo que vengan porqué les gustará. A los que no, probablemente sufrirán porqué sobre el escenario sólo estoy yo y un micrófono, durante hora y media», sonríe.
Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, Mateo inició su trayectoria en la radio local y después en Ona Catalana, «donde ofrecía la información del tráfico con toques de humor…Ya no tenía remedio».
Una carrera en ascenso
Un momento clave de su carrera fue su paso por la cadena televisiva Paramount Comedy. Más tarde participó en la serie de Antena 3 ‘La familia Mata’ y en 2007 se incorporó al programa de La Sexta ‘Se lo que hicisteis….’.
Cuatro años después llegaría a ‘El intermedio’, donde su rostro y verbo se han popularizado en toda España. Además colabora en el programa de ‘El Club de la Comedia’ de La Sexta y protagoniza desde 2012 un programa diario de radio en la cadena Los 40 Principales ‘Yu no te pierdas nada’.
El genial y malogrado Pepe Rubianes es su principal fuente de inspiración, «mi ídolo y la razón por la que me dedico a esto». Admira también el cómico estadounidense, Louis C.K. «Como ellos, yo no soy un monologuista que salta de chiste en chiste. Me gusta hilvanar un discurso, crear imágenes y contar historias que sean divertidas para el espectador que tengo delante».
Y transmitir un mensaje político. «Me considero una persona de izquierdas aunque si ves cómo andan ahora es para hacérselo mirar. Del otro bando quizás haya alguna cosa buena pero las malas son tan malas que se terminan comiendo las primeras. No entiendo como en Catalunya existe mucha gente que quiera irse si España nunca ha estado mejor!», remata.
Mateo es profundamente crítico con el Gobierno de Rajoy y la corrupción que azota a los populares. Opina que en otro país europeo, sólo con la mitad de casos a los que enfrenta el PP «sus dirigentes estarían sentados en el banquillo de los acusados. Pero aquí, no, y se les sigue votando, y cada día les votan más».
Por eso no le extraña el rechazo que suscita el Gobierno del Estado en Catalunya. «Si fuera para expresar que ellos no nos representan, que no queremos un futuro con esta gente, la cadena humana organizada en Catalunya hubiera dado la vuelta a España. Otra cosa es que fuera de Catalunya la gente no quiere que Catalunya se vaya», sentencia.
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